Instituto de Derechos Humanos de la UCA

Votar, ¿para qué?

30/01/2024

Editorial Idhuca

Nos acercamos a unas elecciones desiguales y nada competitivas, donde ya nos anticipamos a quién será el ganador, uno que ni siquiera tuvo que haber sido candidato. Nos acercamos a elecciones donde han hecho falta las propuestas y han sobrado las mentiras. Una campaña más que fomenta el odio y, por tanto, el miedo, donde no importa revictimizar a quienes han sufrido violencia, donde no importa si niñas y niños ven imágenes de cadáveres y fosas comunes porque la apuesta es apelar al terror para seguir sometiendo a la población. No importan las formas. Lo que importa es ganar las elecciones y continuar en el poder, a como dé lugar. 

Sin embargo, a pesar de esta cancha desigual, sin árbitro que regule el juego, es importante acudir a votar y hacer valer nuestro derecho y nuestro deber. Votar es elegir a quien quiero que me represente. Es un medio a través del cual buscamos que todos y todas seamos escuchadas. Cada voto cuenta. Y por eso es necesario que escojamos para que podamos expresarnos libremente, seguir insistiendo que necesitamos un gobierno honesto, abierto y receptivo, que responda a la gente y que trate a todas las personas de manera justa.

Es importante ver a las elecciones como oportunidades. Oportunidades para trasladar nuestro descontento con la forma en que se ejerce el poder o para demandar cambios en la estructura social, política y económica del país; esos cambios estructurales que siempre se postergan, como el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación. No podemos darnos por vencidos ante la necesidad de estos cambios profundos, por lo que hay que seguirlos demandando y una forma de canalizar esas demandas es asistiendo a votar. 

Que el odio, el miedo y los caprichos de quienes se empecinan por dividirnos no sea lo que se imponga. Necesitamos representantes verdaderamente comprometidos a trabajar en apoyo a las libertades, respondiendo ante tantas demandas de la gente, donde importe el otro y la otra y tengamos un sistema de justicia en el que se pueda confiar. Acudamos a votar guiados y guiadas por nuestras convicciones, necesidades y el anhelo siempre presente de la construcción de una sociedad más justa y más humana.