El primer día de trabajo es para muchos un momento emocionante porque  te has insertado al gran campo laboral y te conviertes e un empleado y miembro de una empresa de la cual también puedes sentirte identificado. Pero no podemos negar el nerviosismo y el nivel de expectación ante un acontecimiento tan trascendental en tu vida. Por otro lado, puede que sea tu primer día de trabajo pero en una empresa diferente porque decidiste cambiarte o porque finalmente encontraste empleo.

Ser el "nuevo/a" puede resultar un tanto estresante pero en este artículo te damos algunos consejos sobre cómo puedes superar ese día e ingresar con pie derecho a tus nuevas labores. Recuerda que como humanos que somos, siempre existe cierto nivel de adrenalina que nos impulsa a hacer cosas impensables o a reaccionar de maneras inesperadamente valientes y hasta heroicas, así que no permitas que ese nerviosismo te paralice, sino que te impulse a iniciar un día inolvidable.

a) Duerme bien la noche anterior. Nada de parrandas y celebraciones pasadas de tono con tus amistades  ante tal acontecimiento. Si deseas festejar, mejor déjalo al final de la quincena y en fin de semana para que eso no afecte tu entrada triunfal, ya que debes presentarte con seguridad y tranquilidad y no con cansancio o peor, con resaca.

b) Prepara tu vestuario el día anterior con atención a ese día tan importante o si se te ha proporcionado uniforme, cuida que se encuentre en buen estado. Prepara tus objetos personales como agenda, tu bolso y accesorios (si eres mujer) y cualquier información que te hayan solicitado presentar para que por la mañana no sea una locura y te demores en salir de casa.

c) Sé puntual. Si ingresas a las 8:00 de la mañana, debes llegar con 15 minutos de anticipación. Siempre debe ser así, pero en especial ese día. Si viajas en vehículo, por la noche puedes hacer una ruta mental sobre qué calles te conducirás para evitar el tráfico. Si debes tomar el autobús, de igual forma, planifica y toma en consideración el tiempo que demora en llegar hasta tu destino.

d) Trata de disimular tu nerviosismo y condúcete con seguridad ya que la atención se concentrará en ti. No caigas en la adulación o en “ya lo sé todo” sino trata de mantener un equilibrio.

e) Preséntate a tus compañeros/as sin mostrarte muy “confianzudo/a” y  trata de conocer y adaptarte al nuevo entorno. Puede venir a ti el deseo de comparar tu anterior empleo (si ya has trabajado) pero debes recordar que es un nuevo reto y una nueva cultura a la cual debes adaptarte.

f)  Presta atención a la inducción de tu nuevo cargo. Es importante consultar cuando algún punto no queda muy claro. Pregunta lo que sea necesario esclarecer para que no tengas que acudir nuevamente y volver a pedir la explicación. De esa explicación dependerá la manera como organices tu jornada, por eso es importante que tomes nota en tu agenda de todo para evitar olvidarlo.

g) Demuestra iniciativa y proactividad. De las funciones que te han sido asignadas trata de cumplirlas con responsabilidad y eficiencia pero también busca ir más allá. Se aprecia mucho a un empleado/a que propone nuevas ideas y formas de hacer las cosas, que se antecede a las necesidades y que cumple con las metas que se le han asignado.

h) Durante los días siguientes puede que te sientas un poco más cómodo pero eso no debe influir en tu desempeño y bajar la guardia. Por otro lado, puede que no logres adaptarte a tus nuevas funciones y debas evaluar si es éste el empleo que es afín a tu área de interés. Debes ser honesto contigo mismo/a.

Esperamos que estos consejos te ayuden a demostrar que al contratarte, la empresa ha hecho una excelente elección.