Finalmente llegó tu oportunidad y tendrás una entrevista. A pesar del nerviosismo sabes que cuentas con las habilidades para desempeñar el puesto y consideras que tu experiencia cumple con los requisitos. Aun así deseas pasar a la siguiente fase y en las próximas horas y del desarrollo de ese encuentro está la diferencia entre tú y el resto de aspirantes.
Tu hoja de vida bien redactada y una excelente presentación son importantes pero también lo es la manera como te desenvuelvas. Debes recordar que es tuya la responsabilidad de presentarte con éxito y como una opción potencial para integrar ese nuevo equipo. He aquí unos cuantos tips para ayudarte.
Investiga la empresa: Puedes ingresar al sitio web y conocer su visión, misión, valores y sobre todo el giro de la empresa. El selector de personal puede consultarte directamente sobre ella o por ejemplo “por qué desearía trabajar para nosotros” o “por qué le gustaría formar parte de nuestro equipo de trabajo”. Puede inclusive hacer mención de los productos o consultarte “qué podrías aportar a nuestra compañía de ser contratado”. Al conocer la empresa puedes demostrar un genuino interés por el puesto de trabajo. Más que por el salario, los beneficios y bonos manifiesta tu interés por integrarte a un equipo en el que te sientes identificado con sus productos y sus operaciones.
Menciona tus fortalezas: Aunque es parte natural de conocerse a uno mismo, durante una entrevista es conveniente mencionar tus fortalezas y orientarlas a las necesidades y funciones del cargo. No se trata de exagerar sino de ser claro y conciso ya que los entrevistadores son hábiles para percibir cuando te estás pasando de listo.
A nadie le agrada una persona presuntuosa. No te conviertas en uno.
… También los defectos: No somos perfectos pero una respuesta inteligente también es posible ofrecerla cuando tu entrevistador te consulte por tus debilidades o defectos. Para ello, debes tener lista una respuesta y que al mismo tiempo te permita mostrarla como una oportunidad de mejora.
Prepárate para todo: Muchas empresas pueden adoptar diferentes técnicas al momento de seleccionar y no necesariamente se reduce a una entrevista. Puede que sea una entrevista grupal, primero soliciten las complementar pruebas o te soliciten sin que ni más hacer una prueba técnica en la que quede demostrada tu capacidad para realizar algún tipo de reporte, uso de formulas en Excel, etc. Esto puede parecer un poco fuera de lo común, pero Recursos Humanos busca innovar y utilizar técnicas que les permitan seleccionar al mejor candidato. Ánimo!
La mejor sonrisa: Un buen entrevistador toma en cuenta no solo tu presentación sino también aspectos que pueden denotar ciertas competencias y rasgos de personalidad inclusive sin necesidad de evaluarte. Demuestra tu seguridad con un saludo amigable, un apretón de manos no muy fuerte pero lo suficiente para denotar carácter. Mira a los ojos pero sobre todo SONRIE. La sonrisa puede manifestar además de bienestar, también optimismo y una saludable actitud hacia los retos. No se trata de carcajearte sino de arquear tus labios y hablar como si estuvieras siempre sonriendo.
Evita ser atrevido: Por favor, nunca tutees a tu entrevistador a menos que él o ella te de la apertura de hacerlo, inclusive si es una persona que difiere en edad de ti y puede parecerte más joven. Recuerda guardar respeto porque esa puede ser la diferencia. Llámalo anteponiendo el título Sr., Dr., Lic., Ing.
Escucha a tu entrevistador: Momentos antes de entrar a la entrevista, apaga tu teléfono móvil o activa el vibrador. Escucha con interés al selector ya que debes comprender lo que te consulta para poder ofrecer una respuesta coherente. Puede que estés nervioso pero eso, lejos de ser un obstáculo, conviértelo en catalizador para que el selector obtenga de ti información clara y precisa. Así, al momento de tomar la decisión de contratarte lo hará tomando en cuenta tus respuestas lógicas y bien enfocadas.
Cuida de tu lenguaje: Al momento de responder al entrevistador evita utilizar frases inadecuadas o lenguaje muy coloquial. Utiliza un lenguaje profesional haciendo mención de ciertos términos pero también no sucumbas a la tentación de parecer muy pretencioso/a.
No te relajes: Para que la entrevista sea algo más parecido a una conversación espontánea, la persona que entrevista puede crear un ambiente ameno para lograr más apertura. Sin embargo, recuerda que debes permanecer con una postura profesional. Evita las bromas y limítate a hablar sobre tu experiencia. Los problemas familiares o en tu noviazgo no son temas de conversación en una entrevista de trabajo.
Solicita el trabajo: Si tienes verdadero interés en ese trabajo, directamente manifiéstale a la persona que te entrevista que lo deseas, demuéstrale tu capacidad. Mucha suerte!!!
