Realidad 92, marzo-abril de 2003

Editorial:

La guerra contra Irak: Irracionalidad, cinismo y deterioro moral.

El mundo está presenciando una nueva escalada militar en la zona del Golfo Pérsico. Los Estados Unidos, en alianza con el gobierno británico, están decididos a acabar de una vez por todas con el régimen de Saddam Husein. El país más poderoso del planeta no está solo en su cruzada: el gobierno británico y más tibiamente el gobierno español, aun en contra de la voluntad de una inmensa mayoría de sus ciudadanos, han manifestado su apoyo a George W. Bush. Otros gobiernos de menor peso internacional, pero incondicionales a los dictados norteamericanos como el gobierno salvadoreño, no han titubeado en apoyar la decisión de Estados Unidos de someter por la fuerza al pueblo y gobierno de Irak. Los grandes medios de comunicación occidentales —la CNN y la BBC, por ejemplo— se han convertido en voceros de sus respectivos gobiernos, lo cual los ha llevado, no sólo a ocultar información al público —sobre todo, aquella que se refiere a la devastación de ciudades y al impacto de los bombardeos sobre la población civil—, sino a manipular hechos e imágenes con la finalidad de robustecer la alianza militar anglonorteamericana.

La falacia del poder de la demanda, por Paúl Alvarado

«A mediados del año 2002 surgió una iniciativa conjunta del sector industrial representado por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), el Ministerio de Economía y el proyecto de Energía Eléctrica del Istmo Centroamericano ( PREEICA ) denominada El poder de la demanda, que consiste en la promoción, por medio de asesores en ahorro energético capacitados por el Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA), de la reducción del consumo de energía eléctrica sobre todo en las horas de mayor demanda con el objeto de reducir el precio promedio del megavatio/hora en el mercado mayorista de energía. La apuesta del sector industrial y del Ministerio de Economía es que al reducir la demanda de energía, siguiendo la lógica de oferta y demanda, el precio promedio del kilovatio/hora se reduzca». Con estas palabras, el autor, economista con estudios en El Salvador y Chile, realiza una investigación crítica sobre un problema muy comentado, pero pocas veces analizado: la política de distribución de energía eléctrica en el país.

Críticas a la filosofía de la liberación desde la postmodernidad y la postcolonialidad, por Carlos Beorlegui

Algunos pensadores pertenecientes a las filosofías de la liberación han proclamado que esta corriente de pensamiento ha muerto, no siendo ya útil y no estando a la altura de las necesidades de Latinoamérica. Por su parte, otros planteamientos teóricos consideran que la filosofía de la liberación tiene que ser sustituida por otros paradigmas filosóficos. En el presente ensayo, el autor, profesor visitante de la UCA, examina estas propuestas.

Ética y mercado de valores, por Javier López de Goicoechea

En las primeras líneas de este ensayo, López de Goicoechea, afirma: «El cambio de la idea de bien por la idea de utilidad tiene unas consecuencias en lo que los clásicos llamaban ordo oeconomicus de enorme trascendencia, puesto que el valor de las cosas, y en concreto el del dinero, ya no debe referirse a un orden superior o metaético, sino al puro cálculo de intereses por parte de cada componente del mercado. Así, el concepto de cambio, clave en el tema que nos movemos, había sido tratado como la "commutación de dinero por dinero", o como "la negociación, trato y comercio de valores con vistas al lucro y al interés", por parte de los escolásticos. Esta segunda definición, que corresponde a español Pedro de Ledesma, resulta absolutamente moderna en su concepción y revolucionaria en cuanto que no exige la presencia del metal o moneda para que exista el hecho comercial y financiero. Es más, puede que sea una de las primeras afirmaciones del valor independiente de la configuración material del mismo. Y si a esta novedosa concepción le añadimos la definición aportada por el también español Martín de Azpilcueta sobre el arte de cambiar, como "la pericia que utiliza el cambista con vistas al lucro en el cambio de las monedas", tenemos ya configurados los dos elementos esenciales para una valoración del mercado: el hecho de la finalidad crematística individual del comercio de valores; y el hecho psicológico de la pericia o habilidad en lucrarse por medio del cambio de valores».

Francisco Andrés Escobar, Centroamérica y el centroamericanismo, por Rafael Lara Martínez

En el presente trabajo, Rafael Lara Martínez plantea que "El territorio como sentido de lugar sigue provocando fuertes atracciones en la diáspora. Esta determinación del terruño –"de tierra, cosa palpable", diría Salarrué (2000)- juega un papel esencial al definir la identidad nacional salvadoreña. Esta es la tesis central que defiende Francisco Andrés Escobar en su libro La lira, la cruz y la sombra. Biografía de Alfredo Espino (2001). La tierra posee una materialidad tangible similar a la de la economía. Lo más sugerente de su propuesta no es tanto resaltar la evidencia en sí. A la hora del capital global, un sentido arcaico del terruño orienta aún el significado de la identidad. Lo novedoso consiste en señalar tensiones. Hay conflictos latentes que sólo el porvenir podrá descubrir. Pero hay otros desencuentros que están a flor de piel. Aunque los ignoremos, establecen netas líneas divisorias de la época."

 

Rincón del libro: Ricardo Ribera escribe sobre la obra de Hobsbawm

Habla su biblioteca : En esta nueva sección, de novedades de nuestra Biblioteca, Carlos Molina comenta La economía del hidrógeno, de Jeremy Rifkin