PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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    El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

    Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

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Año 25
número 1111
Septiembre 1, 2004
ISSN 0259-9864
 
 
 
 

ÍNDICE



Editorial: Círculo vicioso

Política: ¿Posada Carriles en El Salvador?

Economía: El incremento del costo de la Canasta Básica Alimentaria

Sociedad: Violencia juvenil en Europa

Regional: Tensiones internacionales por Posada Carriles

Derechos Humanos: Cadete y Fuerza Armada condenados

 
 
Editorial


Círculo vicioso

 

Aumento de la cantidad de soldados para que, junto con la policía, patrullen el territorio; difusión de fotografías de pandilleros y delincuentes; recompensa por información sobre los mismos; seguimiento policial a reos liberados; campañas para disuadir a los jóvenes de integrar pandillas, remover tatuajes y reinsertar arrepentidos; tratamiento psicológico; grupos de apoyo para las víctimas y para denunciar; unidades policiales especiales, acompañadas de fiscales especiales; protección de testigos y construcción de más penales. Estos son los elementos más destacados del nuevo plan para combatir el delito, es decir, a los pandilleros y, de alguna manera no explicitada, también al crimen organizado. El plan se resume en disuadir, prevenir, combatir y corregir. Sin embargo, el énfasis está puesto en la represión. Es el aspecto que el gobierno tiene más definido; en la prevención, rehabilitación y reinserción, sus planes son bastante vagos.


Es indudable que la amenaza que representan las pandillas para la sociedad salvadoreña es alarmante, pero la respuesta del gobierno de ARENA, al igual que la de muchos otros gobiernos latinoamericanos, es, en realidad, un círculo vicioso, del cual no parece caer en la cuenta. A más delito, más justicia penal y penas más drásticas y también más intervención directa de policías y soldados. Esta fue la receta del gobierno anterior y es la del actual. Sin embargo, todavía no han logrado reducir esa amenaza. Su persistencia lleva al gobierno a repetir el círculo una vez más ?más justicia, más penas, más intervención directa? y así hasta que algún día decida romperlo. La nueva versión del círculo vicioso no es tan salvadoreña como cree el Ministro de Gobernación. Prueba de ello es la vasta bibliografía sobre el tema. A los consultores gubernamentales no les vendría mal revisarla e ilustrarse mejor.


La justicia penal tiene un efecto simbólico importante, pero su impacto en la reducción del delito es mínimo, no sólo en países como El Salvador, sino también en los industrializados, como Estados Unidos. La intervención directa sólo tiene capacidad para prevenir ciertos delitos. A pesar de estos esfuerzos y de los recursos invertidos, la mayoría de los delitos cometidos no llega a la fase judicial y una proporción mucho menor de culpables es sentenciada a cárcel. No obstante, ninguna sociedad puede prescindir de la justicia penal, ni de las medidas preventivas, ni siquiera de la intervención directa. Ahora bien, cabe distinguir las sociedades que hacen uso exagerado de estas medidas de las que hacen un uso moderado de las mismas y han conseguido disminuir la comisión de delitos. Una buena política de seguridad debiera tender a esta meta.


El Salvador es uno de los primeros países que hace un uso exagerado de lo penal y de la intervención directa, y también de los que no logra bajar la tasa de delincuencia. El escenario desde el cual el presidente Saca anunció su nuevo plan era patético. El fondo era una escultura grotesca del arcángel San Miguel con la espada desenvainada, dispuesto a atravesar al demonio. El ambiente creado con la iluminación era tenebroso. En medio de estas tinieblas, el presidente Saca ocupó el centro del escenario y se hizo rodear de hombres con armas largas y caras pintadas y de pandilleros con torsos desnudos para mostrar sus tatuajes. Las imágenes difundidas son tan grotescas como la escultura misma. El mensaje, aunque habla de prevención, rehabilitación y reinserción, enfatiza la represión contra las pandillas, como si éstas fueran las únicas que cometen delitos y como si éstos fueran los únicos delitos que se cometen en El Salvador. No sólo se trata de la misma medida del gobierno anterior, sino que ésta responde a la misma concepción rudimentaria de seguridad ciudadana. Pero el gobierno de Saca piensa con optimismo sin fundamento que tendrá el éxito que no tuvo su antecesor, porque las modificaciones de los códigos penales fueron consensuadas.


Eso no significa que un gobierno como el salvadoreño no tenga otros recursos. Tiene a su disposición medidas de prevención coyuntural y directa, en particular evitar la tenencia y porte de armas de fuego. Numerosos estudios muestran que es una variable que incide de forma directa en el aumento de los hechos de violencia. El ideal sería que esas armas estuviesen exclusivamente en manos de la policía uniformada y fuesen de cañón corto, en la zona urbana. En las medidas de prevención coyuntural, el papel de la policía es muy importante. Estas medidas tienen su razón de ser porque determinados delitos ocurren con mayor frecuencia en determinadas condiciones. Por lo tanto, hay que actuar de manera inteligente sobre esas condiciones para reducir la incidencia. La cuestión es que estas medidas son exitosas en sociedades integradas, donde no existen grandes distancias económicas y sociales, se preserva la libertad individual y se crean posibilidades para la interacción personal. En cambio, el propósito del mensaje del presidente Saca era infundir miedo y encontrar una justificación para militarizar aún más una sociedad desintegrada. Las medidas anunciadas empeoran más la situación, porque aumentan la distancia social, amplían el aislamiento y reducen la interacción personal. En estas circunstancias, es iluso esperar la colaboración de la ciudadanía.


El gobierno no debe perder de vista que la justicia penal sólo interviene después de cometido el delito y para castigar a los culpables. La prevención coyuntural impide la comisión de ciertos delitos, pero al no incidir sobre las condiciones que los generan, no los erradica. Son las formas de prevención primaria las que contribuyen a crear las condiciones para reducir el delito. Para ello debe romper las correlaciones siguientes, verificadas empíricamente. Está comprobado que entre más población joven, más ocio de los jóvenes ?entendido como tiempo fuera de la familia y la escuela?, más desempleo, más desigualdad en la distribución del ingreso, menor consumo per cápita y más concentración urbana, más delito. Estas correlaciones no se dan de forma aislada, sino que interactúan, lo cual potencia sus efectos negativos sobre la sociedad.


Por lo tanto, la sensatez obliga a actuar sobre estas variables asociadas al delito para reducir su incidencia. Por lo demás, lo recomendable es administrar dosis prudentes de prevención coyuntural, de justicia penal ?severa cuando corresponda, pero siempre justa? y de intervención directa. Entonces, sí será posible romper el círculo vicioso.

G

 

Política


¿Posada Carriles en El Salvador?

 

 Ninguna autoridad gubernamental se atrevería a responder afirmativamente a la pregunta que encabeza este comentario. El presidente Saca dijo haber girado órdenes expresas para impedir que el terrorista anticastrista entre al país, no obstante las cuentas pendientes que tiene el personaje en cuestión con la justicia salvadoreña. Un prominente funcionario de derecha, Mario Acosta Oertel, ex ministro de Interior, acusado por Fidel Castro de haber sido uno de los protectores de Posada Carriles en el país, ahora convertido en asesor del presidente, ve lejana esta posibilidad porque, según él, "con las medidas de emergencia nacional del Consejo de Seguridad Nacional para evitar que terroristas internacionales ingresen a nuestro país a hacer daño o intentar hacerlo hacia otros países desde El Salvador (sic), creo que las posibilidades de ingreso de Posada Carriles van a ser menores".

G

 

Economía


El incremento del costo de la Canasta Básica Alimentaria

 

 En esta semana se dio a conocer los resultados de la encuesta realizada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC) en la que se evidencia el incremento en el costo de la canasta básica alimentaria (CBA). Según dicha entidad, el incremento de precios en los productos que constituyen la CBA data desde el mes de marzo del presente año y todo parece indicar que la tendencia alcista se mantendrá, ya que se encuentra correlacionada con el incremento en los precios del petróleo.

G

 

Sociedad


Violencia juvenil en Europa

 


El “Plan Súper Mano Dura” que el gobierno de ARENA puso en marcha la semana pasada refleja la enorme importancia que el problema de la violencia juvenil de las maras ha adquirido para la sociedad salvadoreña. Este problema, presente en la vida cotidiana de nuestras comunidades y que se convirtió en el tema estrella de la campaña electoral del entonces candidato Antonio Saca, tiene como protagonistas a las maras Salvatrucha y 18, presentes no sólo en El Salvador, sino que sus redes se extienden en el ámbito internacional, fundamentalmente en los Estados Unidos.


La violencia juvenil pandillera no es, sin embargo, un problema exclusivo de los Estados Unidos y de los países latinoamericanos, si bien la prensa diaria y la industria cinematográfica de Hollywood así lo han representado. Los países europeos se enfrentan a un fenómeno creciente en los últimos años y que parece no presenta las dimensiones necesarias para ser tenidos en cuenta con la seriedad que les corresponde a las instituciones gubernamentales. Se trata de las pandillas neonazis, popularmente conocidas como skinheads o “cabezas rapadas”.

G

 

Regional


Tensiones internacionales por Posada Carriles

 

El terrorista cubano Luis Posada Carriles tiene una larga experiencia en provocar tensiones internacionales. El indulto con que lo favoreció la ahora ex presidenta panameña Mireya Moscoso ha enrarecido las relaciones diplomáticas entre el país centroamericano y Cuba. Las tensiones han subido de tono entre ambas naciones. El gobierno panameño expulsó al embajador cubano. Al conocerse la liberación de Posada Carriles, el gobierno de La Habana emitió un comunicado donde se criticaba acremente la decisión.

G

 

Derechos Humanos


Cadete y Fuerza Armada condenados

 

 La Fuerza Armada de El Salvador, ha sido catalogada como una de las instituciones que supuestamente se transformó a partir de los Acuerdos de Paz suscritos en 1992. De hecho, su misión constitucional sufrió algunas modificaciones y se le alejó de las funciones de seguridad pública. Por otra parte, resulta verificable que la participación directa en la política, por parte de militares de alta, se ha limitado considerablemente.


Pero también, entre sus pretendidos cambios, la Fuerza Armada ha intentado hacer algunos que se vinculan con la formación y capacitación de sus tropas y de sus futuros oficiales, para tales tareas, se ha hecho énfasis “en la preeminencia de la dignidad humana y de los valores democráticos, en el respeto de los derechos humanos” que todo militar debe adquirir.


Los acuerdos de paz provocaron mucho más que simples reformas legales y constitucionales, ya que se propició además, que la institución armada se insertara en un proceso de modernización, como consecuencia del fin del conflicto, porque fue obvio que el contexto político e institucional cambió y esto les exigió implementar una educación militar con fundamentos doctrinales y jurídicos que estuvieran en concordancia con principios democráticos y el respeto a los derechos humanos.


En ese sentido, las principales academias de formación de oficiales, la Escuela Militar General “Gerardo Barrios” y la Escuela de Aviación Militar, han sido las responsables de formar científica, moral y físicamente a sus Cadetes con estos nuevos principios.


Pero casi diez años después que se iniciaron estos cambios, un grave crimen ocurrido en las instalaciones de la Escuela de Aviación Militar trascendió a la opinión pública e hizo volver los ojos para escudriñar al interior de los estamentos de uniforme. El 31 de mayo de 2001, el cadete de tercer año, Erick Mauricio Peña Carmona murió a consecuencia de un brutal castigo impuesto por dos cadetes de grado superior.


Tal como lo hemos comentado antes desde este espacio, la noche del crimen, los cadetes Carlos Mauricio Melara y César Humberto Dorat, colocaron en posición de trípode a los alumnos de tercer año. Esta postura consiste en apoyar el cuerpo sobre tres puntos: la cabeza y los dos pies, colocándose los brazos en la espalda. Así fueron obligados a colocarse sobre un escritorio dentro del salón de clases.


La práctica de esta posición se encuentra prohibida dentro de la Fuerza Armada, debido a las graves consecuencias que puede traer para quien la practica. Pese a ello, Melara y Dorat impusieron este castigo, lo que de entrada desdice la supuesta disciplina que se guarda al interior de los cuarteles.


El motivo de esta conducta indebida fue una no comprobada “mala cara” que el cadete Erick Peña le había hecho a un oficial superior. Lo extraño del caso es que el oficial, supuestamente ofendido, ni siquiera tomó ninguna represalia contra Erick y este correctivo fue aplicado a sus espaldas.


Una vez que se tenía a todo tercer año en trípode, Dorat comenzó a azuzar a Melara, para que castigara a Erick Mauricio. Este último negaba cualquier indisciplina y reiteraba su inocencia. Es así como Melara ordena a Erick que se traslada hacia el fondo del salón de clases y en ese instante Dorat hace la instigación final: “tenés luz verde, dale con todo, dale sin asco”. Inmediatamente Melara le propinó un fuerte puntapié a Erick en la zona del abdomen, para lo cual tomó un paso de impulso hasta hacer impactar su bota jungla con el cuerpo de la víctima. Ese fue el golpe mortal para Erick Mauricio.


Esta acción —injustificable— ha estado en discusión durante más de tres años en el sistema judicial. El eterno estira y encoge entre víctimas, victimarios y funcionarios ha tenido lugar todo este tiempo. Finalmente, hace unos días se llevó a cabo la vista pública en contra de los acusados.


En dicha diligencia judicial, la parte defensora alegó básicamente los siguientes puntos: que el trípode y el uso de puntapiés, sumado a otros flagelos inhumanos, son “una costumbre” en la Fuerza Armada y como tal no debía censurarse a los imputados sino a la formación militar en su conjunto. Además, dijeron que este tipo de contexto convertían al delito cometido en uno culposo, no doloso como alegaban los acusadores. La diferencia básica entre el dolo y la culpa es que en el primero de los casos se sostiene que hay intención del atacante y en el segundo, que todo ocurre por un simple accidente.


Por su parte, los acusadores sostuvieron que en este caso existía un dolo eventual, que consiste en que el agresor, si bien no quiere directamente el resultado producido, es capaz de figurárselo o imaginárselo como posible y no obstante, asume el riesgo de su conducta, debido a ello tiene que responder por una conducta intencionada.


Así las cosas y luego de escuchar a las partes y a los testigos, el pasado 27 de agosto, el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador encontró culpables a los cadetes Carlos Melara y César Dorat por el delito de homicidio en perjuicio de Erick Mauricio Peña Carmona, al primero como autor directo y al segundo como instigador. Los jueces determinaron que efectivamente operó el dolo eventual y los condenó a cumplir la pena de diez años de prisión. Esta decisión judicial sienta un precedente importante en la jurisprudencia salvadoreña, que se había resistido durante años a admitir el dolo eventual en una sentencia condenatoria.


Es importante apuntar que, a pesar de que los jueces encontraron una responsabilidad individual en los acusados, no dejaron de lado que también de manera indirecta, la Fuerza Armada tuvo mucho que ver con este asesinato. Expresaron, que con este fallo intentaban además mandar un mensaje a los hombres y mujeres del ejército, en el sentido que ya no pueden seguir poniendo en riesgo la vida de todos los que ingresan a sus filas, ya que eso es lo que han hecho durante años, con una visión equivocada del castigo y de la obediencia.


Remataron los jueces, diciendo que el objetivo de la Fuerza Armada es proteger la vida, no arrebatarla. Ello destruyó uno a uno los ilógicos argumentos de la defensa de estos cadetes, que justificaban el accionar de los condenados, en que este tipo de trato salvaje era el resultado de una “costumbre” institucional. Uno de los defensores agregó que los militares son formados “para maltratar a sus semejantes”. Tales aseveraciones fueron desechadas por los administradores de justicia y ojalá también se desvanezcan en las escuelas militares y en los cuarteles.


Por otra parte, el mismo Ministro de Defensa, general Otto Romero, avaló la decisión judicial, reiterando que ese tipo de castigos están prohibidos en la institución castrense y que la muerte de Erick Mauricio era una situación aislada.


Contradictoria o no la posición del alto mando y los abogados defensores de los cadetes, lo cierto es que, el cadete Peña Carmona fue víctima de la crueldad institucionalizada, producto de comportamientos heredados del pasado, en el que la Fuerza Armada era una de las principales violadoras de los derechos humanos.


Según un miembro del ejército mexicano que visitó nuestra Universidad el año pasado, la formación de cadetes en las Fuerzas Armadas de muchos países de América Latina está diseñada “para despersonalizar al individuo, para que renuncie a sus principios y renuncie a su esencia como persona”


Al final, este juicio ha brindado un poco de justicia, en un país en donde es muy difícil tener acceso a ella. Ya vendrán las presiones y los intentos mezquinos por querer revertir el fallo. En su momento también nos enfrentaremos a ello. Lo cierto es que por ahora, podemos decir que la vida ofrendada por Erick Mauricio ha servido para revisar la eficacia de los cambios y transformaciones que hacen falta, y que su riqueza radica en la realización de tres logros: se obtuvo justicia para sus padres, se realizaron cuestionamientos a la educación de los cadetes de la Escuela Militar y se podo sentar por segunda vez ante la justicia a miembros de la corporación armada, la cual ha dejado de ser “intocable”.

G

 


 


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