Año 20

número 871

septiembre 22

1999

ISSN 0259-9864

 

 

Editorial Monseñor Romero, un verdadero patriota

Política ¿Civilizar la política?

Economía Reforma tributaria: ineficacia y desaciertos

Regional Un asunto de intereses...

Derechos Humanos La impune inmunidad (II)

Noticias

 

 

 

 

Monseñor Romero, un verdadero patriota

En nuestro país se ha puesto de moda rendir tributo, como héroes nacionales, a figuras políticas o militares que, vistos con objetividad y honestidad, no son tales. Si para algo debieran servir las celebraciones del mes de septiembre es para traer a la memoria a aquellos salvadoreños que sí contribuyeron, con su trabajo y su ejemplo, a que en El Salvador imperaran los valores de la paz, la justicia y la solidaridad. Y no cabe ninguna duda de que entre esos salvadoreños figuraría —debería figurar con todo derecho— Monseñor Oscar A. Romero, cuyo compromiso decidido con la construcción de un El Salvador en paz, justo y solidario sólo las mentes más obtusas se pueden negar a aceptar. Reconocer a Mons. Romero como un héroe nacional, como un patriota en el sentido pleno de la expresión, exige como paso previo desmitificar algunas de las visiones que, sobre su figura y trabajo pastoral, se han venido tejiendo.

Las distorsiones comenzaron en vida de Mons. Romero. Así, en una hoja volante se caracteriza una misa suya —celebrada en la Iglesia María Auxiliadora, el 19 de julio de 1977— como una "misa-mitin" y además se califica al Arzobispo como "agitador profesional" que hace el "cachete a las organizaciones marxistas". Todavía hay quienes piensan así; todavía hay quienes aceptan, sin el menor ánimo crítico, esta imagen equivocada —fraguada por los sectores más duros de la derecha salvadoreña en los años setenta y ochenta.

Como contrapartida, están los que ven a Monseñor Romero como un hombre ingenuo y de buena fe, a quien le se forzó (por las vías del engaño y la manipulación) a que hiciera cosas y apoyara causas ajenas a su quehacer de pastor. Monseñor Romero era bueno —dicen—, pero tuvo malas influencias (entre otras las de los jesuitas), las cuales se valieron de su humildad y debilidad de carácter. Por tanto, de lo que se trata ahora es de rescatar a ese Monseñor Romero espiritual; es ese Monseñor Romero el que debe ser canonizado.

Por último, están aquellos que ven al Arzobispo asesinado como un hombre con ideas claras, unívocas, que siempre sabía a qué atenerse o qué decisión tomar. Para éstos, Monseñor Romero es una especie de superhombre, incapaz de titubear o dudar: sus decisiones y opciones las tomó a partir de valoraciones frías y diáfanas de la realidad. Coherencia, frialdad, claridad y determinación: ¿no son estas acaso virtudes que sólo los santos o los seres humanos extraordinarios pueden tener?

Pese al arraigo de esas visiones de Monseñor Romero, las tres, cada una a su modo, falsean lo que fue su presencia en la realidad histórica salvadoreña. Comencemos con la última de ellas. Esta olvida una cosa importante: que Monseñor Romero fue un ser humano, extraordinario sí, pero no por no equivocarse o no dudar, sino porque en medio de dudas, equivocaciones y rectificaciones pudo medirle el pulso al país en aquellos años aciagos y tomar decisiones difíciles para él y para la Iglesia. Su Diario personal no deja dudas al respecto: Monseñor Romero no siempre tuvo claridad plena acerca de lo que pasaba en el país o acerca de cuál era la mejor forma de responder ante las distintas coyunturas —sangrientas muchas de ellas— que se presentaban.

Fue un hombre abierto a lo que los demás podían decirle o enseñarle, sobre todo a lo que le podían decir los más pobres de El Salvador. Y en esto radicó lo extraordinario de él: en haber sido un ser humano cabal, un ser humano que con sus debilidades, titubeos, incertidumbres pudo, tras buscar incansablemente los "signos de los tiempos", estar a la altura de las exigencias que planteaba la realidad histórica salvadoreña, responder a lo que el país esperaba de su líder espiritual. La santidad de Monseñor Romero —lo que de extraordinario hubo en él— no excluye su humanidad —con sus debilidades y desaciertos—, sino que más bien la presupone y exige como algo constitutivo. Ignacio Ellacuría llegó a decir que con Monseñor Romero "Dios pasó por El Salvador", pero con el Monseñor Romero humano, hombre, persona de carne y hueso, con debilidades y virtudes.

Esto nos lleva a la segunda perspectiva: la que insiste en la dimensión espiritual de Monseñor Romero. Según esta lectura, el bueno de Monseñor Romero fue manipulado, dada su debilidad de carácter, por quienes querían imponer sus propios intereses al país y a la Iglesia. Para quienes ven así las cosas, Monseñor Romero era un ser dócil y sin carácter, que hizo lo que hizo por influencia de otros. Pues bien, ni su Diario, sus Cartas pastorales y Homilías ni la experiencia que tuvieron con él distintas personas avalan esta visión tan simplista de su figura. Sin dejar de tener altibajos psicosomáticos —¿quién incluso con menos presiones no los tiene?—, Monseñor Romero fue, en momentos cruciales, una personalidad de carácter, capaz de asumir con determinación, tras haber reflexionado detenidamente, decisiones difíciles y peligrosas. Un ser dócil y sin carácter no hubiera enfrentado a los militares y a los grupos de poder económico, habida cuenta de los mecanismos de seducción y chantaje de los que éstos quisieron valerse para sumarlo a sus filas o, al menos, para que dejara de ser tan molesto.

Asimismo, sin dejar de escuchar a otros —militares, empresarios, profesionales, políticos, miembros de organizaciones populares, guerrilleros—, Monseñor Romero, tras consultarlo consigo mismo, decidió hacer o decir, por su cuenta y riesgo, lo que a él le parecía correcto. Aquí su Diario personal —ese conjunto de reflexiones cotidianas y pláticas consigo mismo y con Dios que Monseñor Romero hizo desde el 31 de marzo de 1978 hasta el 20 de marzo de 1980— es crucial para entender las encrucijadas en las que se vio envuelto, así como el modo en que fraguó muchas de sus decisiones.

Finalmente, llegamos al primero de los puntos: el que se refiere a la relación de Monseñor Romero con la izquierda armada. La óptica que hemos expuesto antes —la que identifica a Monseñor Romero con los grupos marxistas— deja de lado —quizás intencionalmente— una sus facetas más sobresalientes: sus críticas y su rechazo a la violencia como medio para resolver los problemas nacionales. Y ello porque era consciente —como pocos en su tiempo— de que la violencia, al multiplicarse, se convierte en un "espiral de violencia", del cual los más perjudicados terminan siendo los que no poseen arma alguna para defenderse: los pobres. Por supuesto que era consciente de que una situación de aguda "violencia represiva" podía arrinconar a determinados sectores de la sociedad a optar por la "violencia revolucionaria", la cual en cierto modo se explicaba como resultado de aquélla.

Pero eso no significaba para él aceptar o, peor aún, aplaudir las acciones de las organizaciones político-militares. Incluso al igual que contra la "violencia institucionalizada", la "violencia represiva" y la "violencia terrorista", Monseñor Romero criticó y rechazó tajantemente lo que él llamó "violencia fanática": "esa violencia fanática que casi se hace 'mística' o 'religión' de algunos grupos o individuos. Endiosan la violencia como fuente única de justicia y la propugnan y practican como método para implantar la justicia en el país. Esta mentalidad patológica hace imposible detener el espiral de violencia y colabora a la polarización extrema de los grupos humanos".

Por otra parte, aunque Monseñor Romera era consciente del fanatismo al que eran proclives estos grupos —fanatismo que él condenaba—, sabía también de las razones que los habían llevado a su opción violenta y de lo necesaria que era su participación —al igual que la de los militares, los empresarios y los políticos— en la solución de la problemática nacional. La relación de Monseñor Romero con la izquierda armada salvadoreña, en la década de los años setenta e inicios de los años ochenta, no fue simple ni unívoca. La tesis de la identificación de Monseñor Romero con los grupos político-militares, con su praxis e ideología, no tiene sustento alguno en la realidad. Tampoco lo tiene la tesis que afirma que Monseñor Romero condenó, sin matiz o consideración alguna, la opción revolucionaria tomada por esos grupos. Monseñor Romero trató de entender, no justificar, esa opción revolucionaria; no fue ajeno a sus peores implicaciones —el fanatismo, la absolutización de la organización, el temor que despertaba—, pero estaba claro de que la solución (o agudización) de la problemática nacional tenía que ver con el modo en el que esos grupos se fueran perfilando en el escenario socio-político del país.

Monseñor Romero pudo hacer lo que hizo, porque fue un hombre a carta cabal, comprometido con los problemas de su país y consciente del rol que le tocaba jugar en las difíciles circunstancias por las que el mismo atravesaba. Fue un hombre honrado con la realidad. Ahora que muchos en El Salvador rinden honores a figuras que vivieron para la guerra y para exterminar a otros —como Domingo Monterrosa o Roberto D'Aubuisson— es bueno recordar a quienes vivieron para defender la vida, la paz y la justicia entre los salvadoreños. Monseñor Romero es figura señera en la defensa de esos valores. Monseñor Romero fue un verdadero patriota, a la vez que fue un verdadero cristiano. Como tal merece ser recordado y celebrado por todos los que en El Salvador y en el mundo creen que vale la pena comprometerse con la defensa de la vida, la convivencia pacífica, el respeto a los demás, la tolerancia y la justicia

 

 

 

¿Civilizar la política?

El sistema político nacional está inserto hace meses en la carrera hacia las futuras elecciones. Al FMLN, por su parte, parece estarle dando buenos resultados reconocer a todas sus tendencias y garantizar una cuota de poder a cada una de ellas a través de mecanismos democráticos. ARENA, en tanto, pese a tener lista su planilla de diputados y a estar fraguando una campaña publicitaria de gran magnitud, continúa varado en la difícil tarea de elegir al que será el contrincante de Héctor Silva en los comicios de marzo de 1999.

Esto constituye una novedad significativa respecto de los procesos electorales anteriores. Ha sido una constante que los partidos de izquierda formen coaliciones para enfrentar los procesos electorales —síntoma de que su capacidad de arrastre es limitada—; pero ahora resulta que el partido oficial también está empezando a considerar la posibilidad de una alianza con sus amigos de derecha, lo cual era impensable hasta hace muy poco para un ARENA, que se ha considerado casi invencible y absolutamente autosuficiente.

Con Silva, la izquierda ha demostrado su capacidad de llevar a cabo una buena administración. Y es esto, la evidencia empírica, lo que ha puesto en jaque a ARENA. Muchas veces se ha dicho que el gran reto de los partidos políticos está en el hacer. Que pueda haber un balance positivo tras un número determinado de años de gestión es la mejor arma, y la única auténtica además, contra el descrédito en el que se hunde cada casi sin remedio la política en este país. Pues bien, eso es justamente lo que la izquierda ha logrado con el edil capitalino y, dicho sea de paso, lo que no ha podido conseguir con sus diputados en la Asamblea.

Héctor Silva es, en efecto, una excepción en la vida política nacional. Y lo es en varios sentidos. En un inicio, fue excepcional que la coalición FMLN-USC lograra agenciarse la más decisiva alcaldía del país con su nombre; como también lo fue que no se tratara de un furibundo militante izquierdista, sino de un ciudadano más interesado en la política. Hacia el final de su mandato puede verse que su compromiso con los intereses de la comuna, la fidelidad que ha pretendido guardar con los proyectos con los que se comprometió y la honestidad, transparencia y ecuanimidad de su administración son excepcionales.

Todas estas excepciones son las que han dado pie a lo que podríamos llamar el "fenómeno Silva". "Fenómeno" que parece estar ejerciendo una importante de influencia en el sistema político salvadoreño. Por un lado, no parece desacertado suponer que la decisión de vender a Francisco Flores con las cualidades con las que se le vendió (intelectual moderado, con deseos renovadores...) provino, al menos en parte, del triunfo que la imagen de Héctor Silva trajo a la coalición de izquierda. Por otro, y situándonos ante el próximo proceso electoral, la independencia —pretendida o real, según sea el caso— que ha caracterizado a estas figuras puede ser lo que, en buena medida, esté motivando el surgimiento de las candidaturas independientes.

Hay, por supuesto, otros factores determinantes en la aparición de esta nueva "moda" política. El profundo desencanto con el espectro de partidos existente en El Salvador y los antecedentes de sistemas políticos de otros países latinoamericanos (Venezuela, Perú, Colombia) que han dado cabida a ciudadanos interesados en ocupar cargos públicos pero renuentes a recibir el respaldo partidista, son quizá los más decisivos. Pero la noticia de que a Herman Bruch, Orlando de Sola y Mauricio Meyer les gustaría lanzar una candidatura independiente no ha sido bien recibida ni por los partidos ni por los analistas políticos. El argumento central del rechazo se basa en la presunta inconstitucionalidad de la iniciativa. Según estas opiniones, nuestra Constitución exige a todo aquel que quiera convertirse en representante del pueblo una postulación mediatizada por un partido político.

Pero más allá de las trabas legales que tendrá que afrontar el proyecto, conviene detenerse un poco en el mero hecho de su aparición. El deseo de algunos ciudadanos de tomar las riendas del poder, o cuando menos de tener acceso a las principales instancias de toma de decisiones, ha aflorado en un momento de creciente desencanto con el ejercicio de la política; creciente toma de conciencia por parte de la ciudadanía sobre la relación política-devenir nacional; ausencia de líderes convincentes; apretada situación económica; y falta de alternativas políticas y sociales viables para enfrentar una serie de problemas que la mayoría considera críticos.

El llamado de los "independientes" a "politizar la sociedad y civilizar la política" es sugestivo. Sobre todo cuando lo que tenemos es más una sociedad politizada que una política civilizada. Es de todos conocido que el país está harto ya de las pugnas de poder entre los partidos, del divisionismo que fractura interminablemente a las opciones de centro, de los privilegios que la derecha insiste en mantener para un pequeño círculo de beneficiados, del oportunismo y la corrupción de los funcionarios... En ese sentido, que desde la ciudadanía misma emerjan alternativas que busquen total autonomía respecto de la lógica partidaria puede ser sano para el proceso de democratización. Se trataría de ciertos esfuerzos significativos por llevar a la Asamblea, si no un numeroso caudal de votos, sí la voz de personas más cercanas a los intereses de los ciudadanos que a los de un determinado partido.

Ahora bien, poner demasiadas expectativas en una postulación personal puede ser, además de precipitado, riesgoso. En primer lugar, no deja de ser irresponsable que los interesados hayan comenzado a despertar expectativas, sin haberse cerciorado antes de las posibilidades reales que tiene su propuesta de concretarse. En segundo lugar, pensar que el arribo de independientes al Organo Legislativo supondrá una especie de triunfo o profundización de la democracia es, más que ingenuo, erróneo. Los casos de Chávez en Venezuela y de Fujimori en Perú son claras muestras de cuando el caudillismo, valiéndose de la democracia, socava aspectos centrales de un régimen político democrático, como lo son la separación de poderes y el respeto a la legalidad.

Estos son, claro está, casos extremos. Pero sin ir más lejos, quedémonos en Kirio Waldo Salgado, actual diputado del PLD y precursor de eso que se ha dado en llamar políticos independientes. La práctica política de Salgado hoy en día, pasados ya varios años del aspaviento que despertaran sus denuncias de corrupción, no se diferencia en mucho de la práctica de aquellos políticos que él criticaba en un inicio. Ciertamente, no se le ha acusado hasta el momento de corrupción ni parece hacer arreglos bajo la mesa con los partidos mayoritarios, pero tampoco puede decirse de él que se desviva defendiendo los intereses de la mayoría. Ni siquiera se tiene claro a qué sectores representa ni cuáles son los objetivos de su permanencia en la Asamblea.

Algo similar cabría esperar de los que hoy aspiran a un curul. No se trata de personas que destaquen por su espíritu de servicio a la comunidad, sino más bien de individuos cuyos vínculos conservadores o antigua filiación a la derecha radical despiertan serias dudas sobre si fuese productiva o no su inmersión al pleno. Estas iniciativas pueden despertar optimismo entre quienes sostienen la inutilidad de los partidos. A ellos habría que recordarles que, si bien es cierto que estos desarrollan una dinámica que corre permanentemente el riesgo de ser perjudicial y no beneficiosa para la ciudadanía, también lo es que los partidos, en cuanto formadores de cuadros, aglutinadores de objetivos e ideales y amplia capacidad organizativa, son piezas fundamentales en la construcción de la democracia.

Los partidos son instituciones llenas de vicios, sí. Pero están formadas por personas que como Bruch, de Sola y Meyer aspiran al poder y en ese aspirar o en ese ejercicio se vuelven viciosos. La independencia de un ciudadano respecto de los partidos tradicionales no es garantía de beneficios para la democracia, del mismo modo en que no lo son los partidos tradicionales mismos.

 

 

 

Reforma tributaria: ineficacia y desaciertos

El déficit fiscal ha sido una constante a lo largo de los tres gobiernos de ARENA, pero en los últimos años la problemática se ha agudizado debido a que, entre 1998 y 1999, el citado déficit se ha incrementado de 1.3% a 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB). Esto pese a que durante los últimos años los incrementos en el presupuesto han sido moderados y se han situado entre un 5% y un 7% anuales. En buena medida, el incremento del déficit obedece a la ineficacia de las medidas de reforma tributaria con las que los gobiernos areneros han querido enfrentarlo, pues éstas, a la vez que contemplaron la introducción de nuevos impuestos, proyectaron la eliminación de otros y, a final de cuentas, no han arrojado resultados en materia de control del déficit.

No es extraño entonces que uno de los ofrecimientos del presidente Flores durante su discurso de toma de posesión haya sido "mantener finanzas públicas sanas", y que posteriormente propusiera medidas como: reducir el gasto público; crear un código tributario; simplificar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para el sector informal y eliminar las exenciones para alimentos y medicinas; eliminar la base exenta de 75,000 colones para el pago de impuestos y medidas contra el contrabando (Proceso, 861).

Sin embargo, a excepción del último ofrecimiento, todas estas promesas parecen haber sido abandonadas. Ello a juzgar por las reformas tributarias que, a iniciativa del Ministerio de Hacienda, fueron aprobadas por la Asamblea Legislativa para dar paso a la formulación del Presupuesto General de la Nación para el año 2000. Tales reformas implican modificaciones a las leyes del Impuesto al Valor Agregado (IVA), al Impuesto sobre la Renta y al combate del contrabando, pero no en la línea ofrecida por Flores. En lo que sigue se reseñan algunas de sus principales características y se hacen algunas consideraciones sobre la necesidad de implementar otro tipo de medidas para financiar el Presupuesto General de la Nación.

En el caso de las reformas a la Ley del IVA, se aprobó la eliminación del crédito fiscal para la compra de alimentos y víveres para empresas que no se dediquen a la administración de restaurantes o similares y para la compra, arrendamiento, reparación o mantenimiento de vehículos como automóviles, aviones, helicópteros, barcos, yates, motos acuáticas y otros. Cabe aclarar aquí que la eliminación del crédito fiscal a la compra de alimentos y víveres es diferente a la eliminación de las exenciones al pago del IVA ofrecidos anteriormente por el Presidente Flores, ya que esta última se aplica sólo para los cereales, vegetales y medicinas, que actualmente están exentos del pago de ese impuesto.

Las reformas a la Ley del Impuesto sobre la Renta contemplan el endurecimiento de los procedimientos para la declaración del patrimonio y la eliminación de las deducciones de la renta por gastos de viajes, viáticos, donaciones y contribuciones. Además, se proyecta descontar el impuesto sobre la renta por actividades profesionales, técnicas y de servicios de transporte, contaduría, abogacía, deportivas, musicales y cualquier otra actividad que no requiera de título universitario. Por otra parte, en lo relativo a la Ley de Contrabando se procedió a crear un nuevo capítulo sobre "los delitos de contrabando y de la defraudación de renta de aduanas", el cual tipifica y señala sanciones administrativas contra quienes cometan infracciones en la importación y exportación de productos.

De acuerdo al director de Impuestos Internos, Irving Tóchez, gracias a estas enmiendas se recaudará cerca de 1,000 millones de colones adicionales a lo que se tenía programado, con lo cual se reduciría significativamente el déficit fiscal del año 2000 y se podría contemplar leves incrementos en el Presupuesto General de la Nación. Sobre este último punto, según el ministro de Hacienda, José Luis Trigueros, se espera que el Presupuesto General de la Nación para el año 2000 experimente un incremento de entre 4% y 6%, lo cual implica que se situaría en un rango de entre 17,800 y 18,100 millones de colones. Para el financiamiento del presupuesto se depende tanto de los ingresos tributarios como de la contratación de empréstitos y emisión de bonos; pero, aun con las reformas tributarias aprobadas, se estima que se requieren 2,300 millones de colones adicionales para financiarlo. De esa suma, 1,000 millones serían contratados con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y 150 millones se obtendrán de la emisión de eurobonos. Los restantes 1,150 millones de colones aún deben ser gestionados ante organismos internacionales u obtenidos a partir de una nueva emisión de bonos.

Es decir, que de no haberse aprobado la reforma tributaria recién reseñada, el déficit fiscal en el 2000 se habría incrementado en cerca de un 1%, situándose a niveles de cerca de un 3.3% del PIB. Esto resulta preocupante debido a que implica que no hay recursos para satisfacer las ingentes necesidades del área social y del desarrollo agrícola, por ejemplo.

Sin embargo, según Trigueros, "los ministerios que recibirán más aumento presupuestario serán los de educación, salud, seguridad pública y agricultura", con lo cual se pretende completar las contrataciones de profesores y personal de salud, así como mejorar la seguridad del país y fortalecer la diversificación agrícola. Aunque se desconocen los montos específicos que se asignarán para cada rubro, lo cierto es que, considerando la limitada expansión del presupuesto, no cabría esperar ningún cambio significativo.

Por otra parte, al revisar el comportamiento del gasto social resulta evidente que, aunque se le asignara la totalidad del incremento en el gasto —poco más de 800 millones de colones—, no se estaría provocando ningún cambio significativo. Para 1999, los presupuestos de salud y educación representaron un 9.2% y 16.7% del presupuesto, lo cual, de cara a la evidencia, resulta insuficiente para hacer frente a las demandas en estos campos.

En resumen, la situación de las finanzas públicas evidencia la necesidad de incrementar la carga tributaria para colectar mayores ingresos tributarios, reducir la tendencia hacia el endeudamiento, controlar el déficit fiscal e incrementar el gasto público en el área social y el desarrollo del sector agropecuario. Debido a que las reformas tributarias implementadas hasta ahora ya colocaron la mayor carga sobre los sectores de menores ingresos (Proceso, 862), es justificable que se evalúen posibles incrementos a los impuestos de las grandes empresas. Además, esta es la única forma de financiar el gasto público sin castigar el ingreso disponible de los sectores más desfavorecidos.

Opciones como el incremento de la tasa del IVA, la eliminación de las exenciones de ese impuesto para alimentos y medicinas, incorporación de las empresas informales en el pago del IVA, incorporación de la prestación de servicios técnicos al pago de la renta, etc., son medidas que, aunque podrían disminuir el déficit fiscal, cargan más a los sectores de menores ingresos, a los cuales, al menos en teoría, se pretendería beneficiar con el gasto público.

 

 

 

Un asunto de intereses...

Como ha quedado demostrado luego de la última visita del presidente de nuestro país a la República de Taiwan, no cabe duda que los gobiernos de ambas naciones están conscientes de que sus lazos comerciales son muy importantes para la consecución de ciertos objetivos de alcance nacional. Por supuesto, para quienes estamos en contacto cotidiano con los medios informativos esta afirmación no tiene nada de novedosa. En su afán de compensar las bajas expectativas de la población sobre este deslucido gobierno de ARENA, los medios han rodeado la prolongada visita de Francisco Flores a la nación asiática con la pompa que merecería un mandatario astuto y preocupado por el desarrollo de todos los sectores de la economía. Una evaluación a profundidad de las relaciones que poseemos con ese país ha estado prácticamente excluida del análisis de los grandes medios; de ahí que se haga necesario perfilar, en términos generales, la naturaleza real de dichos lazos.

Las relaciones entre nuestro país y la República de Taiwan no se han caracterizado precisamente por el equilibrio. Al menos hasta el año pasado, la balanza comercial entre ambos países aún daba signos de desventaja para las empresas nacionales. El Salvador había dirigido parte de su maquinaria productiva hacia la isla para obtener una ganancia de 600 mil dólares en intercambios comerciales de diferente índole; Taiwan, por su parte, habría recibido 33.7 millones de dólares por la exportación de sus productos a nuestro país durante el mismo período. En suma, desde 1992 hasta la fecha, sus relaciones comerciales con Centroamérica le estarían generando a la isla ganancias de alrededor de 200 millones de dólares anuales en promedio.

Evidentemente, la deficiente oferta que es capaz de generar el aparato productivo de la región centroamericana —de la mano de la falta de competitividad de sus economías— le asigna de antemano una función desventajosa en el marco de cualquier negociación comercial. Es un hecho que a Taiwan le es conveniente mantener cordiales relaciones con aquellos países que, a la larga, pueden llegar a constituir un bloque de mercados incondicionales, por la capacidad que han demostrado para absorber su producción y para facilitar la expansión de sus inversiones. Centroamérica, por su parte, le ofrece un absoluto apoyo diplomático, importante para que el mundo oiga lo que el gobierno taiwanés no puede expresar por su propia boca: su deseo de que ese territorio sea reconocido como nación independiente de la China Continental.

Así, los éxitos del presidente Flores pierden mucho de su valor; al menos de aquel que tanto los medios informativos como algunos funcionarios públicos han querido adjudicarle. Esos logros que ahora alientan a algunos sectores de la economía nacional eran más que previsibles. En la elaboración de la agenda de cooperación que se definiría durante la cumbre de presidentes ya habían dejado su huella los intereses económicos de la isla. Esos intereses se pueden identificar fácilmente: expansión financiera, inversiones transnacionales, indulgencia arancelaria y apoyo diplomático. Cualquier clase de astucia política bien pudo haberse dejado afuera de las maletas de viaje de los presidentes, puesto que lo único que se requería de estos —entre ellos, Francisco Flores— era su discurso y su firma; en otras palabras, el consentimiento definitivo de los términos en que se produciría la cooperación bilateral.

En el caso específico de El Salvador, no sería precipitado asegurar que la misión comercial que acompañó a Flores llevaba todas las intenciones de conformarse con muy poco por parte del país asiático. De hecho, el mismo Flores regresó, literalmente, con poco para unos cuantos. El establecimiento del First Commercial Bank de Taiwan en nuestro país pondrá a disposición del sector exportador una línea de créditos. Igualmente, este sector recibirá un moderado apoyo técnico para mejorar su rendimiento en la cosecha, recolección y tratamiento de sus productos. El sector cafetalero nacional se ha mostrado en extremo satisfecho con los acuerdos firmados por Flores; empero, los pequeños productores —en su mayoría dedicados a la producción de granos básicos— no han mostrado la misma gratitud.

La pequeña y mediana empresa, otro de los sectores más esperanzados por el viaje del mandatario, se han quedado con una ambigua oferta relativa a asistencia técnica. Por el momento, nada de dinero para ellos. A cambio, El Salvador ofrecerá una política de exención de impuestos a los inversionistas que deseen introducir sus empresas en suelo nacional, además de facilidades en las tramitaciones migratorias. Curiosamente, Taiwan no contempla aplicar este tipo de políticas en sus relaciones con Centroamérica. Seguramente, con eso garantiza que el intercambio de inversiones correspondientes al sector industrial y/o financiero mantenga el flujo unidireccional que hasta la fecha ha tenido: desde la isla hacia la región.

Otro tipo de proyectos de cooperación auspiciados por Taiwan en nuestro país no representan un eje significativo para el desarrollo nacional. Esa palabra ("desarrollo") baila por todo el texto de los acuerdos y las actas de la Cumbre de Taipei. A parte de cierta asistencia en la crianza de camarones y la utilización del bambú para la construcción de viviendas y muebles, ninguno de los proyectos impulsados por la nación asiática ha pasado de ser un esfuerzo aislado y con alcances mínimos en el marco de las necesidades nacionales. Asimismo, el prometido apoyo a este desarrollo debe pasar primero por el filtro de peticiones que las instancias oficiales le hacen llegar al gobierno taiwanés. En esta tarea, el mandato de Francisco Flores no ha roto con la tradición de sus predecesores. La política exterior siempre está orientada a obtener regalías para sectores estratégicos de la economía nacional; estratégicos en virtud del apoyo político que le otorgan al gobierno.

A ello se debe el que, al inicio de este análisis, retomáramos la importancia de definir las relaciones entre nuestro país y Taiwan en función de la consecución de determinados objetivos de alcance nacional. Mientras que a la isla le conviene alimentar las estropeadas economías de Centroamérica para fortalecer el frente diplomático que legitima sus exigencias ante la comunidad internacional, al gobierno de El Salvador la ayuda asiática (así como todo tipo de ayuda internacional) le cae del cielo para satisfacer las expectativas de los privilegiados por la política económica durante los últimos 10 años: agroexportadores, grandes comerciantes y banqueros.

La cumbre de presidentes de Taipei no ha servido más que para confirmar las tendencias de la política exterior gubernamental. La necesidad de impulsar con decisión un modelo de desarrollo económico sostenible sigue estando sometida a los privilegios que poseen ciertos grupos en la definición de las políticas económicas. Las anheladas consecuencias de la cooperación internacional no se concretan en la definición de una tendencia de despegue en la productividad nacional. Entre tanto, la gestión presidencial de Flores, incompetente para asumir el compromiso con un verdadero desarrollo nacional, no logra caer en la cuenta de que la debilidad de la economía forma parte del círculo vicioso que nos hace ser plato fuerte en el banquete de las naciones que, a sus anchas, recorren el mapa globalizado del nuevo milenio.

 

 

 

La impune inmunidad (II)

 

2. Con relación a la "partidarización"

Este aspecto tiene que ver con el anterior, pues resulta ser una actitud irresponsable con el país y su gente colocar los intereses particulares de un grupo político o de algunos de los integrantes del mismo —en cargos de dirección pública o con cierto tipo de influencia encubierta— sobre el "bien común", que apunta hacia una institucionalidad consolidada. Desde esa perspectiva y en el marco de la discusión televisada que nos ocupa sobre las postergadas elección del fiscal general y destitución de Peñate Polanco, las declaraciones de los diputados Argumedo y Araujo son ilustrativas.

El primero de estos "padres de la Patria", expresó lo siguiente: "Yo quisiera que le metiéramos el diente a eso y que habláramos claro. El Frente quiere la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, independientemente de que tenga derecho o no, que tenga razón o no, después de la pifia de ellos porque ellos fueron los que tienen a este procurador. Por mucho que hayan pedido perdón, la misma porquería fue porque es la responsabilidad de ellos, porque el procurador para la defensa de los derechos humanos que tenemos se lo debemos al Frente. Entonces, ¿qué sucede? Ellos quieren eso; ARENA quiere seguir conservando la Fiscalía General de la República. Así de fácil".

Araujo, por su parte, trajo a cuenta cuando meses antes —también en ese espacio televisivo— se refirió a lo mismo: "..yo quiero relatar brevemente lo que en este programa discutimos hace algunos meses con Salvador Samayoa. En aquel tiempo yo, sin ningún temor, señalé lo que había sido un acuerdo político entre nuestra fracción y la del Partido de Conciliación Nacional en el caso de Corte de Cuentas de la República. Hice toda una narración; luego, salió a la luz la discusión de que había habido un reparto con referencia a la Fiscalía".

Más adelante, sin abandonar el singular estilo mediante el cual intenta expresarse, el legislador del partido oficial agregó lo siguiente: "Quiero decir que ARENA ha sido un partido excesivamente tolerante y abierto. Revisemos los nombramientos de segundo grado que el Frente, sin tener mayoría, ha alcanzado. Creo que también habría que hacer una reflexión en el centro y en la derecha salvadoreña, en todas las organizaciones, porque creo que en esta tolerancia —apertura democrática— ha habido casi la entrega del poder judicial a estamentos que no debían de ser de izquierda. Una cosa es la tolerancia y otra que se trafique influencias en la Corte Suprema de Justicia".

 

3. Con relación a la transparencia

El nuevo procedimiento para efectuar elecciones de "segundo grado" fue anunciado con bombo y platillos, de cara a la reelección o sustitución de Manuel Córdova Castellanos en la Fiscalía. De eso presumió Araujo en algún momento de la citada entrevista: "Lo que hemos hecho nosotros —sostuvo— es un proceso al interior de la Comisión Política mediante el cual, por primera vez, hemos abierto una posibilidad y quiero decir que fue ARENA a través de mi persona como jefe de fracción de Alianza Republicana Nacionalista, que presentamos la moción de escuchar y buscar un método diferente que no llegasen a confrontar esos personalismos o caracterizaciones de los individuos que podrían servirnos sus nombres para el cargo de fiscal general de la República. Y fue así, yo no sé si para bien o para mal; la historia y la experiencia nos va a juzgar".

"Lo que hicimos —continuó el diputado— fue simple y sencillamente escuchar, recibir y mostrar una apertura y renunciar nosotros, no de hecho, ni totalmente, pero sí dejar de lado las propuestas de corte partidista de fracciones políticas y tener candidatos, y permitir a diferentes entes de la sociedad civil escucharlos. O sea, en especialización de la materia fue escuchada la UCA a través de la IUDOP, fue escuchada FESPAD, fue escuchado el Centro de Estudios Jurídicos, la Federación de Asociaciones de Abogados del país; inclusive otras ‘oeneges’ en el caso del procurador general de la República que están muy directamente relacionadas: la Asociación de Madres Demandantes, etcétera, etcétera. Y esto creo que ha sido una experiencia positiva".

Observando lo ocurrido durante estos casi tres meses transcurridos desde el inicio de tan afamado "proceso", ¿es posible creerle a Araujo cuando las personas que más posibilidades tienen ahora de ocupar la titularidad en esa institución no fueron mencionadas en dicha "consulta"? Un abogado interesado y con algún conocimiento de las intimidades parlamentarias nos comentaba recientemente que —pese a todo— era algo inédito. Sobre eso: quizás en El Salvador, sí resulta novedoso hasta cierto punto en lo relativo a las formas; pero en las desgastadas "democracias" de América Latina —esas que hoy enfrentan serias crisis pese a que antes, hace unas tres décadas, eran presentadas como modelos a seguir— era y quizás todavía sigue siendo un mecanismo para hacerle creer a la población que es tomada en cuenta.

Al respecto, fijémonos en el siguiente diálogo porque revela de forma patética la distancia entre lo dicho antes por Araujo y la realidad. Arene: "Diputado Argumedo, al parecer no es muy bueno encabezar las listas a la hora de la primera votación; no es del todo conveniente, porque pareciera más difícil que se conforme el consenso en torno a estas dos personas que encabezan la lista. Pareciera que si va a haber un consenso será sobre el resto de la lista o tal vez podría haber alguien que todavía no está en la lista..."

Argumedo: "Yo me atrevería a decir de que ARENA va a lograr por su candidato, va a lograr conseguir que se le sume gente y que va a lograr los 56 votos; ¿por qué? Porque está menos desprestigiada ARENA que el Frente, después de la experiencia infeliz del procurador general para la defensa de los derechos humanos del Frente —a quien yo responsabilizo— porque ellos, incluso, hasta un negociador mandaron a la Corte Suprema de Justicia a que lo limpiara de las cochinadas que tenía él ahí". Arene: "Pero luego le retiró el apoyo..." Argumedo: "¡Mentiras!, eso no es cierto". Arene: "No lo ratificó" Argumedo: ¿Quién dice que era necesaria la ratificación cuando estaba electo, juramentado y había tomado posición de su cargo? Ese es un resabio infeliz que está en el reglamento interior. Con eso lo que hicieron fue ‘pilatearse’; se lavaron las manos, según ellos. Es más, incluso decían ellos que se trataba de un hijo de un alto dirigente de ANDES que habían asesinado, que lo había quemado vivo la guardia".

Y siguió Argumedo: "...como usted decía, pareciera que encabezar a veces es una mala estrategia porque queman al candidato... No deja de ser un riesgo eso de aparecer en las primeras de cambio... Parte de la estrategia es ir manteniéndolo como ‘gallito tapado’, cuando uno ya sabe; porque, no nos engañemos, esto de la famosa sociedad civil no sirve. La sociedad civil son de izquierda y son de derecha. Las ‘oeneges’ son más de izquierda que de derecha; y cuando la UCA, cuando las ‘Comepan’ o ‘Comefam’ ya sabemos que son candidatos de izquierda los que mandan. Y si ahora nos tocara ver a los de APROAS mandar, mandarían uno de izquierda porque están ‘malestarados’ con los de ARENA". Convocan, pues, a la llamada "sociedad civil" teniendo tamaños prejuicios.

 

4. Con relación a la verdad

¿No es una total falta de respeto a la población salvadoreña mentir ante las cámaras con tanta desfachatez? Argumedo —quien estuvo observando la sesión cuando la UCA se entrevistó con la Comisión Política de la Asamblea, en el marco de la famosa "consulta" a la cual nos referimos antes— sostuvo lo siguiente: "¿Cuál es el mérito del licenciado Blanco? El gran mérito es haber acusado a los militares que los asesinaron a los... y por eso, la UCA va hasta las últimas consecuencias con él porque a lo mejor quieren que revoque la amnistía como fiscal general de la República... a lo mejor quieren un montón de cosas... A mí me daría tristeza que la UCA lo quisiera utilizar para que revocara el decreto de amnistía. A mí me daría tristeza de que una persona de su talante se prestara a eso o que los otros quisieran pasar ese tipo de factura. Y por eso dije, ¿cuál es el mérito de él? Haber sido acusador de los militares, cuando el resultado de quienes iban a ser condenados y quienes iban a ser absueltos ya se sabía. Ahí estuvo el doctor Mauricio Gutiérrez Castro dirigiendo los debates..."

Walter Araujo intentó no quedarse atrás: "...yo comparto con el doctor Argumedo que aquí ha habido un sesgo de manipulación de ciertos (sic) organizaciones no gubernamentales, pero hay unas que han saltado esa calidad, o sea yo creo que con mayor profesionalismo. Yo quiero mencionar —y el doctor creo que compartirá conmigo— que aunque haya más gente de izquierda en instituciones como FESPAD, o sea algunos personeros logran ciertas vinculaciones o afinidades de corte ideológico-jurídico. Entonces, tampoco podemos negar que ciertas personas dentro del Centro de Estudios Jurídicos, preponderantes, también tienen cierta relación de visión ideológica; ¿con qué? con sectores de la derecha salvadoreña. Pero tienen, como decir, una credibilidad. Y aquí nadie va a poner en tela de duda dónde se ubica la Universidad Católica en el país, o sea la UCA y el IUDOP; y nadie va a dudar dónde está el posicionamiento político de Rodolfo Cardenal y de Benjamín Cuéllar".

Tras lo anterior, un televidente llamó para recordar a los diputados y entrevistadores la posición institucional de la UCA sobre la elección del fiscal general; y Arene retomó esa intervención de la siguiente manera: "Usted levantó el argumento, diputado Argumedo, sobre la vinculación de ‘oeneges’ y partidos políticos, y particularmente en el caso de la izquierda; sin embargo, nos recuerda quien llamó que ellos precisamente apoyaron la reelección del fiscal Córdova, que fue un fiscal —entiendo yo— que no es de izquierda y que hubiera estado más vinculado con ARENA o, por lo menos, fue el partido que lo impulsó".

Léase bien la respuesta de Argumedo: "Lo mismo sucedió con el procurador general de la República. Lo apoyaron hasta las señoras que andaban reclamando cuotas; y después están procesadas ellas, porque a saber qué distrajeron y a dónde distrajeron el dinero para la campaña política. Entonces lo triste es eso: nosotros oímos sonar las campanas, pero no sabemos de dónde vienen. Después digo yo: ¡Ah!, con razón estas señoras andan apoyando al procurador, si querían impunidad también. Entonces, ¿qué sucede? Yo le diría exactamente el mismo argumento; yo le diría: mire, a Córdova lo estaban apoyando porque, de alguna manera, la izquierda estuvo manipulando la cuestión de los secuestros".

¿Cuál es, entonces, la "verdad" del diputado "independiente"? ¿Apoyó la UCA a Sidney Blanco por su supuesto interés de conseguir la derogatoria de la amnistía y el juicio a ciertos militares? ¿Apoyó la UCA a Córdova porque tiene algo que ver con delitos contra la libertad? ¿Tiene pruebas Argumedo de esa supuesta vinculación de la UCA con la izquierda y con algunos secuestros?

 

Breve conclusión

Por la falta de seriedad evidenciada, no esperamos respuesta a las anteriores interrogantes desde la Asamblea; únicamente diremos que la UCA apoyó a Córdova —ideológicamente situado en la derecha— por su desempeño aceptable y por las posibilidades que ofrecía para avanzar en la consolidación de la institución, en aras de combatir realmente a la impunidad. Pero sí nos inclinamos a formular otra pregunta para que se la conteste el pueblo salvadoreño: todo lo anterior, ¿es fruto de la ignorancia, el cinismo o la mala intención?

Y una última reflexión: si situaciones similares a lo observado en el Organo Legislativo salvadoreño ocurrían en Venezuela, tiene una sólida explicación el llamado "fenómeno Chávez"; quizás la gente —sobre todo después de tanto desencanto— no sepa con exactitud lo que quiere, pero parece que cada vez más se da cuenta de lo que no quiere. Y, en ese estado, se puede decidir a apoyar a quien le prometa desaparecer eso que rechaza, sin importar lo incorrecto de los métodos que para ello se utilicen y aunque no se ofrezca nada concreto a cambio. Entonces: mucho cuidado; en la Asamblea están jugando con fuego y en un posible incendio pueden haber muchas víctimas.

 

 

 

VOCERO. El presidente Flores anunció, el 17.09, el primer cambio en su gabinete de gobierno. Pese a que la semana anterior había asegurado que no removería a nadie de su puesto, hoy se anunció que la figura del vocero presidencial desaparecerá. Este cargo era ocupado por Ricardo Rivas, quien ahora se convertirá en el asesor de Flores en el campo de las comunicaciones. "Creemos que inicialmente esta figura [el vocero] envió la señal de que el Presidente estaba buscando distancia con la prensa. Creemos que ese mensaje es equivocado, y hemos platicado sobre redefinir el papel del vocero", afirmó Flores, a la vez que anunció que será él mismo quien brinde declaraciones a los periodistas. Mientras algunos consideran esta decisión como un fracaso de la estrategia comunicativa de Flores, él califica la gestión de Rivas como "muy positiva". Es más, indicó que fue el mismo Rivas quien le plateó la redefinición de las comunicaciones presidenciales. Por su parte, el ex vocero, quien en 108 días apareció ente los medios de comunicación en sólo dos ocasiones, declaró que regresará a sus ocupaciones anteriores. "Voy a continuar asesorando al Presidente cuando él lo requiera... vine a colaborar con este gobierno, el proyecto político, y estos momentos, tal como lo dijo el Presidente, no eran para un vocero. Mi razón de ser desaparece", declaró (EDH 18.09 p. 10 y LPG 18.09 p.5).

 

SILVA. El FMLN definió, el 19.09, una planilla de 17 miembros para el Consejo Municipal de San Salvador. El alcalde capitalino, Héctor Silva, preside la propuesta de Consejo del partido de izquierda. Pero el edil aclaró: "no soy más el candidato del FMLN desde que hablamos de una coalición". Silva espera ser el candidato de una coalición integrada por el Frente, la USC, los partidos que forman el CDU y un componente ciudadano. Incluso espera que el PDC se incorpore a la alianza. Por otra parte, el alcalde adelantó que, de ganar la alcaldía, su prioridad será llevar tranquilidad a las comunidades de alto riesgo. Asimismo, tiene planeado darle un "rostro humano" a la reconstrucción de la ciudad, especialmente para sus 130 mil habitantes más pobres. Pero antes, el alcalde debe esperar la decisión del CDU, que pide, entre otras demandas, que la coalición participe en las elecciones con una bandera única. No obstante, el FMLN ha pedido banderas separadas. Por su parte, Facundo Guardado, líder del movimiento reformista del Frente, y otros seis efemelenistas de esta misma tendencia, fueron electos como concejales de San Salvador. El ala ortodoxa, o corriente revolucionaria del FMLN, logró cuatro puestos. Guardado se dio por satisfecho. Expresó que el gobierno encabezado por Silva hizo mejores cosas en 28 meses que ARENA durante nueve años (LPG 20.09 p.14 y EDH 20.09 p.3).

 

CANCELACION. Ante la alerta amarilla decretada por las persistentes lluvias de los últimos días en el país, el presidente Flores canceló su viaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. "Mi obligación es siempre con los salvadoreños y entre estos, prioritariamente, los más vulnerables", expresó Flores en su mensaje dominical, el 19.09. Indicó que las comunidades que se encuentran en condiciones de riesgo, como las del Bajo Lempa, han sido equipadas con radios de comunicación y pluviómetros para medir el nivel del agua. "Nos mantendremos en estrecho contacto con las comunidades y estamos listos para evacuarlos, si el caso lo amerita", expresó. Asimismo, agregó que los albergues temporales ya están organizados y prometió que las bordas y los drenajes de las calles serán reconstruidos. En la Asamblea de la ONU, que inicia el 20.09, los líderes del mundo debatirán sobre las maneras de enfrentar los problemas del milenio. Según las últimas cifras de la ONU, 40 jefes de estado y 26 jefes de gobierno asistirán a la reunión. Este evento durará dos semanas y los mandatarios que asistan tendrán la oportunidad de expresarse ante una audiencia global, sobre lo que consideran los problemas más apremiantes en el mundo actualmente. Flores será sustituido en Nueva York por la ministra de Relaciones Exteriores, María Eugenia de Ávila (EDH 19.09 p. 12 y LPG 20.09 p. 18).

 

ANDES. La Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños (ANDES 21 de junio) suspendió, el 19.09, el paro de labores que mantuvo durante siete días para demandar aumento salarial. Las clases se reanudarán a partir del 20.09. Según explicó la dirigencia de ANDES, los titulares de Educación mostraron voluntad de resolver el problema, por lo que decidieron levantar la huelga. Al respecto, la ministra del ramo, Evelyn Jacir de Lovo, explicó que el acercamiento se logró a través de una misiva enviada por la dirigencia gremial para reanudar el diálogo. Este dará inicio con la presencia de las cuatro gremiales: Concertación, Sindicato de Maestros, Consejo de Directores de Institutos Nacionales (CODINES) y ANDES. El Ministerio pidió a ANDES que la negociación tenga como base la realidad presupuestaria del país. "En educación las necesidades son muchas, pero el dinero poco", dijo la titular. Sobre este punto, ANDES advirtió que harán una tercera propuesta de reajuste salarial. Por otro lado, la Ministra expresó que los descuentos en el salario se harán efectivos a aquellas personas que participaron en el paro laboral. 1,600 docentes verán reducido sus pagos de este mes. Al respecto, Felipe Rivera, secretario de ANDES, aseguró que presentarán una demanda en la Fiscalía General contra los funcionarios de Educación que ordenen los descuentos, pues esta acción le compete a la Corte de Cuentas (EDH 18.09 p. 4 y LPG 18.09 p. 4).

 

EX BOLSONES. Los presidentes de Honduras y El Salvador, Carlos Flores y Francisco Flores, respectivamente, firmaron, el 27.08, un canje de instrumentos de Ratificación de la Convención sobre Nacionalidad y Derechos Adquiridos de los Habitantes de los ex bolsones. Sin embargo, los pobladores de esos lugares ignoran la situación jurídica de sus posesiones. Por esa razón, instan a las autoridades de ambas naciones a enviar comisiones que les expliquen los acuerdos del pacto entre los gobiernos. A estas personas se les prometió respetar sus derechos, a pesar de ello, viven en medio de la incertidumbre. Debido al desconocimiento de dicha ratificación en la zona circulan rumores como, por ejemplo, que las propiedades de salvadoreños, ahora del lado de Honduras, van a ser confiscadas, o que deben ser vendidas a ciudadanos hondureños a precios sumamente bajos. Las autoridades salvadoreñas no se han hecho presentes al lugar para explicar los aspectos contemplados en el documento. Mientras, los pobladores salvadoreños en zonas hondureñas ven con desconfianza las visitas de las autoridades de este país. "Si los hondureños dicen que nos van a quitar las casas... lo van a hacer cuando quieran, ellos son bien tramposos, ya he visto que les quitan las tierras a los salvadoreños y se las dan a los hondureños", expresó un habitante del lugar (EDH 20.09 p. 10).

 

ENCUESTA. Según la encuesta realizada por CID-GALLUP, el partido ARENA ha perdido once puntos porcentuales del apoyo de los salvadoreños en los últimos cuatro meses. La caída de ARENA no significa, sin embargo, que ese 11% se haya trasladado hacia el FMLN u otros partidos políticos, pues, por ejemplo, el apoyo para el FMLN sólo aumentó en un 2%. Específicamente, el respaldo a ARENA bajó del 39% al 28%; el FMLN pasó del 14% al 16% en las preferencias políticas; y el CDU elevó del 2% al 3% su apoyo político. Los datos no aclaran si Francisco Flores es el responsable de la caída del apoyo hacia su partido. Lo que sí dejan claro es que, en la primera medición que hace Gallup de su gobierno, los encuestados tienen más opiniones negativas que positivas sobre la gestión de Flores. Sólo el 27% de los que participaron en la consulta considera como bueno o muy bueno el mandato de Flores; mientras el 33% lo califica como regular. El 28% de la población entrevistada considera la administración del presidente como mala o muy mala. El restante 12% prefirió no responder o dijo no tener una respuesta. Aquellas personas que manifiestan que la situación económica de sus familias está peor que en 1998, son los que más critican la gestión del Presidente (EDH 21.09 p.2 y 3).