UCA

Universidad Centroamericana José Simeón Cañas



Semanario Proceso

© 1996 UCA Editores


 



año 17

número 732



octubre 30

      1996

ISSN 0259-9864

 

Cruzada contra la delincuencia y pena de muerte

Gobierno y empresa privada: ¿visiones opuestas sobre la

situación económica?

Nuevo escándalo de corrupción: el caso del FIS

Guatemala: diálogo-negociación a prueba

El marco conceptual de la violencia

¿Borrón? ¿Cuenta nueva?

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        Cruzada contra la delincuencia y pena de muerte

     

     La lucha contra la delincuencia viene siendo desde hace varios

meses el caballito de batalla de las autoridades de nuestro

país. El Presidente de la República, Armando

Calderón Sol, y el Ministro de Seguridad Pública,

Hugo Barrera, son las cabezas visibles de la ofensiva que se ha

iniciado en los círculos gubernamentales con el

propósito de enfrentar un problema -el de la violencia

delincuencial- que está dando lugar a un clima de terror

generalizado entre los distintos sectores sociales. 

     Las las modalidades que ha cobrado este tipo de violencia no

son para cruzarse de brazos: a las prácticas "tradicionales"

de criminalidad (asaltos armados, secuestros, robos callejeros,

etc.), que por sí mismas han alcanzado índices desde

todo punto de vista intolerables, se han sumado otras

prácticas violentas con un claro componente

patológico que no se puede dejar de lado, como lo muestran

los asesinatos colectivos (en los que niños de brazos,

adolecentes y ancianos son masacrados con lujo de barbarie) que han

comenzado a volverse comúnes en El Salvador. ¿Hasta que

punto este segundo tipo de violencia es "delincuencial" y hasta

qué punto no lo es? Si no es puramente delincuencial,

¿de qué tipo de violencia se trata? ¿Cómo

enfrentarla eficazmente? Estas son algunas de las interrogantes que

deberían hacerse quienes se preocupan por el auge

delincuencial en el país. Porque ante el preocupante

incremento de la criminalidad, así como ante la diversidad

de sus modalidades, las respuestas simples no garantizan en lo

absoluto ni su prevención ni su control ni mucho menos su

erradicación.

     La ofensiva antidelincuencial lanzada por las autoridades

gubernamentales tiene cuando menos dos limitantes: la primera es

que reduce la violencia imperante a "violencia delincuencial",

presuponiendo que en cada caso criminal existe como móvil

buscar apropiarse de los bienes de la víctima (bienes que no

tienen porqué ser estrictamente materiales), por lo cual el

ejercicio de fuerza que hace el víctimario es puramente

instrumental-racional: utiliza determinados medios para alcanzar

sus fines, cuidándose de que aquéllos no desborden

hacia prácticas que pongan peligro la consecución de

éstos. En segundo lugar, si la violencia es tipificada como

delincuencial, las medidas para enfrentarla tienen que ser de

naturaleza "antidelincuencial", lo cual quiere decir instrumental-

punitivas. Se trata aquí, en lo que atañe a la

sanción o castigo, de un criterio proporcionalidad: al

delincuente hay que castigarlo en un grado tal que compense el

daño causado a sus víctimas y a la sociedad. En lo

que se refiere a la seguridad de que ese castigo va a ser aplicado,

se trata de tecnificar los mecanismos de investigación y de

movilización judicial-policial de modo que éstos sean

lo más eficaces posible.    El combate contra la violencia,

cuando esta es reducida a violencia delincuencial, se resuelve con

criterios cuantitativos. Según sea el crimen, así

será la sanción penal. Y, resuelto eso, habrá

que incrementar el número de efectivos policiales para

garantizar que cada criminal reciba el castigo correspondiente a su

delito. La fórmula en simple: es la fórmula del

Presidente Calderón Sol y del Ministro Barrera; es

también la fórmula de los 48 diputados que decidieron

reformar la Constitución política para ampliar la

aplicación de la pena de muerte a los casos de

violación, secuestro y homicidio agravado.

     En efecto, con la pena de muerte, el delincuente

vendría a compensar con su propia vida el haber violado,

secuestrado o asesinado. Siendo esta la pena máxima, los

demás castigos irían descendiendo en intensidad hasta

llegar a las sanciones menos fuertes. Cada delincuente

recibiría lo suyo, y precisamente esa certeza se

convertiría -para quienes aceptan la lógica de la

proporcionalidad- en un disuasivo importante para contener la

propensión al crimen. En el límite, el mayor

disuasivo sería la certeza de que en determinados actos

criminales el castigo puede ser la pérdida de la propia

vida. 

     Pero ¿qué sucede cuando, pese al imperio de esa

lógica, la criminalidad sigue en aumento? ¿Qué

sucede cuando, pese a la vigencia de la pena de muerte, los

asesinatos, las violaciones y los secuestros no disminuyen?

¿Qué decir de esa violencia que, al menos

aparentemente, no tiene un sentido instrumental-racional, pues

excede con creces aquellos objetivos que presuntamente se

buscarían? 

     Estas y otras interrogantes han salido a la luz pública

en más de una oportunidad. En ellas se trasluce que el

problema de la violencia es un fenómeno complejo, en el cual

la violencia delincuencial es una de sus dimensiones. Por

consiguiente, reducir las medidas para enfrentarlo a mecanismos

puramente punitivos es un desatino mayúsculo, sólo

explicable por las urgencias gubernamentales de encontrar

"soluciones" rápidas y simples a los complejos problemas del

país. El castigo, moderado o extremo, como respuesta al auge

de la violencia es la solución más fácil, pues

ahorra a las autoridades gubernamentales la penosa tarea de

elaborar un diagnóstico serio sobre las causas de la misma,

así como sobre los mecanismos más adecuados para

prevenirla y contenerla en sus distintas modalidades.    

     A lo anterior se debe agregar algo más: la

"solución" no sólo sirve para colmar una demanda de

seguridad que proviene de la sociedad, sino para reforzar las

tendencias autoritarias de un Estado controlado por la derecha. Una

cosa es innegable: la vida cotidiana de los salvadoreños

está en permanente amenaza y el Estado es el único

responsable de revertir esa situación. De ello no se sigue,

sin embargo, que las medidas estatales deban decantarse

exclusivamente hacia la coerción o, peor aún, que los

dirigentes gubernamentales se aprovechen de una demanda social

impostergable para reforzar sus pretensiones autoritarias. 

     Una cruzada contra la delincuencia es necesaria, y en la misma

debemos involucrarnos todos los salvadoreños que le hemos

apostado a la democracia. Empero, más sustantivamente, hay

que lanzar una campaña contra la violencia en todas sus

manifestaciones y modalidades. Contra la violencia delincuencial,

sí; pero también contra la violencia estatal, la

violencia empresarial y, en general, la violencia social que permea

la cotidianidad familiar, escolar y laboral. Ello requiere un

diagnóstico epidemiológico completo y riguroso sin el

cual las medidas para combatir el problema de la violencia

seguirán pecando de una simplidad imperdonable.

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           Gobierno y empresa privada: ¿visiones opuestas

          sobre     la situación económica?



     Las dimensiones del crecimiento de la producción parece

ser el problema económico más importante en la

actualidad, no sólo para las autoridades gubernamentales,

sino también para las gremiales empresariales. Prueba de

ello son las medidas emergentes para la reactivación de la

economía anunciadas por el Presidente de la

República, Armando Calderón Sol, y los reiterados

llamados de las gremiales empresariales para adoptar

políticas de reactivación del sector agropecuario y

de protección para el sector industrial.

     La preocupación inicial se ha convertido en la

actualidad en un claro enfrentamiento entre personeros del gobierno

y de las gremiales empresariales, enfrentamiento en el cual se

trata de dirimir quién de los dos es el culpable del actual

proceso de recesión económica y crecimiento de los

precios.

     No cabe duda que este debate poco o nada aportará para

adoptar las medidas necesarias para superar la actual etapa de

crisis económica; sin embargo, revela algunas

dinámicas que bien pueden contribuir a aclarar cuáles

son las verdaderas causas de la caída del crecimiento

económico y el incremento reciente de los precios. Por otra

parte, es una de las pocas ocasiones en que funcionarios

gubernamentales señalan prácticas empresariales que

fomentan incrementos injustificados en los precios. 

     La especulación de precios ha sido una de las causas

más importantes de desestabilización

económica, con o sin controles de precios. Los casos

recientes más notables han sido la introducción del

Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la elevación de las

tarifas de los servicios básicos a partir del segundo

semestre de 1992 y el incremento del IVA en 1995.

     Al margen de la discusión de los objetivos de

crecimiento económico y estabilización de precios se

encuentra la problemática del tipo de crecimiento que ha

venido generándose en los últimos años. Llama

la atención el hecho de que aunque durante los

últimos cinco años se creció a tasas

relativamente altas, no se ha incrementado el empleo productivo y,

por el contrario, se ha estimulado el crecimiento de sectores

productores de bienes no transables tales como el financiero y la

construcción.

     En las siguientes líneas se busca retomar algunos de

los señalamientos vertidos tanto por el gobierno como por la

empresa privada en torno a la crisis económica para intentar

aclarar cuáles son algunas de sus causas. Como se trata de

mostrar a continuación, existen señales que

podrían estar revelando un temprano fracaso por incorporar

el país al proceso de globalización económica.



La polémica sobre "desaceleración y precios"

     Como se mencionó al principio, la preocupación

mayor en la actualidad es cómo recuperar los niveles de

crecimiento de 6% observados para el año 1995, especialmente

considerando que, de acuerdo al Banco Central de Reserva (BCR), los

pronósticos de crecimiento para el próximo año

son de sólo 4%. Tanto el gobierno como el sector empresarial

tiene su propia impresión al respecto.

     De acuerdo al Ministro de Hacienda, en la actualidad llama la

atención el hecho de que, pese a la desaceleración

económica, persistan altas tasas inflacionarias lo cual se

debería a "que una mayoría de los empresarios

salvadoreños, contrariamente a lo que hacen las empresas en

países desarrollados, suben sus precios en lugar de bajarlos

cuando se reduce la demanda... para mantener un cierto volumen de

utilidades cuando el volumen de ventas cae".

     Adicionalmente, el Ministro señaló que el

impacto se magnifica cuando existen excesos de inventarios "porque

hay muchos costos asociados con mantener inventarios,

particularmente las tasas de interés". Según la misma

fuente "la desaceleración terminará más

rápido en la medida en que las empresas comprendan que para

vender más es necesario bajar los precios".

     En oposición a lo anterior, la Asociación

Salvadoreña de Industriales (ASI) expresó

públicamente que "no es responsabilidad del sector privado

el alza de precios", pues cuando las "ventas se reducen... lo que

se hace es reducir el precio de la mercancía, y no

incrementarla como erróneamente interpreta el [Ministro de

Hacienda]". Según la ASI, "la inflación es

responsabilidad estricta de un problema de política

monetaria y fiscal que se deriva del gasto público". Similar

valoración adoptó la Asociación Nacional de la

Empresa Privada (ANEP).



Algunas características del crecimiento

     En un contexto donde se pretende abrir la economía

nacional al proceso de globalización vale la pena

preguntarse qué es lo que el proceso implica y cuáles

son las potencialidades del país para una inserción

exitosa.

     Una de las principales implicaciones de la

globalización es la libre movilidad de los factores de

producción (capital y mano de obra), es decir, la

posibilidad de hacer uso irrestricto de cualquier factor de

producción en cualquier parte del mundo. La

implicación que para el desarrollo tiene lo anterior es que

abre la posibilidad de la ejecución de inversiones

extranjeras en países que no cuentan con recursos propios,

pero que cuentan con ventajas comparativas. En esa medida

podría esperarse un crecimiento de la inversión, la

producción, el empleo, los ingresos y del nivel de

desarrollo.

     En el caso de El Salvador, las ventajas comparativas parecen

residir ya no en su potencial agropecuario, sino más bien en

su mano de obra barata y en las altas tasas de rentabilidad

ofrecidas por el sector financiero. De esta forma, la globalizacion

lejos de producir mayores empleos productivos e ingresos

estaría estimulando el crecimiento de la actividad de la 

industria de la maquila y del sector financiero, los dos de

conocidas desventajas para el desarrollo. La maquila de ropa se

caracteriza por utilizar la mano de obra local pagando el salario

mínimo, o incluso menos, y ofreciendo precarias condiciones

de trabajo; mientras que el crecimiento del sector financiero tiene

menor impacto sobre el empleo y los ingresos que el crecimiento del

agro o la industria.

     En cambio, el sector financiero tiene gran incidencia sobre

las inversiones y costos de los sectores agropecuario e industrial

a través de la tasa de interés. Tal como lo

señaló el Ministro de Hacienda, la tasa de

interés sobredetermina tanto los costos de las empresas como

los precios al consumidor a la vez que incide sobre las decisiones

de inversión. La privatización del sistema bancario

desarrollada a principios de esta década ha estado asociada

a un rápido crecimiento del sector financiero, en gran parte

debido a un inmoderado crecimiento de los márgenes de

intermediación financiera (tasas activas menos tasas

pasivas). 

     Con esta modalidad de crecimiento, no puede esperarse mantener

un nivel de crecimiento estable, pues además de que el

crecimiento del sector financiero se opone al crecimiento de los

sectores productivos, existen elevadas posibilidades de

movilizaciones rápidas de capital, muy comunes en

actividades como la maquila y las inversiones financieras.



Conclusiones

     Existe una clara incidencia de las políticas

empresariales sobre el crecimiento de los precios al consumidor, si

no por la vía descrita por el Ministro de Hacienda,

sí por la vía de la especulación de precios

ante medidas de política económica.

     Algunas causas internas de la desaceleración del

crecimiento económico son las altas tasas de interés

activo y de intermediación financiera que se agencian los

bancos. De aceptar las versiones del Ministro de Hacienda, resulta

claro que existe necesidad de que el Estado regule las tasas de

interés en aras de favorecer disminuciones en los precios,

estimular la inversión en los sectores productivos y romper

el ciclo vicioso recesión económica-incrementos de

precios.

     El crecimiento basado en sectores productores de bienes no

transables responde grandemente en la política desarrollada

por el gobierno: mantenimiento de un tipo de cambio real

sobreestimado, privatización de la banca y mantenimiento de

elevadas tasas de interés. Adicionalmente, las tasas

inflacionarias también se han visto influenciadas por

diferentes políticas gubernamentales tales como la

introducción del IVA y las alzas en las tarifas de los

servicios básicos.

     La actual coyuntura económica se explica no sólo

por las políticas de precios de las empresas, sino

también por el modelo económico que ha venido

configurándose a lo largo de la década; en esa

medida, la superación de la misma pasa no sólo por

una revisión de las políticas de fijación de

precios de las empresas sino también por una revisión

y reformulación de la política económica.

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Nuevo escándalo de corrupción: el caso del FIS



    Cuando en noviembre del año pasado el Vicepresidente

de la República, Enrique Borgo Bustamante, hizo oficial la

hasta entonces especulada unificación entre el Fondo de

Inversión Social (FIS) y la Secretaría de

Reconstrucción Nacional (SRN), algunos analistas

señalaron el peligro de una politización, a favor

de ARENA, de los proyectos y de los fondos que manejaba el FIS.

Si se toma en cuenta que el FIS disponía de cantidades que

rondaban los 500 millones de colones, no era descabellado, pues,

vaticinar un uso político de ellos (con motivaciones

electorales, por ejemplo) o, lo que es peor, que fueran

fácil objeto de corrupción (Proceso, 686).

    A pesar de que estos señalamientos fueron afirmados

con énfasis durante la huelga que realizaron ciento

cincuenta empleados del FIS durante el mes en cuestión,

luego de que se concluyera el paro laboral ni las autoridades del

FIS ni los funcionarios del partido ARENA se preocuparon por

aclarar o responder sobre la índole de los lineamientos

que a futuro orientarían la actividad del FIS. Al parecer

de los miembros de ARENA, la unificación era ya un hecho

felizmente realizado bajo la dirección de Norma de Dowe,

Presidenta de ambas instituciones, y ante lo cual sólo

restaba la aprobación de la Asamblea Legislativa para

hacerlas de facto una sola institución.

    El 14 de este mes, cuando ya la Asamblea había

aprobado la interrelación del FIS y la SRN para dar paso

al nuevo ente institucional que los asimilaría (Fondo de

Desarrollo Local) y cuando todo permitía suponer que Norma

de Dowe pasaría automáticamente a dirigir la

institución naciente, sale a la luz pública que la

funcionaria había presentado su renuncia al Presidente

Calderón Sol. Aunque los motivos de la dimisión no

fueron en un principio precisados, era claro que la renuncia

estaba oficialmente aceptada y que como muestra de ello ya se

había estipulado que sería la actual Viceministra

de Relaciones Exteriores para la Promoción y

Cooperación Internacional, María Teresa de

Rendón, la que llenaría la plaza vacante.

    Contradictoriamente, el día siguiente Calderón

Sol pedía públicamente a de Dowe que reconsiderara

su renuncia, puesto que aún no habían sido

finalizados los programas que estaba bajo su cargo. Al mismo

tiempo la funcionaria declaraba a los periodistas que dejaba su

puesto porque consideraba que se había presentado el

"momento oportuno" para hacerlo. La simpleza de los argumentos

permitía pensar, como se comprobó después,

que debajo de la renuncia, la aceptación oficial de ella y

el contradictorio llamado a una reconsideración

yacía un complejo juego de intereses políticos. El

que una funcionaria que tenía un largo y aparentemente

exitoso curriculum al interior de la burocracia gubernamental

renunciara en un momento en que las condiciones no le

podían ser más favorables, despertaba la sospecha

de que se estaba tratando de ocultar un escándalo

político de grandes proporciones. Esta intuición

fue confirmada en los días siguientes.

    El 16 de octubre fue dado a conocer por los diputados de la

oposición un informe de auditoría de la Corte de

Cuentas donde se responsabilizaba al Consejo de

Administración del Fondo de Inversión Social por la

utilización ilegal de 18 millones 87 mil 800 colones.

Según el informe, un número importante de empleados

y altos ejecutivos del FIS habían experimentado

desproporcionados aumentos a sus salarios antes de renunciar y

acogerse de manera irregular al decreto 471 en diciembre del

año pasado. El incremento salarial, justo antes de la

cesantía, habría servido para que estos empleados

pudieran recibir exorbitantes indemnizaciones económicas,

algunos de ellos de más de 800 mil colones. El informe

reveló que un estudio de las nóminas de empleados

permitía observar que algunos de los que se "retiraron"

fueron recontratados el mismo día a petición de la

Presidenta del FIS, Norma de Dowe. 

    El mismo día en que era conocido el informe, ARENA,

como ya es rutina en casos de corrupción

gravísimos, se pronunciaba por una minuciosa

investigación de las irregularidades del FIS que

permitiera deducir responsabilidades. Por su lado, Orlando

Quinteros, diputado del FMLN, acusaba al Presidente

Calderón Sol de haber ocultado el informe de la Corte de

Cuentas para darle la oportunidad a de Dowe de renunciar y evitar

así el escándalo en ciernes. Como respuesta a la

situación, el 17 el gobierno publicaba un comunicado

oficial en el que pretendía aclarar su posición

ante la renuncia de Dowe. En el mismo se afirmaba que la

funcionaria sólo había renunciado a su puesto en la

SRN, puesto que en el FIS su labor había concluido luego

de la aprobación de la ley de creación del Fondo de

Desarrollo Local. Además se confirmaba la

postulación de María Teresa de Rendón para

el puesto que abandonaba de Dowe y se finalizaba con una

exaltación de la labor desempeñada por la hasta

entonces Presidenta de la SRN y haciéndole un llamado para

que continuara en su cargo "hasta cerrar la exitosa etapa de

cumplimiento de los Acuerdos de Paz y liquidar la SRN".

    En los días subsiguientes, tanto la de Dowe como los

funcionarios areneros se dedicaron a tratar de desmentir y restar

objetividad al informe presentado por la Corte de Cuentas. Los

argumentos utilizados por la primera para montar su defensa

fueron principalmente dos. El primero, el proceso que llevo a

despedir y luego recontratar a los empleados del FIS no

obedeció a la aplicación tergiversada del decreto

471, sino a "un proceso de reingeniería" que no

suprimió las plazas (objetivo medular del Decreto 471) y

que buscaba deshacerse de los empleados no gratos,

"bochincheros". El segundo, la decisión de despedir,

indemnizar y recontratar de inmediato a un centenar de

trabajadores fue tomada colegiadamente por el Consejo Directivo

del FIS y unilateralmente por ella.

    Es a simple vista notable la fragilidad e incoherencia de

los argumentos. En primer lugar, de Dowe pierde de vista que

afirmar que no se aplicó el 471 suma mayor irregularidad y

problematicidad a la situación, puesto que no se aclara

cómo entonces es que se pudo premiar con tan exageradas

indemnizaciones a unos empleados que serían contratados

después; sólo el régimen de excepción

del 471 permitiría excusar los cuantiosos montos pagados a

los empleados "retirados" (para entender el mecanismo del Decreto

en mención ver Proceso, 683). 

    En segundo lugar, no se da una razón seria y

creíble para justificar un "proceso de

reingeniería" que despide, indemniza y contrata a un mismo

empleado; de Dowe, tal vez sin pretenderlo, sólo le da un

nombre técnico a un proceso evidente de corrupción

y compadrazgo. Finalmente, el hecho de que decida no asumir su

responsabilidad como mando superior en el escándalo y pase

la factura a todo el Consejo del FIS no es una defensa, sino

más bien un síntoma de desesperación. De

Dowe al parecer ha pretendido salvarse haciendo de la

responsabilidad de toda la institución, y no sólo

suya, la corrupción descubierta. Esto refuerza y da mayor

credibilidad al informe de la Corte de Cuentas, ya que el gesto

desesperado de la ex presidenta del FIS proviene de la

imposibilidad de ocultar por otros medios lo que ya ha salido a

la luz pública. 

    En lo que respecta a los funcionarios de ARENA, la defensa

de la ex funcionaria la han hecho acusando a la Corte de Cuentas

de que la publicación del informe obedece a un afán

de venganza por la aprobación de la reforma a la Ley de la

Corte de Cuentas -que le da poder a otros magistrados para vetar

o hacer revisiones a las decisiones del Presidente de la Corte- y

el rechazo de un refuerzo presupuestario solicitado por la

institución. A juicio de los diputados areneros, autores

de ambas acciones, el Presidente de la Corte de Cuentas, Rafael

Hernán Contreras, estaría instrumentalizando al

ente contralor para presionar al partido en el poder en orden a

alcanzar sus intereses particulares. Está de más

decir que lo que se critica no es el informe mismo y sus

conclusiones, sino más bien el hecho de que se haya

publicado o proporcionado a la oposición. Como de Dowe,

los funcionarios areneros se han mostrado incapaces de rebatir el

informe.

    Concluyendo, el caso de corrupción en el FIS deja

claro que cuando se juntan capital y administración

arenera -antes de Dowe no existían referentes de

corrupción en el FIS- el saldo es siempre de

aprovechamiento y corrupción. Al parecer, y tal como se

está revelando en la administración de ARENA, no

existe un non plus ultra en lo que a corrupción se

refiere; cuando se pensaba que luego de Majano y los alcaldes no

se podría llegar a más, el caso del FIS marca

contundentemente una nueva escala en el robo a manos de

personeros del gobierno, una corrupción que ya es

generalizada, irreprimible y escandalosa. 

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        Guatemala: diálogo-negociación a prueba



    Luego de conocerse que la Unidad Revolucionaria Nacional

Guatemalteca (URNG), por medio de Rafael Augusto Valdizón

Muñoz (alias comandante "Isaías") estaba implicada

en el secuestro de la acaudalada empresaria Olga Alvarado de

Novella, el gobierno de Alvaro Arzú, por medio del

Ministro de Gobernación, Rodolfo Mendoza, anunció

el 27 de octubre la suspensión del diálogo-

negociación que se reanudaría el 29 de octubre en

la ciudad de México, entre el gobierno y la URNG.

    La empresaria fue secuestrada el 25 de agosto, en la ciudad

de Guatemala, cuando transitaba en su vehículo por una de

sus céntricas avenidas; fue interceptada por varios

hombres armados, quienes la sacaron en su silla de ruedas y la

introdujeron en el carro que conducían, llevándola

con rumbo desconocido. Posteriormente, exigieron un rescate de 6

millones de dólares. 

    Sobre el caso de Rafael Augusto Valdizón

Muñoz, alias comandante "Isaías", medios de prensa

informaron que fue capturado el 19 de octubre por las fuerzas de

seguridad de Guatemal, a las cuales confesó que

tenía en su poder a la señora de Novella. Asimismo,

se le decomisaron documentos de la URNG sobre la

reinserción de los alzados en armas a la vida civil, tema

que se ha discutido en las dos reuniones realizadas en octubre y

una carta escrita por la secuestrada, que sería entregada

a la familia. Por lo demás, la misma fecha en que se hizo

público el aplazamiento de la reanudación del

diálogo-negociación entre el gobierno y la URNG, el

comandante "Isaías" fue canjeado por la empresaria

secuestrada.

    Ante los hechos antes descritos, el Ministro Mendoza

calificó la implicación del "comandante

Isaías" en el secuestro como una violación a los

acuerdos de Derechos Humanos suscritos por las partes que en la

mesa de negociación pretenden concluir con el conflicto

armado. Asimismo, funcionario aseguró que el canje se

realizó "por razones eminentemente humanitarias y ante el

creciente riesgo de muerte de la señora de Novella, se

tomó la decisión de intercambiar a este sujeto por

la anciana plagiada hecho que se concretó el domingo

logrando la liberación con vida de la víctima". Por

su parte, la URNG no ofreció declaración y/o

explicación alguna sobre las imputaciones que se le han

hecho en torno al secuestro de la empresaria.  

    Mientras tanto, para el Arzobispo de Guatemala,

Monseñor Próspero Penados, era lamentable que se

hubiese suspendido el diálogo-negociación, aunque

dijo confiar en que tal acontecimiento no fuese un

obstáculo para la firma del acuerdo final de paz, que se

tiene previsto para el 15 de diciembre. En esta misma

perspectiva, el Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG),

lamentó también la decisión del gobierno de

suspender la ronda de negociación.

    Probablemente, en el seno de la URNG, los acuerdos firmados

hasta la fecha no sean convincentes para todos sus militantes, 

presentando problemas difíciles entre ellos. Ello

explicaría de alguna manera porqué se ha seguido

recurriendo al secuestro o en porqué aparecen algunos de

sus miembros involucrados en este tipo de acontecimientos. 

    Así las cosas, es muy importante que la URNG brinde

una explicación no sólo a nivel nacional, sino

también internacional sobre su responsabilidad en dicho

secuestro. El proceso guatemalteco demanda fortalecer la

credibilidad entre las partes. De no tomar en cuenta esta

situación, la URNG estaría dando al traste con la

la cuota de confianza alcanzada en estos momentos.

    No debe olvidarse que, en medio de las opiniones y

aún de la crisis que se pueda generar en el

diálogo-negociación, la paz surgirá de los

acuerdos con los que se pretende concluir la guerra. Asimismo, se

debe tener presente que existe un acercamiento entre las partes

que debe ser potenciado y que los acuerdos de paz van a

posibilitar que se abra en Guatemala un abanico político

con una importante dósis de tolerancia y pluralismo, hasta

hoy inexistentes. 

    Lo ocurrido ha hecho emerger el peligro de la desconfianza;

sin embargo, el reto político que enfrentan el gobierno de

Arzú y la URNG, una vez que se haya incorporado a la vida

pública legal, es conseguir la participación de

grandes sectores del pueblo guatemalteco que tanto urge y demanda

que la paz se haga una realidad; una paz fundada en el respeto de

los derechos humanos, sobre todo de aquellos ciudadanos que sido

violentados en ellos durante la última década. 



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             El marco conceptual de la violencia



                           Elvio Sisti

                       Consultor PROLIS/UE



    La violencia, al igual que otras dimensiones de la vida

humana, debe leerse en sus los niveles de significación

instrumental y existencial. El nivel instrumental no presenta

complicaciones conceptuales; verdaderamente no requiere de un

marco conceptual particular. Así como se sabe que, al

llegar el invierno, con el aumento de la contaminación del

agua aumentan las enfermedades diarréicas, utilizando la

misma lógica lineal, de causa-efecto, se sabe que con el

aumento del consumo del alcohol, la tenencia de armas,
tráfico de drogas, aumento de necesidades

económicas insatisfechas, etc., aumentan las muertes y

lesiones producidas por actos de violencia.

    Y no basta con detenerse en este punto, pues los factores

culturales también se incorporan a una lectura

instrumental de la violencia. Si nos trasladamos en EEUU, desde

los estados del noreste hasta los del sur, comprobaremos que, con

el aumento de los patrones socio-conductuales y actitudinales

propios de la llamada "cultura del rifle", aumenta el

número de homicidios y heridos por bala. Se puede rastrear

a lo largo de la historia, que los pueblos dedicados al pastoreo

de ganado se agredieron mas frecuentement que los que se ocuparon

de la agricultura. A mediados de siglo, la antorpóloga

Margaret Mead estudiaba como, en la Polinesia, algunos grupos

exaltaban las conductas y gestos rudos en el trato cotidiano,

mientras que otros, geográficamente muy cercanos,

procedían de forma inversa. Actualmente es de abundante

difusión periodística, el hecho generalizado, en

muchas culturas africanas, de mutilar a las niñas.

Castigos considerados inhumanos por nosotros, se asumen en

determinados ámbitos culturales como procedimientos de

buena educación. Cualquier hombre del medioevo que se

cruzara con una mujer sola, en el campo, consideraría una

cuestión de honor violarla. Y la lista de ejemplos se

haría interminable.

    Cuando hacemos una lectura exclusivemante instrumental de la

violencia, nunca llegamos a construir un marco conceptual para

comprenderla. En su lugar yuxtaponemos factores como los

señalados, hasta configurar mecánicamente, un

mosaico multifactorial, desprovisto de una dinámica

estructural, y que más que explicativo resulta

justificativo; más que transformador de macrosocial tiende

a servir tecnocráticamente para la conservación del

orden establecido. Así se llega al concepto de

"predictores", tal como la idea ha sido desarrollada en la

psicología social estadounidense acutal. Su

utilización nos permite proveer, por ejemplo, que si un

adolescente es negro, ha sido abusado y maltratado, vive en un

barrio marginal, ha consumido drogas, carece de apoyo parental

estable, y ha perdido regularidad en la escuela, tiene casi un

100% de probabilidades de ira a parar a la cárcel, en los

próximos diez años, condenado por delitos

violentos. 

    A partir de allí se abre dos caminos

epistemológicos, a saber: el de la teoría del

aprendizaje social de la violencia como modelo psicosocial

más moderno, que se impuso sobre el de la

frustración-agresión, de la clásica escuela

de Yale; el de los epidemiólogos de la violencia, que

proponen actuar sobre la "caja negra" de la violencia, sin

demorarse a investigar su interior. Si una variable estudiada se

correlaciona positivamente con la violencia se presume una

causalidad extrínseca, y se hace abstracción de la

dinámica subjetiva, al interior de las personas.

    Desde el enfoque de la salud mental de base, vemos la

violencia bajo perspectiva que permite apreciar el interés

por su significado existencial en la integración

dinámica de la subjetividad personal. Cobra entonces

importancia el estudio de la violencia para comprender mejor la

salud mental y el desarrollo humano, buscando su

contextualización socio-cultural.

    El marco conceptual de la salud mental de base supera la

visión mecánica de suma o resta de factores

epidemiológicos, considerados linealmente, para entrar a

la circularidad de las dinámicas intra e inter-humanas,

que integran la codificación de la vida cotidiana con la

relacionalidad propia del ejercicio de poder social (visto como

la necesidad-capacidad de interactuar con el entorno humano para

asumir roles sujetivantes) y con la estructuralidad

sistémica de la violencia, investigada ampliamente por

Ignacio Martín-Baró.

    La salud mental de base, dirigida a la rehabilitación

de roles que dan sentido a los proyectos de vida, favorece la

investigación de la funcionalidad de la violencia, tanto

para el sistema macrosocial, como para el individuo, incorporando

la sinergía de la descalificación sistémica,

como forma de violencia estructural, contra la integración

de la subjetividad personal y la consecuente aparición de

productos culturalizados de resistencia a la negación

estereotipante de la calidad de sujetos.

    Con el marco conceptual de la salud mental de base

adquirimos la posibilidad de readecuar la significación de

la familia a la nueva situacionalidad creada por la influencia

determinante de los mass media. A partir de aquí

podría contribuirse a definir al grupo primario familiar

en torno a su acción de contención hacia el poder

desbordante del sistema macrosocial, como asignador de roles,

antes que como el clásico mecanismo socializador

(contención hacia adentro) ahora en evidente crisis.

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           ¿Borrón? ¿Cuenta nueva? 



     En El Salvador, casi todas las personas que lo habitan

están cada vez más horrorizadas ante los espantosos

hechos de violencia que se han suscitado durante los

últimos días. Casualidad o no, parece que esos

actos de barbarie aumentaron considerablemente tras la

decisión parlamentaria de iniciar el proceso para ampliar

la aplicación de la pena de muerte a cierto tipo de

delitos. De los hechos sangrientos recientes, destaca entre ellos

el de tres mujeres y cuatro menores asesinados en el Reparto

Valle Nuevo, Ilopango. No vamos aquí a seguir detallando

cómo se realizó ese hecho ni el de la otra familia

ejecutada en un cantón de Sonsonate. Ya mucho se

habló de ello en periódicos, radio y

televisión. Más que seguir contribuyendo a difundir

impotencia y frustración, mejor intentemos reflexionar

sobre el por qué de estas matanzas y el cómo

empezar a superarlas en serio. 

     Al ubicar los elementos constantes que surgen de las

condenables ejecuciones colectivas sucedidas en el territorio

nacional después de la guerra, descubrimos

rápidamente que las realizan grupos de sujetos

"desconocidos" y con armas de "grueso calibre", muchas veces con

uniformes militares y el rostro cubierto; en casi todas ellas se

ha descartado el robo como móvil y --cuando han habido

capturas-- nos encontramos con individuos que combatieron durante

la guerra. 

     Si a lo anterior se agrega que --cuando se intenta indagar--

cada vez es más difícil ubicar personas dispuestas

a rendir su testimonio porque "nadie vio ni oyó nada", la

conclusión a la que llegamos es una: en todo esto tiene

mucho que ver la impunidad que se ha mantenido en el país

y que, incluso, quizás se ha incrementado tras la firma de

la paz. ¿Por qué? Por varias razones; una de ellas:

no haber enfrentado con responsabilidad los hechos de violencia

que golpearon a tanta gente en el pasado  reciente. Por el

contrario, la "solución" que se le quiso dar fue la del

muy arriesgado "borrón y cuenta nueva". 

     De ahí que, en este país, sean innumerables

las personas que quedaron insatisfechas al no haber tenido ni

siquiera la oportunidad de que se admitiera públicamente

la honorabilidad de sus muertos; mucho menos tuvieron la

posibilidad de que se reconociera oficialmente la verdad que

ellas sí conocían y se juzgara a los responsables

de su dolor. Y qué decir de aquellas familias que cargan

la amarga pena de seguir buscando a un ser querido, detenido y

desaparecido forzadamente durante esos años, o que

continúan reclamando alguna información sobre el

lugar donde se encuentran sus restos. 

     A todas esas personas afectadas se les impuso una

decisión arbitraria. A ninguna de ellas se le

consultó --antes o después del decreto-- si estaba

de acuerdo o no con la amnistía general que se recetaron

los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos

y al derecho internacional humanitario, cometidas en todo El

Salvador desde los años setenta y hasta el fin de la

guerra. 

     Cuando la Comisión de la Verdad en su documento final

se refirió a las necesarias medidas para alcanzar la

"reconciliación nacional", afirmó lo siguiente: "Un

paso ineludible, cargado de amargura, es la observación y

el reconocimiento de lo que ocurrió y que no debe

repetirse nunca jamás". Y añadió: "La

Comisión recibió el difícil encargo de

esclarecer hechos significativos de esa realidad, que espera

haber cumplido en los términos de este Informe. No basta,

sin embargo, con la verdad para alcanzar la meta de la

reconciliación nacional y la reunificación de la

familia salvadoreña". 

     "El perdón --sostuvo muy claramente-- es

indispensable. No un perdón formal, que se limite a no

aplicar sanciones o penas, sino fundamentado en la

determinación universal de rectificar la experiencia

pasada y en la certeza de que esa rectificación no

será completa si no se pone énfasis sobre el

porvenir más que sobre un pasado que, por hechos

abominables que exhiba, ya no se puede recomponer... Con todo,

para alcanzar la meta del perdón, es necesario detenerse a

considerar ciertas consecuencias que se coligen del conocimiento

de la verdad sobre los graves hechos que en este Informe quedan

descritos. Una de ellas, acaso la más difícil de

encarar dentro del actual contexto del país, es la de

satisfacer los requerimientos de la justicia. Estos

requerimientos apuntan en dos direcciones. Una es la

sanción de los responsables. Otra es la reparación

debida a las víctimas y a sus familiares".

     Pero aquí, entre los sectores políticos y de

poder --incluidos sus nuevos actores-- no hubo disposición

real para asumir con seriedad esas reflexiones tan valiosas.

Mucho menos fueron atendidas con responsabilidad las

recomendaciones hechas en lo relativo a la reparación

moral y material de las personas afectadas o a la creación

de un foro para que el pueblo salvadoreño --gran

víctima de tantos atropellos a su dignidad-- pudiese

asimilar la verdad contenida en el documento de la

Comisión y participar, activa y conscientemente, en la

búsqueda de un perdón nacido de adentro, al ser

otorgado sin imposición alguna.

     De haber existido suficiente voluntad política para

caminar en este sentido, pensando honestamente y con

preocupación en el porvenir según lo planteado por

la Comisión de la Verdad, ¿cómo estaría

ahora El Salvador? No sabemos con exactitud, pero seamos

atrevidos e intentemos imaginar el posible escenario. En primer

lugar, no habría tanta gente en las localidades cargando

el dolor y la amargura de haber tenido alguna victima en su

familia sin haber recibido justicia. En segundo lugar, se

habría iniciado --con paso seguro-- el proceso para

derrotar la impunidad. 

     Como no se tuvo el valor para enfrentar de esa manera una

situación tan compleja --y mientras no exista prueba en

contrario-- tenemos sobradas razones para pensar que la violencia

actual que conspira contra todo lo bueno que hasta ahora se haya

podido conseguir, tiene mucho que ver con eso. Al no haber

buscado y adoptado la mejor solución, como la que

ofreció la Comisión de la Verdad, quedaron las

puertas abiertas para que la gente dé salida a su rabia y

frustración haciendo justicia por mano propia; con cientos

de miles de armas a flor de tierra y con más

resentimientos a flor de piel, es posible pensar que ahora  --en

buena medida-- estemos presenciando un ajuste de cuentas en la

base, allá donde las decisiones cupulares no hicieron

más que acrecentar la cólera y el resentimiento, en

lugar de poner los fundamentos para construir una sociedad

fraterna y en paz. 

     Para la Comisión, de lo que se trataba era "de pasar

de un universo de confrontación hacia otro de serena

asimilación de cuanto ha ocurrido para desterrarlo de un

porvenir signado por una nueva y solidaria relación de

convivencia y tolerancia". Pero no; se pudo hacer y, sin embargo,

no se hizo. Por esa y otras razones, en la hora actual las y los

salvadoreños estamos al borde del precipicio o

quizás nos encontramos dentro de él, inmersos en

una espiral de violencia que --de continuar-- nos puede llevar al

fracaso total. Las recientes expresiones de brutalidad son

sólo una muestra del ambiente de inestabilidad que se vive

en el país durante un período de "post-guerra" que

no acaba de terminar, después de casi cinco años de

haberse firmado el acuerdo de Chapultepec. 

     Irrespeto absoluto a la vida y la verdad, desconcierto y

temor entre la población, inseguridad, ineficiencia de las

instituciones y una grave exclusión social y

económica son las principales condiciones negativas que se

quieren obviar cuando, en el exterior, algunos sectores intentan

presentar a El Salvador como el modelo de paz, democracia y

respeto a los derechos humanos. Sin embargo, la realidad nos

presenta una sociedad sumamente disgregada en la que, por lo

general, cada quien vela por sus propios intereses y donde --a

primera vista-- la gente se va quedando sólo con dos

opciones: agachar la cabeza con "resignación" y esperar "a

ver qué pasa", o salir a vengarse violentamente por los

atropellos que sufre cometidos por quienes --sintiéndose

siempre impunes-- mandan a matar o agreden por cualquier motivo,

sea éste personal, económico o político. 

     Después de haber luchado y entregado tanto por tener

algo distinto en este país --una nueva institucionalidad y

una convivencia digna-- no podemos dejar que la violencia y la

impunidad terminen siendo las ganadoras. Son muchos las matanzas

que han tenido lugar, antes y después de la guerra; pero

la de Valle Nuevo tiene un especial significado: ese tipo de

barbarie y deshumanización ya llegó a las orillas

de San Salvador cuando, paradójicamente, delegaciones

oficiales y privadas se dedican a ofrecer el país para que

los inversionistas extranjeros lo compren. Pero ni siquiera eso

van a poder conseguir, mientras el clima de violencia e

inseguridad siga en aumento. 

     Pensando en elevar los niveles de respeto a los derechos

humanos de la población entera y no en el beneficio de los

sectores de poder económico y político --

únicos "ganadores" con esa pretendida venta del

país-- debemos salir de la insoportable situación

en la que nos encontramos. Ya fallaron los planes "caminantes",

encaminados más a cuidar los grandes cafetales;

también se ha demostrado la ineficacia de la ley de

"emergencia" y --como muchos anunciaron-- tampoco se logró

algo con la amenaza de aplicar la pena de muerte. Ya en otras

ocasiones, nos hemos preguntado sobre la medida que sigue:

¿estado de sitio? ¿ley marcial? ¿"toque de queda"?

No sería extraño escuchar en el recinto

parlamentario, dentro de poco y de cara a las cercanas

elecciones, cualquiera de esas "salidas" en boca de algún

representante del partido que apadrinó las desatinadas

disposiciones antes mencionadas. 

     De igual forma, nos interrogamos: ¿por qué no se

han impulsando políticas integrales adecuadas y acciones

efectivas  --derivadas de aquéllas-- para enfrentar los

problemas de violencia, impunidad e inseguridad, sabiendo que

muchas ya fueron recomendadas por la Comisión de la

Verdad? ¿por qué no se trabaja en serio para depurar

y fortalecer las instituciones estatales, sobre todo aquellas

encargadas de investigar, perseguir y sancionar los delitos?

Ojalá no sea cierto que, en el fondo, lo que se quiere es

llevar a la población a un nivel de desesperación

tan grande para obligarla a que "pida", a que "exija" y

"aplauda", a que "elija" en 1999 una "mano dura" --civil o

militar-- para "poner orden, sin importar el costo".

¿Será que al querer imitar el llamado "milagro

chileno", hay quienes están invocando a un "santo"

parecido a ese que lo realizó en aquel país?

     Desde nuestra óptica, no se debe permitir que vayan

por ahí las cosas. Pensemos que la sangre derramada por

tantas víctimas no se "borra" por decretos y que, mientras

no se haga lo correcto, la "cuenta nueva" de muertes en El

Salvador seguirá creciendo. De una vez por todas, lo que

hay que hacer es lograr que se aplique la ley sin

distinción alguna, para atacar a fondo la impunidad y

enfrentar el fenómeno de la delincuencia en sus diversas

expresiones. 

     Nosotros también pensamos que El Salvador puede ser

un modelo, pero no ese que nos presentan los sectores interesados

en tener un "producto de exportación" para vender el

país con todo y su gente. En el modelo que nosotros

creemos es el de un país que vive en paz porque en

él se imparte justicia, se practica la democracia y se

respetan los derechos humanos. Nuestro país puede y debe

llegar a ser eso, pero hay que empezar a construirlo desde las

victimas de las violaciones a sus derechos humanos, sobre todo en

lo relativo a su seguridad personal y a la falta de justicia. Con

sus experiencias cotidianas y la participación activa de

éstas, debemos comenzar a forjar una experiencia nacional

verdaderamente exitosa que podamos lucir dentro y fuera de El

Salvador.           -----

SIGNOS RECESIVOS EN ECONOMIA. Mientras la Asociación

Nacional de la Empresa Privada (ANEP) asegura que existen signos

recesivos en la economía salvadorña, que de no

corregirse podrían ocasionar crisis en la estabilidad

macroeconómica del país, el Presidente

Calderón Sol insistió, el 21.10, en que "no hay

signos recesivos". Calderón Sol enfatizó en rueda

de prensa que nadie está hablando de signos recesivos. Al

contrario, dijo, se está saliendo de la

desaceleración económica. "Creo que golpear con

informaciones negativas, es provocar más la

desaceleración", enfatizó Calderón Sol,

quien pidió a todo el mundo "más sensatez y

optimismo". De acuerdo al mandatario "hablar de

desaceleración y recesión, es totalmente

inconsecuente con la realidad que estamos viviendo", ya que

según él la economía está repuntando

y se acerca la época de mayor recolección y

generación de empleo. "Estas curvas son coyunturales en el

proceso económico salvadoreños y tendremos una

reactivación distinta en todos estos meses".

Calderón Sol invitó a todos los sectores a que

cambien de actitud en la óptica de visualizar las cosas en

el país, ya que en el exterior existe un enfoque de

admiración para El Salvador, por lo que vaticinó

"viene una etapa distinta, diferente, de inversión, de

generación de empleo y producción; por lo que

exhortó a fomentar la producción competitiva,

puesto que sólo exportando e identificando los nichos de

alianzas comerciales es que podremos salir adelante",

agregó. "Quien dice que no hay rumbo económico en

nuestro país, es porque no entiende de economía, ya

que por el contrario, si algo tiene este gobierno es que

sí sabemos lo que estamos haciendo y hay un rumbo

definido", agregó (DH 22.10 p.27, DH 24.10 p.16 y LPG

28.10 p.18-a).-----

REFORMAS EDUCATIVAS. La Ministra de Educación, Cecilia

Gallardo de Cano, confirmó el 22.10 enviar a la Asamblea

Legislativa un anteproyecto de la nueva Ley General de

Educación. Por el momento, el anteproyecto contempla la

creación del bachillerato general de 2 años y el

técnico vocacional de 3 años que incluye las

áreas de administración de empresas, contabilidad,

salud, industrial, agrícola y otros. Estos mismos

bachilleratos en su versión nocturna tendrán una

duración de 3 años el general y 4 años el

técnico vocacional. La ley obliga a los centros educativos

a plasmar en los prospectos el derecho de pago de

matrícula y las colegiaturas del año, en las que

será terminantemente prohibido establecer nuevos sistemas

de cobro durante el año. Los incrementos en las

colegiaturas deberán contar con el respaldo de una

asambela general de padres de familia, pues de lo contrario no

tendrán validez y la institución se hará

acreedora de sanciones desde amonestaciones públicas o

privadas, cierres y multas cuyo monto definirán los

diputados. Establece también que la educación en

las escuelas públicas será gratuita hasta el tercer

grado, y después, para las familias con más de un

niño en los grados siguientes, se pagará una sola

cuota por familia siempre que éste haya sido aprobada por

el Ministerio. Contiene los sistemas de evaluación del

aprendizaje y una serie de disposiciones más, y deja la

atribución al Presidente de la República para

elaborar el Reglamento General de la presente Ley (LPG 23.10 p.7-

a, LPG 24.10 p.8-a).-----

CAPTURAN EX DIRIGENTE DE ADEFAES. Fuentes de la División

de Investigación Criminal (DIC) capturaron el 22.10 a

Mauricio Arnulfo Cornejo Rivas, ex presidente de la

Fundación de Veteranos de Guerra y Asociación de

Desmovilizados de la Fuerza Armada de El Salvador (ADEFAES),

acusado de robar mobiliario de oficina, valorado en más de

100 mil colones, propiedad de la Fundación. Fuentes de la

DIC aseguraron que la actual Junta Directiva de la

Fundación de Veteranos de Guerra, acusaron al detenido de

haberse robado gran cantidad de mobiliario de oficina, entre

éste una computadora donada a la Fundación por la

Embajada de Gran Bretaña. La dirigencia también

denunció a Cornejo Rivas de haber malversado fondos por

más de 300 mil colones; sin embargo, la Policía no

ha recopilado suficientes pruebas en contra del imputado. Cornejo

Rivas aseguró que la denuncia interpuesta por sus

compañeros era injusta, puesto que el mobiliario se

encuentra en su casa, debido a que en la misma iba a funcionar el

organismo demandante. "Me siento apenado en la situación

en que me encuentro, yo nunca traté de quitarle nada a la

Fundación y lo que han hecho mis compañeros no

tiene nombre" dijo el imputado. Agregó que nunca

malversó fondos, porque nunca entró dinero a la

Fundación. El ex presidente de ADEFAES, tras tener

diferencias con los directivos de la Asociación, se

retiró de esa agrupación y creó, junto con

otros desmovilizados, la Fundación de Veteranos de Guerra.

Empero, la actual Junta Directiva de la Fundación le

retiró de su cargo en agosto de 1996, alegando supuestas

anomalías en el manejo de los fondos (LPG 23.10 p.8-a, DH

23.10 p.9).-----

CRISIS FINANCIERA EN FUNDAPAZ. Una grave crisis económica

que se muestra en la falta de fondos para gastos administrativos

y de gestión sufre la Fundación para la Paz

(FUNDAPAZ), que podría efectuar un préstamo de 160

mil colones para menguar el déficit financiero.

Según cálculos revelados en un informe oficial, la

entidad requiere de 195 mil 357 colones para cumplir con sus

obligaciones de los próximos 3 meses, los cuales

podrían ser superados en unos 9 mil 642 colones, si se

cumple un riguroso plan de recolección de fondos. El

documento revela que algunos de los miembros fundadores de la

entidad trabajarán hasta diciembre, pero se expone que la

fecha se puede reprogramar  dependiendo de los resultados de la

gestión financiera. La iniciativa, elaborada por miembros

de FUNDAPAZ, se denomina "Propuesta y recomendaciones del

comité encargado de cuestiones financieras y sostenimiento

de FUNDAPAZ". Se sugiere, para el cumplimiento de las metas, en

la primera fase de la propuesta, el cobro de pagos de la

membresía a todos los integrantes de la Fundación.

También se advierte de gestiones para buscar donaciones

extraordinarias y urgentes de parte de la empresa privada,

empresas y personas altruistas. Según revela el documento,

se ha pensado solicitarle financiamiento al gobierno, para

iniciar la ejecución del decreto ejecutivo No. 151540 en

el ramo de educación, en el que se le otroga a FUNDAPAZ la

coordinación nacional del programa "cultura de Paz". A

largo plazo, FUNDAPAZ, de acuerdo al documento,

establecerá un fideicomiso a través del cual

solicitará la cooperación de personas altruistas

nacionales y extranjeras, al tiempo que se cobrará por el

uso de proyectos como el parque de la paz, el centro de

documentación y un museo (LPG 24.10 p.35-a)-----

TRANSFORMARAN SEMA. La Unidad Ecológica Salvadoreña

(UNES), que aglutina a 38 organizaciones ambientalistas,

rechazó el 23.10 la propuesta del Gobierno en convertir a

la Secretaría Ejecutiva del Medio Ambiente (SEMA) en

Viceministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales

dependiente de la cartera del Interior. "No estamos de acuerdo

con eso, porque la problemática ambiental no tiene nada

que ver con las actividades que desarrolla el Ministerio del

Interior, expresó el presidente de UNES, Angel Ibarra. A

juicio de la UNES, esta posición gubernamental no refleja

más que la falta de voluntad de gobierno por abordar,

adecuademente, el tema ambiental, según Ibarra "porque se

le está poniendo a SEMA dentro de una estructura

burocrática que terminará por hacerla ineficiente

para velar por la protección de los recursos naturales del

país". Añadió que ésta

Asociación reitera la necesidad de que el gobierno retome

la propuesta que le hicieron meses atrás de otorgarle a

SEMA un rango ministerial, con el objeto de establecer

vínculos con otros ministerios, obtener fuerza

política, capacidad de convocatoria, iniciativa de

recursos para impulsar su trabajo. Por su parte, el diputado de

oposición Miguel Espinal, del PRSC, declaró el

23.10 que convertir a SEMA en Viceministerio fortalece a la

institución del medio ambiente, pero aseguró que el

debate no debería ser si se convierte o no en

Viceministerio, sino más bien, si el Gobierno demuestra

estar dispuesto a respaldar leyes y restricciones

drásticas para proteger al medio ambiente (LPG 24.10 p.47-

a).-----

CAMBIOS EN GABINETE. Los cambios dentro del gabinete de gobierno

no han terminado y se conocerán a corto plazo,

reveló el 28.10 el Presidente de la República,

Armando Calderón Sol, al juramentar como nuevo Ministro de

Agricultura y Ganadería a Ricardo Quiñónez

Avila, quien sustituye a Oscar Manuel Gutiérrez.

Calderón Sol, sin especificar qué carteras

tendrán cambio de autoridades, confirmó que se

está evaluando el trabajo del Viceministro de Agricultura,

José Ernesto Jaimes, de quien se dice sería

sustituido por la economista Vilma de Calderón. El

Presidente enmarcó las modificaciones dentro de un proceso

de "reevaluación" de su gestión, ya que "nos

acercamos a la mitad del período de gobierno". "Nos

proponemos una mayor eficiencia, y manifiesto esto por algunos

comentarios en la prensa nacional a raíz de los cambios en

el gabinete de gobierno", expresó el mandatario

refiriéndose, a la renuncia del Viceministro de Justicia,

Raúl Somoza Alfaro, la ex presidenta del FIS, Norma de

Dowe, y el ex ministro de Agricultura, Oscar Manuel

Gutiérrez. Estas 3 dimisiones de ejecutivos de gobierno se

hicieron públicas en menos de 15 días, pero

Calderón Sol negó que haya inestabilidad en el

gabinete. "En todas partes puede cambiarse a funcionarios de la

administración y esto no implica ni estabilidad ni grave

problema". Según Calderón Sol, en la

decisión de sustituir al Ministro de Agricultura,

influyeron las permanentes quejas y críticas de algunos

sectores agropecuarios. "Sobra decir argumentos, es de

conocimiento público esa situación y la Presidencia

ha recogido esas evaluaciones y demandas de los sectores

involucrados", admitió (LPG 29.10 p.2-a)-----

ALERTA POR DELINCUENCIA. En el marco de la Conferencia

Iberoamericana sobre Reforma Judicial, la cúpula del

sector justicia, entre quienes se encuentran el Presidente de la

Corte Suprema de Justicia, Domingo Méndez; el Ministro de

Justicia, Rubén Mejía Peña; el Fiscal

General de la República, Manuel Córdova; el

Procurador General y el Presidente del Consejo Nacional de la

Judicatura, coincidieron el 28.10 en la necesidad de proponer

medidas conjuntas, tendientes a combatir con mayor eficacia el

auge delincuencial. Los funcionarios señalaron la

necesidad de que todos los sectores de la sociedad tomen

conciencia de su papel ante el combate de la delincuencia. Los

fenómenos delincuenciales, como las masacres que han

conmovido a la sociedad en las últimas semanas,

"sólo indican que es un verdadero problema dictar una

legislación que pueda reprimir de inmediato la

delincuencia, según las expectativas justas del

país", sentenció Méndez, en alusión a

la ineficacia de la Ley de Emergencia. La Corte Suprema de

Justicia ha reiterado que, a la vez que se tiene que combatir la

delincuencia, se deben atacar las causas y la raíz que

generan la delincuencia agregó Méndez. Este

además recordó que la pena de muerte es una medida

que ha dado resultados en algunos países y en otros no. En

Guatemala, donde la pena máxima por delitos graves es la

muerte, continúan los horrendos crímenes (LPG 29.10

p.3-a).



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