PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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    El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

    Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

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Año 24
número 1088
Marzo 3, 2004
ISSN 0259-9864
 
 
 
 

ÍNDICE



Editorial: Rechazo al FMLN

Economía: El Banco Mundial, el CAFTA y el desarrollo centroamericano

Sociedad: El informe del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en El Salvador

Reporte IUDOP: Los salvadoreños frente a las elecciones presidenciales de 2004

Derechos Humanos: “Medidas sustitutivas” a la justicia

 
 
Editorial


Rechazo al FMLN

 

La tercera y última encuesta preelectoral del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) muestra una sociedad muy polarizada en sus opiniones sobre el país, el gobierno, las elecciones y el futuro. Hasta cierto punto, esta polarización es natural, dado el enfoque que los dos partidos grandes dieron a su campaña y al eco que ésta tuvo en los medios de comunicación de masas. Unos más que otros y algunos de forma más conscientes que los demás, los medios han contribuido mucho a esa polarización. Esa polarización se observa entre quienes dicen que el país va mejor y quienes sostienen que empeora, entre los que opinan que la gestión gubernamental es beneficiosa para el país y los que aseguran lo contrario, en los que están a favor de cambiar gobierno y los que prefieren continuar con el mismo, entre quienes piensan que un nuevo gobierno de ARENA hará a los ricos más ricos y a los pobres más pobres y los que son de la opinión contraria, entre quienes están convencidos que ARENA privatizará la salud y la educación y quienes están seguros que no lo hará, entre quienes opinan que la empresa privada no dejará gobernar al FMLN y los que piensan que éste no es ningún problema, entre quienes afirman que el FMLN haría del país otra Cuba y quienes lo niegan, y entre quienes dicen que votan por una “mano súper pura” con la delincuencia y aquellos que votan por una educación y salud gratuitas.


El balance final de esta polarización favorece a ARENA, a juzgar por las opiniones siguientes: ARENA es buen gobierno (48 vs. 27%), es mejor para combatir la delincuencia (59 vs. 18%), reducir la pobreza (34 vs. 30%), erradicar la corrupción (40 vs. 29%), crear empleo (53 vs. 24%), garantía de buena relación con Estados Unidos (72 vs. 12%). Sólo en bajar el precio a los servicios básicos, ARENA es inferior al FMLN, pero por una leve diferencia (30 vs. 33%). El plan mano dura es eficaz (69 vs. 31%) y el tratado de libre comercio mejorará la situación del país (52 vs. 31%). La evaluación del presidente Flores es positiva, la mejor de su período (6.36 sobre 10). Por lo tanto, ARENA debe seguir gobernando (56 vs. 40%), pues es garantía de una situación mejor (43 vs. 29%); en cambio, si el FMLN ganara, esa situación empeoraría (50 vs. 30%).


La mayoría de la población está insatisfecha con la situación y desea un cambio, pero no es el FMLN el partido que lo pueda llevar a cabo. Más de la mitad (56%) considera que este partido no está preparado para gobernar —en contra del 38% que opina lo contrario—. La valoración general de su desempeño en las alcaldías es bastante inferior (5.35) al del gobierno central. En efecto, los juicios sobre la situación económica son negativos, pero no tanto como antes de las elecciones de 1999. La apreciación actual es más positiva que la de entonces, aunque predominan los juicios negativos. El problema principal es la situación económica —60 vs. 28%—, para el cual todavía es la inseguridad. Casi la mitad de la población desea abandonar el país (45 vs. 55%). Casi la mitad (47%) dice que la situación económica ha empeorado, pero bastantes afirman que está mejor (35%) y no pocos afirman que continúa igual (17%).


La economía personal está peor para la mayoría, pero para casi un tercio está mejor y para otro tercio sigue igual. La inmensa mayoría dice obtener poco beneficio personal de la gestión gubernamental y desea que el nuevo gobierno escuche sus demandas. Por lo tanto, el país necesita cambiar, la mayoría así lo pide (68%); aunque casi un tercio dice que va por buen camino (26%). Ahora bien, un poco más de la mitad, la cual votará por ARENA, pide algunas reformas en el sistema social (53%); mientras que un poco más de un tercio, el cual votará por el FMLN, pide un cambio total (34%). Los que menos votarán para cambiar son los de ARENA, los que más, los del FMLN, y luego, los de la Coalición. Un triunfo de ARENA (39 vs. 18%) significa para la mayoría la mejora del país.


La brecha entre ARENA y el FMLN se ha ampliado. En realidad, nunca se acercaron, ni mucho menos hubo empate. En preferencias partidarias, la diferencia es de 20 puntos porcentuales a favor del primero (45.2 vs. 23%). El mejor candidato sigue siendo Saca (52%), seguido muy de lejos por Handal (19.8%), pero Silva sigue a éste muy de cerca (15.3%). En los dos simulacros hechos, uno con una pregunta directa y otro con papeleta, ARENA obtiene una mayoría cómoda. En la primera modalidad, la diferencia es de casi 22 puntos porcentuales a favor de ARENA (46.5 vs. 24.8%). En la otra, ARENA duplica al FMLN (50 vs. 25.6%). Este último resultado se aproximaría a la realidad, si el voto fuera facilitado a la ciudadanía. Es decir, el aumento de electores favorece a ARENA.


La mayoría afirma que su decisión es firme (76.5 vs. 27.2%) y piensa que ARENA ganará la elección (50.5 vs. 28.4%). Entre los votantes de este partido hay un 22% que podría cambiar su decisión y un 18% entre los del FMLN. Esto significa que ARENA podría perder 10 puntos porcentuales y el FMLN, 4.5. Los otros dos partidos también tienen votos inseguros y podría llegar a perder la mitad del voto actual. Según los datos, ARENA ganaría la elección en primera vuelta; para que hubiera segunda vuelta, ARENA tendría que perder esos 10 puntos, el FMLN ganar 5 y los dos partidos pequeños aumentar su caudal de votos. Es probable que en estas elecciones vote más gente que en las pasadas, pero no tantas como para calificarlas de masivas. En el mejor de los casos, el incremento de votantes puede llegar hasta el 10 por ciento; sin embargo, la infraestructura no está preparada para atenderlos.


Este voto mayoritario de ARENA se explica por el rechazo que este partido ha logrado inculcar contra el FMLN. No es apoyo incondicional. Pero esto no le importa, con tal de ganar las elecciones. ARENA ha cultivado exitosamente el temor ante un triunfo del FMLN y éste no ha podido contrarrestarlo, ni revertir el rechazo. La gente desea cambios, pero el FMLN no es la alternativa del cambio para la mayoría. Una buena parte de la población teme un triunfo del FMLN; otros sospechan que la empresa privada no lo dejaría gobernar, lo cual ocasionaría males mayores. Sin embargo, algunos que no declararon su intención de votar por este partido, considerarían en serio votar por él para evitar un nuevo gobierno de ARENA. El voto del FMLN ha crecido de manera consistente, pero leve. Es un voto más leal que el de su adversario, pero no suficiente como para ganar.

G

 

Economía


El Banco Mundial, el CAFTA y el desarrollo centroamericano

 

La visión del Banco Mundial sobre el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Centroamérica (conocido como CAFTA) debería ser un llamado para los gobiernos del Istmo a que reflexionen seriamente sobre los posibles impactos y los desafíos ineludibles que el Tratado plantea.


Se trata de un pacto comercial que equivale a conectar dos canales entre las dos contrapartes. Un canal serviría para encauzar las exportaciones de productos centroamericanos hacia los Estados Unidos con la menor cantidad de restricciones arancelarias y no arancelarias posible, y el otro, a la inversa, para que Centroamérica reciba todo el influjo de importaciones provenientes del país del Norte sin poner barreras que obstruyan la inserción de productos estadounidenses al mercado local.

G

 

Sociedad


El informe del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en El Salvador

 


Doce años después de que El Salvador comenzó un proceso de paz que muchos califican de ejemplar, la situación de los derechos humanos dista de ser un ejemplo. Sin negar los ostensibles avances en la materia —la barbarie practicada abiertamente por el Estado en contra de sus adversarios es cosa de los manuales de historia—, el pleno respeto a los derechos del ser humano sigue siendo poco menos que un ideal a cumplirse.


Estos señalamientos los ha repetido la oposición hasta la saciedad, pero, en vez de tomarse en cuenta como aportes para la democratización, se han visto como ataques. Es lo corriente en países que si bien han transitado nominalmente de las dictaduras militares a sistemas políticos observantes de las formalidades democráticas, no han hecho otro tránsito, quizá tanto o más importante: el paso de la mentalidad y las prácticas autoritarias hacia una cultura de verdadero talante democrático.

G

 

Reporte IUDOP


Los salvadoreños frente a las elecciones presidenciales de 2004

 

Más de la mitad de los salvadoreños muestra mucho interés en asistir a votar en las elecciones presidenciales del próximo 21 de marzo, según revela la más reciente encuesta de opinión realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) de El Salvador. La pesquisa, efectuada con el propósito de conocer cómo los salvadoreños perciben la situación política del país y cómo se definen políticamente de cara al proceso electoral, se llevó a cabo entre el 14 y el 22 de febrero del año en curso, con una muestra total de 1,580 entrevistas a adultos, representativa de toda la población adulta de 18 años y más que vive en el país. El sondeo posee un error muestral del más/menos 2.5 por ciento.


Este interés en la participación electoral constituye el mayor que se ha registrado en los sondeos preelectorales del IUDOP desde 1994. Solamente el 25.9 por ciento de la población consultada expresó poco o ningún interés por asistir a votar. De la misma forma, los salvadoreños están mostrando más interés por el desarrollo de la campaña electoral en comparación que en años anteriores. Un poco más de la tercera parte de la población (34.3 por ciento) tiene mucho interés por la campaña electoral, mientras que el 18.4 por ciento revela algo de interés y el 47.3 por ciento dice tener poco o ningún interés en la campaña.


Sin embargo, la confianza de los ciudadanos en el proceso electoral no parece haber aumentado de la misma manera. Más bien, los datos señalan un aumento en la suspicacia de los ciudadanos hacia el nivel de transparencia de los comicios. La encuesta de la Universidad Centroamericana encontró que casi la mitad de los salvadoreños (el 45.5 por ciento) piensa que en las elecciones residenciales habrá fraude, mientras que un 32.3 por ciento considera que las mismas serán limpias. Un poco más del 22 por ciento no quiso adelantar una opinión al respecto.


En otro orden, preguntados si las elecciones son una pérdida de tiempo porque las cosas nunca cambian en el país, más de la mitad de los consultados (57.1 por ciento) se mostró en desacuerdo con esa afirmación, mientras que un 40 por ciento dijo estar de acuerdo. Este dato constituye también un quiebre importante con respecto a las tendencias mostradas en procesos anteriores, cuando la opinión predominante era que las elecciones constituían una pérdida de tiempo.

La situación del país
A los ciudadanos se les preguntó su valoración sobre la situación del país. Las respuestas muestran una opinión pública fuertemente dividida. Casi el 44 por ciento de la gente dijo que la situación del país está empeorando, mientras que el 41.1 por ciento sostuvo lo contrario. El 13.4 por ciento prefirió decir que la situación general del país se mantiene igual y un porcentaje mínimo prefirió no responder a la pregunta.


Sin embargo, cuando los salvadoreños fueron consultados acerca de mantener o cambiar el sistema social del país, las opiniones se repartieron de forma diversa y la mayor parte, el 53.4 por ciento, se concentró en señalar que es necesario hacer algunas reformas en el país, frente a un 34.1 por ciento que sostuvo que es necesario cambiarlo totalmente y un 8.5 por ciento que dijo que el sistema social salvadoreño debe quedarse como está.


De cara a las elecciones, la encuesta de la UCA preguntó a los ciudadanos sobre las cosas que pueden ayudar a que el país mejore en un futuro. El 38.7 por ciento dijo que lo que podría ayudar a que el país mejore es que ARENA gane de nuevo las elecciones, seguido de un 17.9 por ciento que señaló una victoria del FMLN como condición para mejorar al país. El 15.5 por ciento dijo que para que el país mejore se necesita de un líder fuerte y decidido que no provenga de los partidos, mientras que el 14.5 por ciento mencionó que otro partido gane las elecciones. Un 7.4 por ciento de los encuestados puso su confianza en Dios como la única forma de hacer mejorar al país, y el resto de la gente dio otras respuestas.

Alineación política
El 44.3 por ciento de los salvadoreños dice que ha escogido por quién votar, basándose en las propuestas o el plan de gobierno del partido; el 20.6 por ciento lo ha hecho guiado por la simpatía hacia el partido y el 16.3 por ciento ha tomado como criterio la figura del candidato a presidente.


Solamente el 3.7 por ciento dice haber escogido el partido por el cual votar, basándose en la propaganda y el 3 por ciento en los resultados de las encuestas de opinión pública. En la misma línea y tomando en cuenta las promesas partidarias, a los salvadoreños se les preguntó cuáles aspectos son los más importantes a la hora de decidir por quién votar. Casi una tercera parte de la población (el 31.6 por ciento) mencionó la educación y la salud gratuitas para toda la población, otra casi tercera parte mencionó la “mano súper dura” en contra del crimen; el 18.6 por ciento se refirió al combate de la corrupción en el gobierno y un 11.4 por ciento mencionó que lo importante es votar por un gobierno que no sea ni de derecha ni de izquierda.


Cuando se les preguntó a los ciudadanos si conocían los planes de gobierno de cada uno de los partidos políticos en contienda, casi el 40 por ciento de la gente admitió que no conoce programa alguno, mientras que más de un porcentaje similar aseguró conocer el plan de gobierno arenero y un poco más de la tercera parte de la población dijo conocer el plan del Frente. En cambio, no más del 11 por ciento de los salvadoreños consultados dijo conocer el plan de gobierno de la Coalición CDU-PDC y menos del 7 por ciento reconoció saber del plan pecenista.
Para comprender las alineaciones políticas de los ciudadanos salvadoreños, el IUDOP incluyó una serie de preguntas que tienen que ver con los discursos públicos sobre los partidos políticos que suelen caracterizar a la opinión ciudadana. Los resultados de algunas de las preguntas sobre ARENA son las siguientes. Frente a la interrogante de si los quince años de gobierno de ARENA le han hecho bien al país o le han hecho mal, el 47.6 por ciento dijo que los gobiernos areneros le han hecho bien al país, mientras que el 26.8 por ciento señaló que los gobiernos de ARENA le han hecho mal al país y un 23.3 por ciento que señaló que tales administraciones no le han hecho ni bien ni mal.


Preguntados si ARENA debe seguir gobernando o no, el 55.6 por ciento de los salvadoreños piensa que ARENA debería seguir gobernando al país, seguido de un 39.9 por ciento que considera que ARENA no debe de gobernar más. Por otro lado, a los salvadoreños se les preguntó si creen que con otro gane de ARENA, las diferencias socioeconómicas se van a agudizar —es decir, si los ricos se harán más ricos mientras que los pobres se harán aún más pobres— las respuestas muestran una división de la gente a este respecto: el 53 por ciento piensa que los ricos se harán más ricos en tanto que los pobres se empobrecerán más, frente a un 44.3 por ciento que dijo que no, que las diferencias sociales no se incrementarán.


Por el FMLN, en cambio, se preguntó si tal partido político representa una oportunidad para cambiar la situación del país o no. Un poco más de la tercera parte de la población encuestada contestó afirmativamente, que el Frente constituye una oportunidad para cambiar la situación del país; mientras que, por el contrario, más de la mitad de la gente respondió negativamente, que el FMLN no está preparado para gobernar. A los encuestados se les pidió que mostraran su acuerdo o desacuerdo con la idea de que si el FMLN llega a ganar las elecciones, la empresa privada y los ricos no lo dejarán gobernar. Las respuestas se volvieron a dividir por la mitad: el 47 por ciento dijo estar en desacuerdo, es decir, cree que al FMLN sí le permitirán gobernar; mientras que el 46.9 por ciento piensa que al Frente no le dejarán gobernar.


Finalmente, siempre sobre el FMLN, un poco más del 50 por ciento de la población considera que si el Frente sale victorioso en el evento electoral, El Salvador no se convertirá en un país comunista como Cuba; en tanto que el 44.3 por ciento cree que sí, que el país adoptará el modelo cubano.


La encuesta de la UCA también consultó a los salvadoreños sobre las perspectivas que le ven al país en caso de que si los comicios son ganados por cada uno de los partidos contendientes. En el caso de una victoria del partido gobernante, el 43.1 por ciento de la gente cree que el país mejorará, frente a un 29.7 por ciento que dijo que empeorará y un 23.2 por ciento que indicó que seguirá igual. Pensando en una victoria del FMLN, el 29.2 por ciento apuntó una mejoría en el país, mientras que el 50 por ciento dijo que el país empeoraría y el 10.8 por ciento señaló que el país seguiría igual. Por otro lado, en el caso de la Coalición, los resultados se muestran más repartidos: un poco más de la cuarta parte de la gente (26.1 por ciento) considera que el país mejoraría con una victoria del CDU-PDC, en tanto que un 33.3 por ciento cree que el país empeoraría y un 21.8 por ciento piensa que no habría cambios. En esta interrogante sobre la Coalición, casi el 19 por ciento de la gente no supo responder.

Preferencias partidarias
Como se acostumbra en los sondeos de la UCA, el tema de las preferencias partidarias y la intención de voto fue cubierto desde diversas consultas a los ciudadanos. En primer lugar, se preguntó por el mejor candidato a la presidencia, independientemente del partido político al que pertenecen. Un poco más de la mitad de los consultados (52 por ciento) mencionó a Antonio Saca, mientras que el 19.8 por ciento prefirió a Schafik Handal, el 15.3 por ciento señaló a Héctor Silva y el 1.8 por ciento se quedó con Rafael Machuca. Sobre el partido político preferido, lo cual revela la simpatía partidaria de los encuestados, el 45.2 por ciento de la gente señaló a ARENA, seguido del FMLN con el 22.8 por ciento, por la Coalición CDU-PDC con el 3.2 por ciento. Un poco más de la cuarta parte de la población no reveló su partido de preferencia entre los que dijeron ninguno y quienes prefirieron no opinar.


El asunto de la intención de voto fue abordado de dos formas distintas en la encuesta de la UCA. En primer lugar, y al inicio de la entrevista, se pedía al encuestado que marcara el partido por el cual pensaba votar en una papeleta de votación similar a la que será usada el 21 de marzo. En segundo lugar, y casi al final de la encuesta se preguntaba directamente a las personas encuestadas por su intención de voto. En ambos casos, los resultados favorecen ampliamente al partido gobernante. En el primer caso, el 50 por ciento marcó la bandera del partido ARENA, el 25.6 por ciento lo hizo por el FMLN, el 4.7 por ciento marcó la bandera de la Coalición CDU-PDC, y sólo el 2.5 por ciento puso su marca sobre el PCN. En el segundo caso, cuando se trata de la intención de voto manifiesta, los resultados son muy similares, aunque la ventaja de ARENA sobre el FMLN se reduce: el 46.5 por ciento dijo que votaría por ARENA, mientras que el 24.8 por ciento lo haría por el FMLN, el 5 por ciento lo haría por la Coalición CDU-PDC y el 1.8 por ciento mencionó que votaría por el PCN. Entre los que dijeron que no votarían o que expresaron que el voto es secreto, un poco más del 20 por ciento de la gente no manifestó su intención de voto.


Esta distribución en las intenciones de voto de los ciudadanos implica un aumento en la brecha entre ARENA y el FMLN ya mostrada en las encuestas anteriores de la UCA. A juzgar por tales resultados, los dos partidos mayoritarios habrían crecido en las simpatías de la población pero ARENA lo habría hecho mucho más que el FMLN. En cambio, la Coalición CDU-PDC y el PCN no registran ningún movimiento significativo.
Ahora bien, a los ciudadanos se les preguntó además si su decisión para votar era definitiva, o si podría cambiar más adelante. El 67.6 por ciento de los consultados dijo que su elección era definitiva, mientras que el 27.2 por ciento dijo que podía modificarse. Un cruce de estas opiniones con la intención manifiesta de voto por partido muestra que la solidez del voto varía de partido en partido.


En el caso de ARENA, el 22.4 por ciento de los que dijeron que iban a votar por ese partido podrían cambiar su voto más adelante. En el caso del FMLN, el 18 por ciento de sus votantes dijo que podía cambiar su voto en el futuro. En cambio, dentro de los votantes de la Coalición, el porcentaje de personas que pueden modificar su decisión llega a un poco más del 47 por ciento mientras que por el PCN un poco más de la mitad de sus votantes podrían cambiar de decisión.


Si tales porcentajes son aplicados al total de votos de cada partido, se obtiene que ARENA podría disminuir su intención de voto hasta por 10 puntos porcentuales; mientras que el FMLN podría disminuir hasta un 4.5 por ciento. En cuanto a la Coalición y al PCN, sus porcentajes de votación podrían verse disminuidos por la mitad si sus electores vacilantes deciden no votar por ellos. Finalmente, un análisis de los resultados de las intenciones de voto expresadas por los salvadoreños en la encuesta de la UCA revela que uno de los factores que explica el aumento de la diferencia del partido de gobierno con respecto al Frente es el temor de un sector de la población hacia la posibilidad de que el FMLN pueda ganar las elecciones.


Este temor no sólo tiene que ver con el recelo que algunos ciudadanos guardan directamente hacia el partido de izquierda sino también está relacionado con la sospecha de algunos salvadoreños de que la empresa privada no dejaría gobernar al FMLN. En tal sentido, una porción importante del voto de ARENA se explica más que por un apoyo incondicional hacia el partido de derecha, por el miedo a la posibilidad de que el Frente llegue finalmente a gobernar el Ejecutivo.


En resumen, la última encuesta preelectoral de la UCA muestra que, a diferencia de procesos electorales anteriores, buena parte de los salvadoreños se muestran muy interesados en asistir a votar. Aunque existe un porcentaje nada despreciable de ciudadanos que siguen desconfiando del proceso electoral, de los partidos políticos y de la política y, por lo tanto, es posible que no asistan a emitir el sufragio, es muy probable que la proporción de participación electoral aumente con respecto a procesos eleccionarios pasados. La encuesta muestra también que las dudas con respecto a la transparencia del proceso han aumentado en comparación con años anteriores, pero que a pesar de eso más salvadoreños parecen estar conscientes de que su voto puede hacer una diferencia.


A pesar de que la mayoría de los salvadoreños sigue esperando un cambio en la situación general del país, buena parte de los ciudadanos no vinculan esa transformación con el cambio del partido gobernante. Es más, ARENA parece haber aumentado su caudal de apoyo como producto, en parte, del temor a que el FMLN pueda llegar a gobernar al país. El apoyo que da la ventaja al partido gobernante proviene además de votantes nuevos o personas que no han votado en las últimas elecciones, así como también de los jóvenes, de los ciudadanos que viven en las zonas rurales, y de los que tienen poca formación educativa. De allí que una participación numerosa probablemente beneficie más a ARENA que al Frente.


Por su parte, el FMLN registra también un aumento leve pero consistente y su voto parece ser más leal que el arenero. Sin embargo, la encuesta registra que algunos ciudadanos que no declararon abiertamente su intención de voto a favor del FMLN estarían considerando, dependiendo de las circunstancias, apoyar finalmente a este partido con tal de evitar que ARENA se repita en el poder. Sin embargo, este porcentaje de posible crecimiento no parece ser más del 5 por ciento.

G

 

Derechos Humanos


“Medidas sustitutivas” a la justicia

 

Todo el mundo sabe que los amigos dicen la verdad, que amistad es cuando nos hablan con sinceridad. Por eso nos sorprende que este gobierno presidido todavía por Francisco Flores, tan “amigo” que es del de George W. Bush, rechace los consejos que desde éste le dan. Aunque en esta ocasión el aviso dado, más que una recomendación, es un “tirón de orejas” en toda regla. Así, el Informe de derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América asegura que en nuestro país la impunidad persiste, “particularmente para las personas que están política, económica o institucionalmente bien conectadas”


Además, se advierte en dicho documento —y citando como referencia el informe adicional para Centroamérica, realizado por el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en diciembre de 2002— que “el sistema de justicia es con frecuencia lento y (que) muchos jueces son todavía susceptibles a las influencias políticas”. Es decir, que de independencia judicial en nuestro país no hay nada. Es claro entonces, que todavía nos queda un duro camino que recorrer para alcanzarla. La cereza del pastel la pone una de las conclusiones a las que llega el texto mencionado. A saber: que “la corrupción en el Órgano Judicial contribuye a la impunidad”


La experiencia nos dice que en este “paísito” las cosas no pueden ocurrir como Dios las manda. Para muestra, frente a unas observaciones tan graves como estas, Flores ha optado por guardar silencio frente a este tema y seguir atiborrando a la población con el trillado “plan mano dura”. Mientras, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Agustín García Calderón, sigue con su misma canción: que el informe en cuestión “no está sustentado”… Mejor sería que este representante de la administración de justicia se dedicara a poner en práctica ese dicho popular que dice: “en boca cerrada no entran moscas”.


Pero, ¿por qué hemos hecho una referencia concreta de este documento, respecto a la impunidad y sus conexiones y a la corrupción en el órgano judicial? La respuesta es sencilla: porque en esta misma semana hemos corroborado cómo se “administra” la justicia en El Salvador. La población ha visto con desencanto la forma en que han sido agraciados con “medidas sustitutivas” los importantes señores Raúl García Prieto y Nelson García Córdova. Ambos tienen —en la actualidad— el récord de ocupar los primeros puestos en la lista de los grandes escándalos judiciales de nuestro país. Y los dos son un ejemplo claro de los conceptos que describió el informe que citábamos al principio. Comencemos pues, por el primero de ellos.


Raúl García fue nombrado —durante el gobierno de Calderón Sol— presidente del Banco de Fomento Agropecuario, lo cual no resultaba extraño, pues era un reconocido líder del partido en el gobierno. Ahora que “algunos” castillos de arena se derrumban y la corrupción se destapa, el “brillante” directivo ha sido condenado recientemente por la fraudulenta venta millonaria de un ingenio. Pero, en un hecho sin precedentes, el ya reconocido judicialmente como corrupto, se fugó una hora antes de que se diera lectura a la sentencia que le enviaba de inmediato a prisión por varios años.


¿Negligencia o malicia? No es el momento para valorarlo. Lo que está claro es que no se tomaron las medidas cautelares básicas para evitar que la evasión sobreviniera. Teniendo presentes las recientes fugas —de los Tacoma Cabrera, Carlos Perla y Nelson García— no comprendemos porqué se volvió a cometer el mismo error. Existen múltiples posibilidades para evitar que esto suceda. Una básica es la requisa del pasaporte para evitar que el reo salga del país. La otra, bastante lógica también, es la de proporcionarle seguridad para evitar su más que posible huida. Sin embargo, nada de esto se hizo.


He aquí una de las grandes contradicciones de nuestro sistema judicial. A los delincuentes comunes se les trata duramente y a los de cuello blanco y con recursos se les da un trato caprichoso. Por el momento, los dedos acusadores se dirigen hacia el abogado defensor de García Prieto, el cual se presume que conoció el contenido de la sentencia antes de tiempo y le advirtió a su defendido de lo que le esperaba.


Todo esto parece escrito para el guión de una película de Hollywood. Pero para una de vaqueros. Una de esas en las que el “sheriff” pide a los ladrones que por favor se entreguen, como Belisario Artiga hizo con Carlos Perla. O como ahora pretende este nuevo prófugo: negociar su “posible” entrega a cambio de que el cumplimiento de su condena lo haga en su casa y no en un penal. Es decir, recibiendo un trato distinto al que reciben todos los demás condenados en este país. Esto lo ha hecho, a través de la solicitud de “medidas sustitutivas”, las cuales —según nuestra ley— no se le pueden otorgar a una persona condenada y mucho menos a un fugitivo. Sin duda García Prieto debe de haberse inspirado en Pablo Escobar, aquel narcotraficante colombiano, quien llegó a construirse su propio penal y a exigir condiciones inéditas para poder entregarse a la “justicia” .


Y como observa otro conocido refrán popular: Hecha la ley, hecha la trampa. Esto porque, el mencionado delincuente ha solicitado que esta medida “sustitutiva” sea efectiva durante un año o mientras la Corte Suprema de Justicia no resuelva el recurso de casación que va a presentar. Es decir, se ha calculado que, con el retraso habitual del mencionado tribunal, podría evitarse el trago de pasar por prisión. Es decir, que el reo —pese al robo millonario que cometió y su vil huida— ahora tiene miedo de cumplir su condena y casi está seguro de obtener un fallo favorable en la más que cuestionada Corte Suprema.


Veamos ahora el segundo de los casos, el del abogado Nelson García Córdova. El controvertido profesional, cuyo periplo judicial ya ha sido objeto de valoraciones en este espacio, fue también beneficiado recientemente con las mencionadas medidas “sustitutivas”. Así, ha tenido el privilegio de estar detenido en el pabellón de reos del Hospital Rosales con motivo de una presunta desnutrición, en vez de acudir directamente al penal correspondiente. Es necesario aclarar que, en este caso no se trata de un condenado y que la sustitución de la detención provisional —por otras menos graves— se ha realizado —supuestamente— siguiendo con lo establecido en la ley procesal penal correspondiente. Sin embargo, en esa misma normativa se establece claramente que, en los delitos de agresión sexual a menores, no se permite tal sustitución.


Por si fuera poco, sus representantes legales justificaron la adopción de la medida en la necesidad del “sostenimiento económico” de la madre del indiciado y su probado arraigo familiar y domiciliar. Al parecer, a los juzgadores se les olvidaron los ocho meses que estuvo prófugo de la justicia, alejado de su casa, sus familiares más directos y sin trabajar. Sin embargo, “misteriosamente” lo ha conseguido: no va a pasar —de momento o quizá nunca— por prisión. Para mientras, el arresto domiciliario se ha hecho efectivo, bajo fianza y con la vigilancia de una persona que él mismo ha elegido, todo ello en franco menoscabo de las víctimas, quienes sin duda se sienten burladas por el sistema judicial. ¿Por qué aquí no hay mano dura? La respuesta parece obvias: “si marero eres, como marero vales”; “si funcionario eres, como funcionario vales”.


Esa es otra de las peculiaridades con este tipo de delitos y esta clase de delincuentes. Se sienten especiales, creen que están hechos de otra madera como para ser beneficiados con “medidas sustitutivas” y no tener que compartir prisión común con los demás delincuentes. Tal vez estén impulsando la creación de nuevos penales especiales para “delincuentes caballerosos” —como algún editorialista de La Prensa Gráfica se ha atrevido a calificarlos, para solidarizarse con ellos— en los que puedan pasarla tranquilo y sus delitos graves queden relativizados a “picardías” o “travesuras”.


Pero no cabe duda que esa es la cloaca que emana pestilencia del sistema judicial: muchos jueces, incluidos magistrados de la Corte Suprema de Justicia, son —como decía monseñor Romero— jueces venales, es decir, juzgadores dependientes, negligentes y corruptos. En esas manos está la justicia de este país, por ello no es extraño lo que se critica del sistema judicial en el informe al que aludíamos más arriba, por lo que resulta bastante desafortunado, que Agustín García Calderón siga tratando de defender lo indefendible.

G

 


 


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Las suscripciones pueden hacerse en El Salvador, en la Oficina de Distribución de la UCA, o por correo. Los cheques deben emitirse a nombre de la Universidad Centroamericana y dirigirse al Centro de Distribución UCA. Apdo. Postal (01) 575, San Salvador, El Salvador, C.A.