PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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    El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

    Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

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Año 24
número 1086
Febrero 18, 2004
ISSN 0259-9864
 
 
 
 

ÍNDICE



Editorial: Falsas libertades

Política: Réquiem para un proyecto que nació muerto

Economía: El punto muerto del Presupuesto General de la Nación

Sociedad: Violencia en cada consigna

Regional: Haití bajo asedio

Derechos Humanos: De risa: ¡militares denuncian persecución!

 
 
Editorial


Falsas libertades

 

Sólo hablan con libertad entre ellos y únicamente sobre los temas aprobados previamente. La libertad no se concede a los adversarios políticos. Ni siquiera es tolerable que éstos muestren en público sus preferencias partidarias. Pareciera que todos debemos pensar y sentir como ellos. No hay margen para la disensión, ni para la diferencia. Es así como se explica que militantes de ARENA hayan destrozado un autobús y hayan agredido a sus propietarios, por la sencilla razón de que éstos habían desplegado una bandera del FMLN. Los policías que intervinieron para restablecer el orden también fueron agredidos por los militantes de ARENA, quienes incluso los despojaron de parte de su equipo. Las explicaciones dadas no dan cuenta de los hechos. Tampoco los grandes medios afiliados a ARENA, los cuales optaron por mirar a otro lado.


Estos hechos ocurrieron en un ambiente electoral desbordado y los únicos responsables de este desbordamiento son los jerarcas de los dos partidos mayoritarios y los grandes medios, que hacen eco a los del partido oficial, en lugar de poner racionalidad y prudencia. A medida que se aproxima el día de las elecciones y aumentan sus dudas sobre su triunfo, ARENA se muestra cada vez más nervioso. En lugar de intentar convencer a los electores, arrecian la intolerancia, los ataques abiertos y encubiertos y las agresiones. Mal hacen los jerarcas de ARENA en restar importancia a las agresiones de sus militantes con el estribillo de que han dado instrucciones de no agredir, o que no había militantes en el área, o que fueron los mismos del FMLN. Puede que hayan dado esas instrucciones, pero es obvio que éstas no son acatadas. Es indudable que había militantes en el área, pues así lo reconoce la policía, cuya rectitud ARENA no pone en duda. Responsabilizar al FMLN es una vieja treta, la misma que utilizaron para desviar la atención en los asesinatos de la UCA y en tantos otros. Si su discurso estuviera actualizado, hubieran debido decir que los responsables de la agresión fueron las maras. Al no permitir que las autoridades cumplan con la ley, los jerarcas de ARENA avalan los actos violentos, autorizan a agredir e incluso a violentar la propiedad privada que tanto veneran y fomentan la impunidad de la que tanto se quejan, cuando ésta beneficia a las maras.


Mal hacen los jerarcas de ARENA al tolerar organizaciones y personas no identificadas, pero inescrupulosas e inmorales, que se han dedicado a entrevistar por teléfono y personalmente para hacer una supuesta encuesta de la UCA. Estos encuestadores se identifican como enviados de la Uniiversidad. Algunos de ellos incluso muestran gafetes con esta identificación. El cuestionario que hacen es largo y contiene preguntas tendenciosas desfavorables para el FMLN y favorables para ARENA. En un determinado momento, el supuesto encuestador instruye al entrevistado para que no vote por el FMLN, sino por ARENA, puesto que la Universidad habría hecho un pacto con este partido. Especie que es completamente falsa. La UCA nunca ha hecho alianza o pacto con ningún partido político y menos en periodo electoral. Los encuestadores no son de la UCA y su encuesta es falsa. La UCA no ha hecho encuesta hasta este fin de semana pasado, sus preguntas no son tendenciosas, ni mucho menos manifiestan rechazo a ninguno de los partidos contendientes, ni pide el voto por ninguno de ellos.


Si las autoridades investigaran la identidad y el móvil de estas organizaciones y de sus encuestadores, es muy probable que no llegasen a una conclusión definitiva. Esta clase de organizaciones existe y opera porque está protegida por el aparato gubernamental. Procede de manera ilegal e inmoral, porque no hay institución que se atreva a pedirle cuentas. La Fiscalía General de la República, que está obligada a investigar de oficio, porque se trata del uso indebido del nombre de una institución con personería jurídica, desecharía la demanda. Si no se hace cargo de las agresiones de los militantes de los partidos grandes, mucho menos se va a ocupar de una suplantación. La policía tampoco se atreve a aplicar la ley a los partidos políticos. Incluso ha permitido que la autoridad de sus agentes sea irrespetada y que éstos hayan sido agredidos por militantes de ARENA. Es cierto que la identidad de quienes cometen este delito y esta inmoralidad es desconocida, pero no es difícil saber de qué lado se encuentran. Engañan a la ciudadanía, manosean el prestigio de la UCA, atacan al FMLN y buscan el voto para el candidato de ARENA. Ciertamente, el FMLN no es el responsable de estos actos y no necesita recurrir a ellos para ganar una elección. ARENA tampoco lo necesita, pero sus estrategas son torpes. Si los jerarcas de ARENA alegan que el partido no está relacionado con estas organizaciones que las denuncien y las repudien públicamente.


La promesa que al comienzo de esta campaña repitiera tantas veces el candidato de ARENA de actuar limpiamente no la ha cumplido. En lo personal tal vez no haya atacado, ni insultado a nadie, pero organizaciones y colaboradores vinculadas a ARENA sí han cometido actos ilegales e inmorales. Antiguos guerrilleros convertidos al neoliberalismo recorren las empresas para atemorizar a los trabajadores y pedirles el voto a favor de ARENA. En varios ministerios se utilizan recursos públicos para la campaña de ARENA y se exige a sus empleados trabajar gratuitamente para ella y votar por este partido. Si esto hacen antes de haber ganado, qué se puede esperar cuando ya estén en posesión del poder total del ejecutivo. No hay que olvidar que el candidato del partido oficial es el director de su propia campaña y, por lo tanto, el responsable directo de las acciones de militantes y colaboradores.


ARENA escucha con atención a venezolanos y cubanos que se consideran víctimas de los regímenes que gobiernan sus respectivas naciones. Estos destacados exponentes de la oposición venezolana y cubana han sido traídos para advertir que lo mismo pasaría en El Salvador, si ganara el FMLN. Entre advertencias y lamentos, han contribuido a fomentar el miedo y a aumentar la incertidumbre entre sus anfitriones. La queja más repetida es que los han despojado de su libertad y el temor mayor de los salvadoreños crédulos es perder esa misma libertad. Sin embargo, la intolerancia de ARENA es también una negación directa de la libertad. Al soltar sus cuadrillas de militantes para intimidar al elector, destrozar la propaganda del adversario, agredirlo e incluso destruir su propiedad son muy similares a las que organizan los regímenes que tanto aborrecen estos amantes de la libertad. Si el FMLN fuera una amenaza para la libertad, tal como ellos aseguran, ARENA también lo es y tal vez lo sea más, porque controla el aparato del Estado. A los hechos nos remitimos.

G

 

Política


Réquiem para un proyecto que nació muerto

 

Si las proyecciones electorales no fallan, el 21 de marzo por la noche el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunciará la muerte de las aspiraciones presidenciales de la coalición de centro. Las diferentes encuestas de opinión, realizadas por instituciones de distintas sensibilidades políticas, apuntan a que la alianza PDC-CDU no dará los frutos esperados. Héctor Silva, el candidato de la coalición, no habría podido movilizar al “ejército de los descontentos”, que ha venido manifestando su rechazo a los dos partidos mayoritarios, ARENA y el FMLN, y que se ha abstenido de participar en las más recientes justas electorales. Más aún, la última encuesta de la Universidad Tecnológica, presentado el martes 17 de febrero a la prensa —que proyecta una participación récord de más del setenta por ciento de la población en las elecciones—, no observa ningún repunte del candidato de la coalición.

G

 

Economía


El punto muerto del Presupuesto General de la Nación

 

Hasta la fecha, no se ha aprobado el Presupuesto General de la Nación. Este instrumento es fundamental para el funcionamiento del aparato estatal, puesto que las carteras de Estado desempeñan sus funciones a partir de los montos que se le asignan anualmente. En la Asamblea Legislativa, los diputados se encuentran discutiendo el Anteproyecto del Presupuesto. La mayoría de ellos, salvo los del partido oficial, están deseosos de operar cambios en el mismo. Estas discusiones se han entrampado ante la posición inflexible de ARENA, interesado en postergar la aprobación del Presupuesto por conveniencias electorales.

G

 

Sociedad


Violencia en cada consigna

 


El país ha asistido a la etapa más virulenta de la actual campaña electoral. Los discursos han subido de tono, las brochas y panfletos han dado paso a las piedras e insultos; campos pagados denigrantes pululan por los medios escritos, radiales y televisivos; y las amenazas de huelga ya se dejan sentir en el tenso ambiente electoral. Quienes menos contribuyen a controlar el caldeado escenario son los mismos candidatos y las autoridades electorales: los primeros, por la guerra verbal que se han declarado y, los segundos, por su inexplicable apatía ante los hechos de violencia registrados

G

 

Regional


Haití bajo asedio

 

Es simbólico que Haití, la primera república americana en independizarse de los europeos —este año está cumpliendo su bicentenario de vida independiente—, esté enfrentando una crisis política que amenaza a su actual gobierno. Lo irónico del caso es que la crisis obedece a la confrontación de algunos sectores sociopolíticos con un gobierno elegido democráticamente y que surgió como respuesta a la dictadura duvalierista. Más aún, la victoria electoral con la que Aristide se alzó en 1990 fue la culminación de una vasta movilización social.

G

 

Derechos Humanos


De risa: ¡militares denuncian persecución!

 

Cuando hemos advertido que hay un retroceso en la democratización del país, nuestra intención no es que nos vean y señalen como alarmistas infundados. Las serias preocupaciones que planteamos se basan en hechos de la realidad nacional, que revelan la gradual destrucción de lo poco que apenas comenzó a asomar como la esperanza de un verdadero Estado democrático de Derecho, tal como se acordó en Chapultepec hace más de doce años. Una de las inquietudes más graves es el paulatino protagonismo que indebidamente está adquiriendo la Fuerza Armada de El Salvador (FAES). No sólo por la supuesta misión de “pacificación” en la que está participando dentro de Iraq y por su participación en el malparido “Plan Mano Dura”, sino también por los sucesivos pronunciamientos públicos amenazantes que organizaciones afines a la institución castrense han emitido últimamente.


Sobre lo último, existe algo que —además de preocupante— es curioso: los recientes llamados a la población por parte de los “hombres valientes” de verde olivo, advirtiéndole sobre el peligro del “comunismo”. Éstos iniciaron justo después de que el actual Secretario General de las Naciones Unidas declaró finalizada la observación del cumplimiento de los acuerdos de paz en el país y han sido el vehículo para que el antiguo alto mando militar —sobre todo la “mara” conocida como la “Tandona”— haya vuelto a ocupar espacios de poder político, como remembranza del pasado reciente.


De ese escenario, se pueden hacer dos lecturas rápidas. La primera: que mientras la Misión de Naciones Unidas permaneció en el país, esos oficiales de FAES no hicieron ese tipo de pronunciamientos, quizás por miedo a nuevas presiones extranjeras y más reestructuraciones al interior de la institución. Y la otra: que, en realidad, el proceso de paz fue interpretado por la Fuerza Armada de El Salvador y sus antiguos jefes como un período en el que debían guardar un silencio prudencial y necesario, para limpiar su deteriorada imagen. Pero tiempo después, el objetivo por recuperar los espacios perdidos vuelve a ser prioritario.


Así tenemos que el 9 de septiembre del año pasado, fue juramentada la Asociación de Veteranos Militares “General Manuel José Arce” (ASVEM). En aquella ocasión la organización se presentó públicamente, destacándose la presencia de algunos de los antiguos militares —ahora en situación de “retiro”, dicen— que ocuparon puestos de alta dirección durante la década de los ochenta y que fueron señalados como asesinos y grandes violadores de derechos humanos. Tampoco faltaron representantes del poder económico tradicional y dirigentes del partido oficial. ¡Hasta Francisco Flores hizo acto de presencia! Por primera vez, después de terminada la guerra, los “dueños” del país y sus fieles guardianes se reunían públicamente, en un acto en el que no se celebraba ninguna festividad nacional.


Pues bien, en aquella ocasión nos preguntábamos cómo era posible que el honor de la Fuerza Armada fuera defendido, precisamente, por quienes la deshonraron con sus horrendos crímenes contra personas inocentes e indefensas. Y, asimismo, cuestionábamos la defensa de la democracia que propugnaban estas gentes, cuando han sido muchos de ellos —ahora agrupados en la ASVEM— quienes han hecho todo para burlar la justicia y mantenerse impunes. Las respuestas las obtuvimos el pasado viernes.


Este 13 de febrero, el candidato a la presidencia del partido oficial se reunió en un acto proselitista con la mencionada asociación. El acto pasaría como uno más de la campaña electoral de Antonio Elías Saca, si no fuera por la gravedad de las declaraciones que trascendieron del mismo. Así, poder político y militar platicaron. Pero, lo hicieron según es conocido en buen salvadoreño, “a calzón quitado”. Sin lugar a dudas, “Tony” Saca —pese a tener su discurso preparado para el acto— tuvo que tomar nota de todas y cada una de las demandas que le hicieron —en romería— esos “valientes hombres”. La más importante y que más les “preocupa”, en caso de que el candidato “arenero” gane las elecciones, es que éste les asegure preservar la Ley General de Amnistía para la Consolidación de la Paz. ¡Qué “valientes”


Pese a que reiteradas encuestas colocan adelante en las preferencias electorales al candidato “arenero”, los militares veteranos prefieren curarse en salud. Algunos de los oficiales de la “mara Tandona”, demandaron, además, protección ante una eventual persecución política, en caso de ganar el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Tal es la incertidumbre que sienten ante una posible alternancia y tanto les pesan sus culpas, que no tuvieron vergüenza alguna de hablar de lo que verdaderamente les preocupa. El general René Emilio Ponce —ex ministro de la Defensa y ahora presidente de la ASVEM— le suplicó a Saca que no se vaya a derogar la normativa que permite que sus crímenes no sean juzgados.


“Un nuevo gobierno de ARENA —aseguró el “valiente” general—debe impedir que la izquierda y sus aliados deroguen la Ley General de Amnistía, con el propósito de causarnos el mayor daño a los que nos opusimos a sus planes de llegar al poder político por la vía armada”


Ponce, uno de los principales denunciados por su participación como autor intelectual en la masacre de los jesuitas, junto a Alfredo Cristiani, advirtió que los miembros de la asociación que preside no se quedarán de brazos cruzados. Es más, el militar de carrera aseguró que es pertinente “tomar las acciones legales necesarias, para evitar que el comunismo representado en el FMLN llegue al poder”. Tal es el estado de ansiedad y aflicción que padecen, que aseguran que ese partido político “no ha perdido el objetivo de destruir a la Fuerza Armada, porque ésta fue un obstáculo para que alcanzara el poder político por las armas”. No faltaron tampoco otras declaraciones, como las del general Humberto Corado, en las que se atrevió a reescribir la reciente historia de nuestro país. Así, según el militar, “la Fuerza Armada salvó al país de caer en las manos del comunismo”. Pero no dicen nada de los miles de hombres, mujeres, niños y niñas que mataron, torturaron o desaparecieron en esa su “defensa de la Patria”. Esos hechos son cínicamente obviados en la agenda de esta Asociación.


Por otro lado, en la reunión citada se comprobó algo que era un secreto a voces: la gran influencia que la ASVEM tiene sobre los miembros de alta de la FAES, ya que surgieron otras necesidades que los citados le “mendigaron” al candidato. La lista de ruegos no terminó con la de preservar su impunidad. Como diligentes soldados llevaban escrito, al detalle, otros requerimientos que el próximo gobernante debe cumplir. Veamos cuáles son.


Incremento del presupuesto de la institución armada, para poder así aumentar con ello el número de sus efectivos; facilitar empleo a los reservistas y militares lisiados por el conflicto; y la consolidación de la asignación de pensiones a través del Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada. Es decir que, además, quieren una mejora sustancial de los privilegios que ya disfrutan en detrimento de las precarias condiciones sociales que padece la mayor parte de la sociedad. Lo que en pocas palabras le pidieron es: una jubilación dorada y una voltereta a los acuerdos de paz que ordenaban la reducción al mínimo de las fuerza castrenses.


Saca, muy atento a las demandas de los que denominó “líderes históricos de la Fuerza Armada”, no perdió detalle. Precisamente, porque una de sus propuestas de campaña —incrementar los patrullajes combinados de policías y soldados para la seguridad en el campo— coincidía con las peticiones de éstos. Tal fue el grado de sintonía entre unos y otro, que los militares terminaron por llorarle al candidato. Así, en lo que es un hecho sin precedentes, Ponce dijo con el mayor descaro —propio de los criminales soberbios– que él y sus socios sufren “persecución” por el trabajo que desempeñaron. “Dentro y fuera del país —afirmó derrochando “valentía”— somos perseguidos jurídicamente por haber combatido la expansión comunista”. Sólo le faltó aparecer en silla de ruedas y con una toalla, para imitar a otro personaje conocido del país o para remembrar a su colega dictador, Augusto Pinochet.


Ponce recordó, también, las recientes condenas en Estados Unidos de América contra los ex ministros Guillermo García y Eugenio Vides Casanova, por violación de derechos humanos. Sorprendido de que en el país del norte el Poder Judicial funcione con independencia del Ejecutivo, el general rememoró los tiempos del conflicto en los que “este país fue nuestro mayor aliado”.


Pero, ¿de qué se quejan estos veteranos?; ¿qué deben o qué temen pagar?. Seguramente saben que, con alternancia o no en el ejercicio de la Presidencia, sus días en la impunidad están contados. Podrán pasar años y gobiernos, pero la espada de la justicia que pende sobre ellos sigue estando allí y la sangre de las víctimas seguirá clamando “tumultuosamente hacia el cielo”, hasta que desaparezca la injusticia en algún momento. Ponce y sus colegas viven la angustia de los que no saben ni el día ni la hora en que les caerá el peso de la justicia. Y a estas alturas, ya no les da pena demostrar su cobardía.

G

 

 

 


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