PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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    El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

    Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

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Año 24
número 1066
septiembre 24, 2003
ISSN 0259-9864
 
 
 
 

ÍNDICE



Editorial: Una (pre) campaña a la manera de ARENA

Política: Dudas en la tercera vía

Economía: Coyuntura económica actual

Sociedad: La diáspora, o los de acá

Regional: La otra Centroamérica: la Costa Atlántica

Derechos Humanos: Te traigo estas flores, amig

Homenaje: En memoria de Xabier Gorostiaga, S.J.

 
 
Editorial


Una (pre) campaña a la manera de ARENA

 

Poco a poco, la campaña electoral va abriéndose paso. De hecho, para ARENA la campaña comenzó desde el lanzamiento de la candidatura de Elías Antonio Saca, al igual que sucedió con el FMLN, una vez que Schafik Handal desplazó a Oscar Ortiz y se erigió en candidato por el partido de izquierda. Héctor Silva, la carta del denominado centro político, también ha iniciado la promoción, no tanto de una plataforma de gobierno, sino de su propia figura. Por lo pronto, es temprano aun para vaticinar posibles desenlaces de las elecciones presidenciales de marzo de 2004. No lo es, sin embargo, para medirle el pulso al ritmo de la campaña que, aunque no ha entrado en su etapa más álgida —la de los interminables spots publicitarios, los debates televisivos, las propuestas y contrapuestas de gobierno, las pintas y la música— ya da señales de cuáles serán sus posibles ejes, así como del rol que cada una las fuerzas contendientes irá asumiendo en el marco de la misma, lo cual permitirá establecer cuál de ellas —y su candidato respectivo— ha tomado la delantera en la guerra de imágenes.


Y, así, un primer elemento característico de la actual precampaña electoral es el peso que están tomando las imágenes de los candidatos. Este énfasis en la imagen es más fuerte y llamativo en ARENA, cuyo candidato está evitando referirse a problemas gruesos del país, presentándose más bien como una persona con la cual los salvadoreños pueden (y podrán) hablar directamente, con franqueza y sin limitaciones de ninguna naturaleza. Tocar temas y problemas fundamentales —pobreza, desempleo, marginalidad, inseguridad— significaría abrir el espacio para la polémica y los reclamos, esto último porque, obviamente, Saca representa a un partido que ha hecho poco, en casi quince años, para hacerles frente. Lo mejor es evitar ese riesgo; para ello, nada más idóneo que centrar la atención de los ciudadanos en la imagen bondadosa, tranquila y amigable de Saca, ante quien todos los salvadoreños pueden “hablar con libertad”.


A contrapelo de esta imagen de Saca, está la imagen que la misma derecha ha fraguado de Schafik Handal: se trata de una persona irascible, gruñona, furibunda y sin el aucontrol necesario para tratar a los demás con la estima y el respeto que se merecen. Ante el candidato del FMLN, viene de decir la propaganda de la derecha y ARENA, los salvadoreños no pueden (ni podrán) hablar con libertad. Por tanto, lo mejor es olvidarse del FMLN y de su candidato Handal como una alternativa de gobierno. ¿Cómo ha reaccionado el candidato de izquierda —y su partido— ante este artilugio propagandístico de la derecha?


En general, el FMLN y Handal han jugado según las reglas impuestas por la derecha y ARENA. Ante la estigmatización que se ha hecho del candidato del partido de izquierda, se ha respondido con un esfuerzo por hacer de la imagen de aquél algo más agradable y llevadero, como para dejar en claro que Handal no tiene dificultades en ser alguien simpático y agradable. En la medida que los asesores de los efemelenistas se han esforzado por trabajar el carácter de Handal, se han olvidado de lo sustantivo, es decir, de forzar al candidato de ARENA a discutir y plantear soluciones a los problemas del país. Y, en la misma medida, este último se ha salido con la suya: hacer del debate entre los candidatos un asunto por determinar quién es el más simpático y agradable en su trato con los demás. ¿Qué duda cabe que un candidato a la presidencia debe tener buen trato con sus semejantes, ser capaz de escuchar las distintas opiniones y dominar sus emociones? Pero no es eso lo que lo hace competente para gobernar, sino su claridad ante los problemas socio-económicos más graves, así como su capacidad para diseñar las líneas estratégicas que permitan enfrentarse a ellos. Un candidato a la presidencia podrá ser todo lo simpático y agradable que se quiera, pero si no es capaz de hacerse cargo de los problemas nacionales más urgentes, ni tiene el coraje para buscar soluciones para ellos, no está apto para dirigir al país desde el Ejecutivo. Porque con risas y caras simpáticas no se gobierna, aunque se caiga bien a medio mundo y se sea agradable a más no poder.


El problema es que ARENA y su candidato han hecho creer a muchos que es el carácter y la personalidad del nuevo presidente, no su competencia y coraje, lo que le va a permitir un buen desempeño. Esto no sólo se lo están creyendo, al menos por el momento, grupos importantes de salvadoreños, sino algunos de los actores políticos llamados a seguir una lógica distinta a la de ARENA y la derecha: el FMLN y Handal, como hemos visto, no han podido escapar de la trampa tendida por sus rivales. Tampoco Héctor Silva —por lo menos en lo que se ha visto hasta ahora— ha sido capaz de llevar sus esbozos de campaña hacia un terreno distinto del de la personalidad y carácter de los candidatos.


En este contexto, el desafío del FMLN y de Handal —también de Silva y el centro político— es llevar el debate político electoral hacia un terreno más serio, donde lo que se discuta sean los problemas sustantivos del país, así como sus posibles soluciones. Es de esperar que Saca y sus asesores hagan todo lo posible por evitar ese escenario, pero es precisamente ahí donde debe librarse la batalla por la mejor forma de conducción económica, social, política y medioambiental de El Salvador.


Pero para trasladar el debate político a la arena de lo sustantivo hay que estar preparados para la elaboración de diagnósticos y propuestas que en verdad sean tales, no retórica revolucionaria y panfletos superficiales. ¿Estará el equipo de Silva preparado para este desafío? Sobran quienes no dudan en responder afirmativamente a esta interrogante. Ojalá la intelligentsia del centro político no defraude a sus seguidores. ¿Están listos el FMLN y Handal para un esfuerzo similar? Quien sabe. Lo que sí puede decirse es que hasta ahora lo que el FMLN ha ofrecido a los salvadoreños como diagnóstico y propuestas de gobierno ha sido bastante endeble y, además, poco convincente.

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Política


Dudas en la tercera vía

 

En materia electoral, como en ninguna otra actividad de la vida política, los partidos dependen esencialmente de sus resultados. El número de votos que pueda lograr una organización en la contienda es la medida de su importancia y peso en las discusiones públicas. El comportamiento de los partidos es definido según los resultados obtenidos, o según las perspectivas de desempeño para las próximas elecciones. Dicho en otro lenguaje, la carrera hacia la eficacia es un tema que les preocupa.


En el contexto salvadoreño, esta necesidad de eficacia de los partidos se ve acompañada de la exigencia de alcanzar un porcentaje mínimo para asegurar la supervivencia electoral. El artículo 182, numeral tercero, del Código Electoral expresa en los términos siguientes esa obligación de resultados de los partidos: se “puede cancelar la inscripción de un partido político cuando interviene en una elección de Presidente y Vicepresidente de la República o de Diputados en la Asamblea Legislativa y no obtenga por lo menos el tres % del total de los votos válidos en la elección que dicho partido haya participado”.

G

 

Economía


Coyuntura económica actual

 

El Departamento de Economía de la UCA ha realizado un informe sobre la coyuntura económica de El Salvador en un artículo publicado recientemente en la revista Estudios Centroamericanos (ECA). Lo que aparece en este espacio es un breve resumen de dicho informe.


El documento destaca, en términos globales, el deterioro de la gestión de la política fiscal del actual gobierno. En este sentido, se ha dado un fenómeno de “erosión” fiscal, es decir, que el gobierno, según el informe, no sólo ha sido incapaz de “incrementar la captación de impuestos, sino que también ha devuelto una mayor proporción de los impuestos recibidos de forma bruta.” Esta situación se suma al lento dinamismo de la economía, que, según lo indican las estadísticas analizadas, no resulta suficiente para generar un crecimiento que posibilite saltos cualitativos en el desarrollo y bienestar de la población.


Los aspectos fundamentales que refuerzan esta visión sobre la economía del país son los siguientes:

La política fiscal
El deterioro es evidente a todas luces, puesto que se ha experimentado un descenso con relación a los niveles alcanzados por los anteriores gobiernos areneros. Básicamente, la tasa de imposición o presión tributaria promedio durante el gobierno de Flores ha sido menor que la del quinquenio de su predecesor, Armando Calderón Sol. El gobierno ha tenido una menor capacidad de recaudación y ha devuelto más que en los períodos anteriores. ¿Dónde está el problema? Según el informe, parte de las respuestas se concentran en la influencia de los patrones de política económica determinados por el Consenso de Washington y que ARENA ha seguido de manera fiel. Esto ha desembocado en una política tributaria que favorece a quienes tienen mayores ingresos y que es más severa con los que tienen menos. Es cierto que esto ha caracterizado a los períodos gubernamentales anteriores, pero es necesario señalar que en el actual gobierno se ha incrementado.


La regresividad de las políticas económicas areneras se nota con sólo examinar los aspectos tributarios: Entre 1993 y 1998, las empresas aportaron el 57% del impuesto sobre la renta, pero en la gestión de Flores, ese aporte se redujo al 54%. En el año 2002, hubo una reducción al 42 %, es decir, que del total de ingresos tributarios provenientes de la renta que llegan al fisco, la mayor parte es aportada por los trabajadores (cerca del 60% durante el año pasado).


Por otro lado, la inversión pública del gobierno todavía se muestra débil. Actualmente, asciende al 3% del PIB, mientras que en el año anterior fue del 3.6%, aun cuando hubo un repunte obligado por las secuelas de los terremotos de 2001.


En la gestión de Flores, el estancamiento económico se ha profundizado. El gobierno se ha quedado pasivo y, lo que es peor, ha incidido negativamente en el desarrollo de una sana política fiscal, progresiva y dinamizadora del desarrollo. Por ejemplo, de 1993 a 1998, el saldo de la deuda se incrementó en el 35.3 %, con un saldo final de 3,580 millones de dólares. En los cuatro años del gobierno actual, ese saldo se ha elevado en 2,935 millones de dólares, que representan un crecimiento del 82 %. ¿Qué tipo de estabilidad macroeconómica se puede construir sobre la base de esa tendencia?


La presión tributaria siempre se ha mantenido baja: apenas constituye un 10% del PIB, colocando a El Salvador en un nada agradable penúltimo lugar con respecto a los países del continente americano. Pero esto no es ni siquiera el problema más grave. Lo realmente preocupante es que con una captación tributaria baja no hay posibilidades de satisfacer las necesidades de la población a través del gasto público y los ingresos, cada vez menores con respecto a las necesidades crecientes de la población, generan una inanición económica para ésta.


Por otro lado, la orientación del gasto público ha sido ineficiente. En términos generales, predominan los gastos administrativos sobre aquellos destinados al desarrollo. Así, la tendencia del gasto público del gobierno de Flores ha sido la de incrementar su participación en el PIB. Entre 1995 y 1998, se registra una participación promedio del 15.1%, mientras que, entre 1999 y 2002, sube al 23.42%, esto es, cerca de tres puntos del PIB. No obstante lo anterior, la inversión pública durante el gobierno de Flores ha sido del 3% del PIB; mientras que en el periodo anterior fue el 3.6. Esto significa un aumento de la participación del sector público, financiero y no financiero en la conformación del PIB, la cual pasa del 12.6% al 13%. Sin embargo, la inversión pública reduce su aporte al PIB, mientras sube la del consumo público. ¿Cuál es el resultado? Al reducir su aporte al PIB, disminuye su influencia como elemento reactivador de la economía.


En síntesis, el nivel del déficit fiscal se ha disparado, en la actual gestión gubernamental. Así, el monto promedio anual asciende a 430.9 millones de dólares con una participación en el PIB del 3.2%. De 1993 a 1998, el promedio fue de 155.3 millones, los cuales, respecto al PIB, representaron el 1.5%. En 1999, alcanzó el 2.8% del PIB y en 2000, el 3%, porcentajes superiores a los alcanzados entre 1993 y 1998.

La actividad económica
Con respecto a la actividad económica, lo que se ha visto es que, desde el año 2000, la tasa de crecimiento del producto, al comienzo del primer trimestre, ha sido baja —una variación anual del PIB trimestral inferior al 2.5%—. En el primer trimestre de 2003, el PIB creció el 1.7%, cifra inferior a la registrada en el mismo período de los años 2000 y 2002, y similar a la del primer trimestre de 2001. Según el Banco Central de Reserva, el crecimiento del año 2003 será del 2.5 %. Esto implica que las tasas de crecimiento de los próximos trimestres deben estar entre el 2 y el 2.5%. Sin embargo, bajo las actuales tendencias, eso parece difícil. Además, según se analiza en el informe, deben darse cambios en el entorno internacional, sobre todo en Estados Unidos y en las condiciones internas del país, lo cual es difícil, dado el clima preelectoral.


Otro signo preocupante reside en que la variación anual del promedio acumulado del Índice del Volumen de la Actividad Económica (IVAE) fue negativa, en abril de 2003 (-0.98%), y se ha mantenido así desde enero del presente año. La economía, en su conjunto, no muestra signos de recuperación. Al contrario, aparece menos dinámica que en periodos anteriores.


Finalmente, ¿cómo se traduce esto en términos del empleo? El número promedio de cotizantes, en los últimos doce meses, ha disminuido en 19,558, comparado con los que había en los doce meses anteriores. De acuerdo a estas cifras, la dinámica del empleo formal observada ha sido baja.

El comportamiento de los precios
Durante el primer semestre del presente año, el comportamiento de los macroprecios de la economía —niveles de precios, tasas de interés y salarios— han tendido a la baja. El Índice de Precios al Consumidor (IPC), desde 2002 a la fecha, ha concentrado sus fluctuaciones en alrededor del 2.0%. En 2003, el indicador muestra una tendencia decreciente. Esto se explica por el comportamiento de los constituyentes del indicador. Las variaciones en los precios de los alimentos, durante el primer semestre, han sido pequeñas y esto se ha aunado a las tasas negativas en la variación de los precios de las prendas de vestir. En contraposición, se encuentran el precio de la vivienda y misceláneos, que han experimentado un crecimiento un poco más acentuado. A diferencia del IPC, el Índice de Precios al por Mayor (IPM) presenta mayores variaciones, con respecto al primer semestre del año anterior. De esta manera, se puede afirmar que los precios de la mayoría de productos de consumo final no han experimentado grandes variaciones, al contrario de los precios de algunas materias primas del país.


El valor de las tasas de interés ha descendido con relación a las de 2001. Sin embargo, se encuentran muy cercanas a las del primer semestre de 2002. Estos movimientos en los tipos de interés no se pueden explicar sin considerar la dolarización de la economía a inicios de 2001. Debido a esto, existe una tendencia muy marcada a que el movimiento de la tasa de interés nacional se mueva al ritmo de las tasas de interés estadounidenses y con esto a la política de la Reserva Federal de EEUU.


El salario nominal permaneció inalterado de 1998 a mayo del presente año. Durante el primer semestre, por mandato del ejecutivo, se registraron aumentos salariales en el sector comercio (10.0%), industria (7.5%), maquila y textiles (5.0%). Es importante apuntar que en el sector agrícola, en el que el deterioro de las condiciones de vida ha sido mayor en los últimos años, no hubo incremento salarial. Con los incrementos registrados, el nuevo salario mínimo nominal es de 46.2 colones y el nuevo salario real es de 27.17 colones.

Sector externo
En lo referente a este sector, no se han suscitado cambios de tendencia sustantivos. El desenvolvimiento del sector, durante el primer semestre de 2003, continúa con las características de los últimos años. Se hace manifiesto un déficit en cuenta corriente que trae aparejado un déficit comercial, en el que las remesas han desempeñado un papel importante para que el mismo no se incremente. Una balanza de pagos con saldo positivo, gracias a un superávit en la cuenta financiera y de capital, es producto de un excesivo endeudamiento por parte del Estado.


De enero a junio del presente año, las exportaciones han tenido un crecimiento alrededor del 7.0%. El valor de las exportaciones para el mismo período ascendió a 1,559 millones de dólares. La composición de las mismas es de la siguiente manera: un 6.96% de exportaciones tradicionales, 32.34% a exportaciones no tradicionales y 58.7% a maquila. Las importaciones, para el mismo periodo, alcanzaron un valor de 2,829.9 millones de dólares, cifra que representa un incremento de 14.4%, constituyendo el doble de crecimiento de las exportaciones. El 27.04% de las importaciones es de bienes de consumo; 32.88%, de bienes intermedios; un 16.49%, de bienes de capital y el 23.58% restante, de maquila.


Se puede notar que el incremento en las exportaciones no ha sido suficiente para disminuir el déficit comercial. Esto se debe a que las importaciones tienen una mayor tasa de crecimiento durante el mismo período. Ello impide cerrar la brecha comercial del déficit.


En marzo de 2003, el déficit de cuenta corriente alcanzó los 213.9 millones de dólares. Esto se debe fundamentalmente a un incremento del 77% del déficit comercial en los últimos tres años. Las remesas, que para 2003 están próximas a representar el 12.7% del PIB, cumplen un importante papel para mitigar el impacto de dicho déficit. Los envíos de remesas, durante los primeros seis meses del año, alcanzaron el monto de 1.006.8 millones de dólares, representado un incremento de 3.8%, con respecto al mismo periodo del año anterior. El papel de las mismas fue destacado, pues contribuyeron a cubrir el 35.6% de las importaciones y el 72.8% de la brecha comercial del país.


La cuenta financiera y de capital, para el primer semestre del año, presenta un superávit. El saldo de la balanza de pagos es positivo, gracias a las entradas de capital registradas en dicha cuenta. Es importante notar que, a pesar de que el país muestra un saldo positivo en la balanza de pagos, esto se debe al mayor endeudamiento del país y no a una disminución del déficit de la balanza comercial. De esta manera, el país está recurriendo a empréstitos para saldar la mayor absorción interna que ha caracterizado al país durante los últimos años.

Moneda y banca
De junio de 2002 a marzo del presente año, los depósitos bancarios muestran una contracción en su ritmo de crecimiento. Esto se debió a las bajas tasas de rentabilidad que los depositantes percibieron de sus activos colocados en los bancos del país. A partir de 2003, al observarse mayores tasas de rendimiento para los depósitos, se observa un incremento en el crecimiento de la variable en la banca nacional. Según los indicadores, parece ser que el mercado crediticio se ha reactivado, después que en los últimos años se encontrara bastante deprimido. A partir de octubre del año pasado se observa un mayor dinamismo del crédito, concentrándose en los sectores de la construcción, comercio, industria y consumo.


Es importante notar la mejora experimentada por la banca en carteras morosas y las provisiones por carteras vencidas. Esto es importante, ya que representa un mayor nivel de estabilidad para el sistema bancario del país. La banca nacional se puede caracterizar como un mercado oligopólico, en el cual los cinco mayores bancos del país concentran un 88.96% de los activos de los depositantes, mientras que el resto de bancos posee únicamente un 1.57%.

Conclusiones
El informe concluye con unas consideraciones muy importantes con respecto a la dinámica de la economía del país. Según los autores, durante los últimos años, el país ha presentado un déficit comercial crónico que atenta contra el equilibrio de la cuenta corriente de la balanza de pagos. El relativo equilibrio de la balanza de pagos se logra fundamentalmente a través de dos vías: el papel destacado de las remesas como “flotadores externos” y el saldo superavitario de la cuenta financiera y de capital de la balanza de pagos. Según los autores, el superávit de la cuenta capital, si bien contribuye a la estabilidad de la balanza de pagos, está constituida sobre la base del endeudamiento. Con ello, los autores, pretenden llamar la atención sobre esta “virtual” estabilidad de la balanza de pagos.


Con relación al sector externo, el informe destaca que es importante observar cómo el país está incrementando su déficit comercial, fundamentalmente a través de una mayor cantidad de importación de bienes de consumo, bienes intermedios y la maquila. Dada la situación de baja competitividad y productividad del país, lo indicado sería que los bienes de capital tuviesen un mayor peso. Finalmente, si se interrelacionan los aspectos anteriores, el informe concluye que, al contraer mayores deudas, el país está comprometiendo su futuro con la salida de ingresos para pagar los empréstitos actuales. El gobierno debería apostar por incrementar la productividad a través de una selección del tipo de bienes importados más racional, buscando aumentar los bienes de capital y disminuir los de consumo.

G

 

Sociedad


La diáspora, o los de acá

 


1 millón, 109 mil salvadoreños aparecen en el último censo de Estados Unidos, del año 2000; 655 mil de ellos con sus documentos en regla y 335 mil indocumentados, constituyendo el 15.8% de la población total de El Salvador en ese año. Dos años después, 290 mil compatriotas amparados al programa de Protección Temporal (TPS), enviaban a sus familiares gran parte de los dos mil millones de dólares que en el 2002 entraron al país en concepto de remesas. Pero la historia no acaba allí. Según registros difícilmente recabados, 55 salvadoreños murieron en México, de enero a julio de este año, en su intento por llegar a territorio estadounidense; unas 500 familias se han quedado “temporalmente” en la ciudad mexicana de Tijuana, la más concurrida por los inmigrantes que atraviesan el territorio azteca para alcanzar el “sueño americano”; decenas de infantes y adolescentes abandonados por los furtivos “coyotes”; cientos de mujeres salvadoreñas prostituidas en bares y lupanares mexicanos y guatemaltecos; acoso de las autoridades, asaltos, violaciones, robos y extorsiones. La diáspora salvadoreña es más que remesas.

G

 

Regional


La otra Centroamérica: la Costa Atlántica

 

Durante siglos, muchos centroamericanos han sido cómplices de una negación. Han creído a pie juntillas la imagen según la cual Centroamérica es una, hispanoparlante e híbrida de las culturas indoamericanas y españolas. Han pretendido ser posmodernos, cuando no han hecho otra cosa que obrar al estilo positivista: han derivado afirmaciones universales de fenómenos particulares. En otras palabras: han absolutizado una particularidad: la de ser centroamericanos de la Costa Pacífica, olvidando que el Istmo no termina aquí, sino que también está la otra Centroamérica, la de la Costa Atlántica. Pero es que ni siquiera se ha comprendido la heterogeneidad de este lado del Istmo: se ha querido hacer que las culturas indígenas se asimilen por la fuerza a los moldes de los otros centroamericanos. La ignorancia de la Costa Atlántica es la más dura expresión de que la cultura del Istmo sigue siendo excluyente.

G

 

Derechos Humanos


Te traigo estas flores, amig

 

Seguimos ignorando por qué el actual presidente de la República, Francisco Flores, se empeña en dejar a El Salvador en el más absoluto de los ridículos cada vez que sale del país en misión oficial. ¡Quién sabe qué estaremos pagando! Como que no fuese suficiente tener que seguir sufriendo las consecuencias materiales de sus erradas políticas en lo social, político, económico y de seguridad pública, “adornadas” con una abundante retórica repleta de eso que llaman “doble moral”. Lo que sí nos queda claro es que esa cuestionable actitud presidencial, se agrava siempre que pone un pie en los Estados Unidos de América o cuando se encuentra cerca del mandatario de ese país. El más reciente bochorno lo ocasionó durante su visita a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, donde se inauguró —el pasado martes 23 de septiembre— el 58° período de sesiones de la Asamblea General de la misma.


Las grandes empresas mediáticas nacionales se han encargado de publicitar —de nuevo— otro espectáculo al más puro estilo de “Paquito”. Entre tantas que nos ha hecho recordemos que fue él quien, hace unos meses, se convirtió en el primer presidente de nuestro país en subir presuroso a un cuadrilátero de boxeo en territorio estadounidense, para fotografiarse con un “famoso” boxeador de origen salvadoreño que acababa de obtener un título mundial. En el más puro y barato de los populismos tradicionales en la región latinoamericana, no vaciló en abrazar al sudoroso deportista para aprovechar su momento triunfal y utilizarlo luego en un anuncio publicitario a favor de su lamentable gestión gubernamental. Ese es uno de tantos hechos que, al igual que la sonada “declaración de amor” hacia el presidente George W. Bush el 24 de marzo del 2002, ha sido objeto de diversos y múltiples comentarios —agrios o en son de burla— por parte de la población.


Pero en la ocasión que hoy nos interesa reseñar, cuando iniciaba una de sus últimas giras por el exterior, para realizar lo que fue bautizado por esos medios masivos de difusión como su discurso de despedida ante la Asamblea General de la ONU, sí que se “lució”. A todas luces, en su afán por “quedar bien” con su “amigo”, Flores no supo estar a la altura del caliente debate que se está planteando en el ámbito internacional. Mientras los presidentes de otras naciones debatían sobre la invasión y ocupación de los Estados Unidos de América en Iraq, junto con las consecuencias que ese tipo de hechos pueden tener en un futuro próximo; mientras la discusión de fondo se centraba en el cuestionamiento a la composición actual del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, proponiéndose por vez primera —en lo que plantea como un momento histórico— la reforma democrática de ese organismo intergubernamental; mientras se hablaba de cosas serias, pues, a Flores lo único que se le ocurrió comentar en medio de un momento tan trascendental, fue el supuesto “estado de bonanza” que alcanzó El Salvador por obra y gracia de los tres gobiernos encabezados por su Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).


Ante un auditorio lleno, el presidente y quienes le redactaron el discurso optaron por dedicar dos terceras partes del mismo a presentar el país como un modelo de lucha contra la pobreza y de compromiso con las libertades, en un marco de respeto a la legalidad. Para ello presentó cifras sacadas quién sabe de dónde, muy distanciadas de la realidad; es decir, de la verdad. Pero como “el papel aguanta con todo”… Es más, al escuchar su intervención daba la impresión de que estaba releyendo el mismo texto del pasado lunes 15 de septiembre, al celebrarse el día de la independencia; quizás sus asesores ya no encuentran qué más inventar y decidieron utilizar la anterior proclama adecuándola a la ocasión. Total, a lo mejor ni cuenta se da.


Pero sí hubo un ingrediente nuevo en su perorata, probablemente redactado no en San Salvador sino en Washington: criticar duramente la postura que la ONU tomó meses atrás sobre el tema iraquí. Textualmente, Flores reprobó que se discuta “interminablemente sobre Iraq y las circunstancias actuales del pueblo iraquí. Lo que no admite discusión es que este foro no está a la altura de las exigencias de un mundo cada vez más complejo”. Luego se lanzó contra la ONU, señalando que ésta “debe ser repensada y reestructurada para poder enfrentar los objetivos para los que fue creada”. Atrevido el “muchacho presidente”. ¿Cómo se atreve a plantear y reprochar la actitud de Naciones Unidas? ¿Qué autoridad moral cree ser para dirigirse de esa forma a los miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas quien ha afirmado que la Ley de Amnistía es la “piedra angular” de esta “paz salvadoreña”, quien desprecia las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y quien en solitario aplaude golpes de Estado contra sus colegas? Es él quien ahora le va a dar al mundo lecciones de Derecho Internacional. ¡Más respeto, por favor!


Y si además anda presumiendo de lo que ocurre acá “abajo y adentro” del país: un lugar donde su “paz” es violencia cotidiana para las mayorías, donde la muy discutible “estabilidad macroeconómica” es motivo de expulsión de nuestra gente hacia el norte de América y donde hasta sus mismos correligionarios han cuestionado una administración gubernamental tan sometida a los dictados de la Casa Blanca. En fin, nos quedó claro lo que dijo; pero sobre todo lo que no: en su apología no hizo una sola referencia a la real situación del país. Esto es obvio, por lo mucho que tiene que ocultar.


Por último, sigue en el aire la duda de si Flores —en los pocos meses de gobierno que le quedan— seguirá haciendo honor a su “malinchismo” cada vez que tenga delante al presidente de los Estados Unidos de América. ¿Qué más se atreverá a hacer para satisfacer a su “amigo”, con la esperanza de que lo coloque en la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos? Por suerte, aún no perdemos nuestra capacidad de asombro.

G

 

Homenaje


En memoria de Xabier Gorostiaga, S.J.

 

Las luchas y las conquistas en favor de los derechos humanos en América Latina tienen muchos rostros y protagonistas. Muchas son las personas que han dedicado su vida a la reivindicación de la dignidad humana en nuestros países. Sin embargo, sería injusta e imprecisa cualquier historia que acerca de este periplo escribamos si no recordamos algunos nombres. Entre ellos, hoy forzosamente debemos resaltar el de Xabier Gorostiaga, quien murió en Bilbao el 14 de septiembre pasado.


Xabier, sacerdote jesuita nacido en España, quien extendió su nacionalidad hasta convertirse en un auténtico hispanoamericano, es un referente necesario cuando hablamos de la inusual conjunción entre una rigurosa formación académica, una extraordinaria claridad intelectual, un inquebrantable compromiso con la causa de los excluidos y oprimidos y un vínculo voluntario e indoblegable con los pueblos latinoamericanos, especialmente aquellos de América Central.


Xabier fue, sobre cualquier otra cosa, un amigo. Amigo de sus amigos, amigo de los pueblos entre los que vivió, amigo de la educación y, especialmente, de la educación en derechos humanos. Su obra en este campo lo trasciende. Su espíritu vive en los cientos de personas que tuvimos la fortuna de tenerlo como maestro y también vive entre tantos otros que no lo conocieron pero que fueron los beneficiarios de sus luchas en favor de los derechos humanos. Por eso, su partida no implica un vacío sino el compromiso de quienes lo conocimos por dar continuidad a sus esfuerzos, con la misma convicción y fuerza que lo distinguieron.


Para el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), institución que siempre fue honrada por su entrañable amistad, la partida de Xabier representa un comprensible momento de dolor y tristeza. Pero sabemos que nuestro mejor homenaje a su memoria es traducir estos sentimientos en el fortalecimiento de nuestra voluntad de continuar trabajando por los derechos y libertades de aquellos quienes fueron la mayor preocupación en su vida: los pobres, los olvidados, los marginados.


Sea pues ésta, una ocasión oportuna para reflexionar sobre la vida y la obra de Xabier Gorostiaga y sobre las mejores formas para preservarlas.


A toda la comunidad de derechos humanos de las Américas y, especialmente, a la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en Latinoamérica, les expresamos nuestro dolor y solidaridad.
Roberto Cuéllar M.,
Director Ejecutivo del IIDH.

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