PROCESO — INFORMATIVO SEMANAL EL SALVADOR, C.A.

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    El informativo semanal Proceso sintetiza y selecciona los principales hechos que semanalmente se producen en El Salvador. Asimismo, recoge aquellos hechos de carácter internacional que resultan más significativos para nuestra realidad. El objetivo de Proceso es describir las coyunturas del país y apuntar posibles direcciones para su interpretación.

    Su producción y publicación está a cargo del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Por favor, asegúrese de mencionar Proceso al utilizar porciones de esta publicación en sus trabajos.

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Año 23
número 1027
diciembre 4, 2002
ISSN 0259-9864
 
 
 
 

ÍNDICE



Editorial: Más propaganda que deporte

Política: Incertidumbres electorales en ARENA

Economía: Tratados de libre comercio y capacidades productivas locales

Sociedad: Cronología de la crisis en el sistema de salud (I)

Regional: El avance regional del SIDA

Derechos Humanos: Mercenarios en El Salvador

Comentario: Carta a Ellacuría

 
 
Editorial


Más propaganda que deporte

 

No hay que esforzarse mucho para encontrar la razón por la cual el gobierno de ARENA le pagó a una empresa mediática multinacional 1.8 millones de dólares para que transmitiera unas cuantas horas de los juegos regionales. Lo normal es que esta clase de empresa pague a los organizadores del evento. Pero en este caso, las cosas han sido al revés. El gobierno salvadoreño es el que ha pagado, porque le interesaba la propaganda. Para cancelar esa enorme suma, éste ha debido endeudarse. Los responsables no han tenido vergüenza para ocultarlo y reconocen sin ambages que se trata de “vender” el país de ARENA con la excusa del deporte. Estos juegos regionales, en efecto, ofrecen una oportunidad única.


El gasto millonario, posible gracias a un préstamo —el cual deberá ser pagado luego por los contribuyentes, durante varios años—, hay que considerarlo como una enorme inversión para montar el escenario, desde el cual el país y su gobierno son vendidos al mundo exterior. En el interior, se exalta el nacionalismo barato y se reclama la unidad nacional. No cabe duda de que el escenario ha sido montado con esmero y que los actores han desarrollado muy bien el papel que les asignaron, príncipe europeo incluido, quien le dio un toque de magia a la inauguración. Esto significa, sin embargo, que los juegos regionales y el esfuerzo de los deportistas están siendo utilizados para otros fines muy diversos a los del deporte. Se utilizan para proyectar una imagen atractiva del país y su gobierno, ocultando las miserias de la vida cotidiana de la mayoría de la población salvadoreña. Hay, pues, más propaganda que deporte.


Si el gobierno de ARENA tuviera verdadero interés en el deporte, tal como lo repite en su discurso y como lo ilustra la imagen de un presidente mezclado entre el público, que dispone de tiempo para disfrutar de las competencias y condecorar a los ganadores, mientras se olvida de un conflicto social de graves consecuencias, la inversión en esta actividad, la atención a la juventud y el acceso a toda clase de prácticas deportivas serían mucho mayores. No son pocos los deportistas salvadoreños que han debido prepararse para estas competencias con poco o ningún apoyo oficial. Los triunfos son más resultado de su propio esfuerzo que reflejo del interés del gobierno por el deporte.


Esta inversión millonaria, muy por encima de las posibilidades del país, no refleja el compromiso con el deporte, sino el interés de los encargados de la propaganda presidencial, quienes comprendieron bien que estas competencias regionales eran una excelente plataforma para proyectar una imagen positiva en el interior, pero sobre todo en el exterior. Prescindiendo del sano orgullo nacional, no hay que perder de vista que los deportistas salvadoreños que compiten en esos escenarios de gran lujo pertenecen a una elite. La inmensa mayoría de la juventud salvadoreña no tiene posibilidad para practicar ningún deporte, ni la tendrá, en el futuro inmediato. Porque de este evento no saldrá un compromiso gubernamental para promoverlo, en todos los niveles y en todas las comunidades. Al parecer, entregará a ciertas empresas privadas la administración de esos escenarios construidos con capital público , para que los mantengan y hagan negocio.


La entrega de los derechos exclusivos de transmisión de algunas competencias a la multinacional puso de manifiesto, además, que la libertad de expresión e información no es tan absoluta como se podría pensar, a raíz de las profusas declaraciones y de las airadas protestas de los propietarios de las grandes empresas mediáticas salvadoreñas. Depende de a quién se le restringen esas libertades y depende de qué asunto se trate. Así pues, operan restricciones. Al ser negado el acceso a los escenarios deportivos a algunos medios nacionales, los periodistas reclamaron sus derechos, pero fueron amenazados con la policía e incluso uno de los cancerberos les mostró el arma que portaba.


El lenguaje era claro: manda la ley de las armas. Si este incidente hubiera sido protagonizado por la oposición política o por el movimiento social opuesto al gobierno de ARENA y a los que se les impidió el acceso hubiesen sido los grandes medios nacionales, la gran prensa hubiera destacado el hecho en gran titular de portada y le hubiera dedicado muchas y muy coloridas páginas. Sin embargo, el hecho pasó casi desapercibido. Sólo mereció notas periodísticas de tono moderado y de extensión más bien corta, en la sección deportiva, un apartado muy voluminoso, en estos días de competencias regionales. El incidente se conoció porque una de las empresas afectadas lo hizo público e insistió en sus derechos hasta que se le permitió el acceso, por orden presidencial, aunque con restricciones.


La diferencia del tratamiento responde a que, en este caso, el responsable directo de lo sucedido es el poder ejecutivo y éste es materia vedada para esa gran prensa. Destacar el hecho hubiera ensombrecido los juegos regionales, un acontecimiento con el cual, al parecer, esa prensa está deslumbrada. Criticar la entrega de un bien público para usufructo exclusivo de un particular hubiera arrojado dudas donde debe imperar, según el criterio oficial, una unidad nacional granítica. Las restricciones impuestas por esa exclusiva como, al parecer, no afectan a las grandes empresas mediáticas, carecen de relevancia. Ni siquiera la empresa afectada defendió los principios; prefirió olvidar y sonreír, satisfecha con la orden presidencial. En esta ocasión no ha habido grandes discursos sobre el derecho a las libertades negadas, ni protestas ante las asociaciones internacionales de empresarios mediáticos.


Una apostilla final sobre la nobleza europea y los principios éticos de la prensa salvadoreña. Su alteza serenísima es príncipe heredero de un territorio donde abundan los juegos de azar. El casino es uno de los negocios más productivos del principado de Mónaco y, de hecho, la familia principesca a la cual su alteza serenísima pertenece, es una de las principales accionistas del casino de Mónaco. Esta fue la personalidad que le dio brillo a la inauguración, en lugar del presidente del comité olímpico, a quien no admitieron en el palco presidencial. Él juramentó a los deportistas y les recomendó la competencia limpia. Si la prensa salvadoreña fuera, en verdad, prensa de principios sólidos, hubiera rechazado esa presencia con la misma energía con la que persigue a los casinos en El Salvador. Quizás el brillo de la nobleza le opacó la mente, o quizás el casino de Mónaco no es lo mismo que el casino salvadoreño, o tal vez allá sí se puede jugar y apostar, pero aquí no.

G

 

Política


Incertidumbres electorales en ARENA
 

Corre el tiempo, y ARENA no termina de afinar sus baterías para las próximas elecciones. Inicialmente, se fijó para el 15 de noviembre la fecha última para tener la lista definitiva de los candidatos. Sin embargo, casi un mes después, no se tienen noticias de los designados como candidatos a diputados por ARENA y falta por completar la nómina de algunos municipios en que el partido oficial no ha revelado aún la identidad de sus candidatos. ¿Qué está pasando? Francisco Bertrand Galindo, Vicepresidente de Ideología de ARENA, parece tomársela con calma. En unas declaraciones, ofrecidas luego de una entrevista a La Prensa Gráfica sobre el asunto, manifiesta que el COENA “va a usar todo el tiempo que sea necesario. [Porque dispone] hasta el 15 de enero de 2003 para inscribir candidatos ante el Tribunal Supremo Electoral, [aunque] el compromiso es hacerlo cuanto antes”.

G

 

Economía


Tratados de libre comercio y capacidades productivas locales

 

Desde que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, anunciara la posibilidad de firmar un tratado de libre comercio (TLC) con los países del área centroamericana, se han suscitado una serie de movimientos que revelan un fuerte interés de los gobiernos por embarcarse en el proceso. Después de la euforia inicial, ahora se integran equipos de negociación y se entablan procesos que pretenden allanar el camino y arribar lo más pronto posible a un primer acuerdo.

G

 

Sociedad


Cronología de la crisis en el sistema de salud (I)

 

El 19 de septiembre de 2002 comenzó un nuevo ciclo en la sempiterna crisis social salvadoreña. Los medios informativos ilustraban un incidente ya familiar en la opinión pública: sindicalistas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) montaban una huelga en importantes centros hospitalarios; al pasar de los días, la medida se extendió a otros nosocomios de la seguridad social en el interior del país y, parcialmente, a algunos hospitales de la red de salud pública. El sistema nacional de salud entraba nuevamente a un estado de parálisis. Aunque, debe dejarse claro, la “novedad” reside no en que antes de septiembre no existiera la crisis, sino en que fue hasta esos días que explosionó algo que yacía latente en los pasillos, las clínicas y los escritorios de la red de salud pública y del ISSS. En efecto, la actual crisis presenta, en primer lugar, antecedentes muy marcados; en segundo lugar, durante su desenlace, las actitudes y prácticas de las partes involucradas —gobierno y sindicalistas— no han variado sustancialmente; y, finalmente, las perspectivas, a menos que aquellas actitudes y prácticas no cambien, seguirán viéndose a través de las lentes de la incertidumbre y del pesimismo.

G

 

Regional


El avance regional del SIDA

 

El pasado primero de diciembre se celebró el día de la lucha contra el SIDA. En esa fecha, la Oficina de Naciones Unidas contra el SIDA, ONUSIDA, publicó un documento con datos actualizados sobre el avance de la enfermedad: Resumen mundial de la epidemia de VIH/SIDA. El documento señala que en la actualidad “hay 1.9 millones de adultos y niños que viven con el VIH” en América Latina. “Esta cifra incluye a las 210,000 personas que, según las estimaciones, contrajeron el virus en 2002”, añade.

G

 

Derechos Humanos


Mercenarios en El Salvador

 

Este día inicia la vista pública en Panamá contra el anticastrista cubano Luis Clemente Faustino Posada Carriles y otros tres colaboradores suyos, también opositores al régimen cubano, inculpados en la conspiración de asesinato contra el Jefe del Estado cubano, Fidel Castro Ruz. Todos ellos serán enjuiciados —según la legislación panameña— por los presuntos delitos de posesión de explosivos, asociaciones ilícitas para delinquir y falsificación de documentos. La trascendencia de este caso radica en la reciente detención en Argentina, hace apenas unas semanas, de Roberto Bertulazzi, perteneciente al grupo terrorista de extrema izquierda italiana Brigadas Rojas.


Precisamente, tanto Posada Carriles como Bertulazzi vivieron en la década de los noventa en nuestro país, llegando a obtener con sorprendente facilidad documentación oficial, que les permitió incluso cruzar asiduamente los diversos puestos fronterizos con absoluta tranquilidad. Estas son razones suficientes para cuestionarnos sobre cuál es el rol desempañado por el Organismo de Inteligencia del Estado, que durante los noventa estuvo en manos del actual Director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Eduardo Sandoval Avilés. En un país normal, semejante negligencia le hubiera costado el cargo al titular responsable. Las evidencias son contundentes, además, no caben reproches partidistas cuando estamos ante dos terroristas, “extremos” en sus posiciones, tanto de izquierda como de derecha.


En el caso de Posada Carriles, el impacto internacional ha llegado hasta Naciones Unidas. Así, la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos, a través de uno de sus Relatores Especiales, emitió un informe el 2 de julio pasado, respecto a la “utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación”. En el mencionado informe detalla las actividades realizadas por éste, el cual en su parte principal está dedicado a las visitas que efectuó en misión oficial a El Salvador y Panamá. Describe también las entrevistas que sostuvo en privado en Panamá con los cuatro detenidos inculpados de intentar asesinar en dicho país al Jefe de Estado de Cuba en noviembre de 2000, y a quienes se vincula con el reclutamiento de mercenarios salvadoreños para colocar explosivos en instalaciones turísticas de La Habana en 1997.


Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó el 12 de abril de 2002, durante su 58° período de sesiones, su resolución 2002/5 en la cual reconoció que los conflictos armados, el terrorismo, el tráfico de armas y las operaciones encubiertas de terceras potencias, entre otras cosas, fomentan la demanda de mercenarios en el mercado mundial. Asimismo y atendiendo a una invitación oficial de “nuestro” Gobierno, el Relator Especial nos visitó en misión oficial del 5 al 8 de mayo de 2002. De acá partió a Panamá, en misión oficial del 8 al 10 de mayo de 2002, atendiendo una solicitud de dicho país. Una descripción de estas visitas se encuentra en la sección V del mencionado informe, el cual pasamos a resumir brevemente:
La visita en misión oficial le permitió continuar sus indagaciones sobre actividades con la finalidad de utilizar territorios centroamericanos para reclutar y entrenar mercenarios que luego participarían en actos ilícitos criminales —en este caso, contra Cuba— sus dirigentes políticos, su población y sus instalaciones. El Relator Especial recibió informaciones relativas a que el territorio salvadoreño fue utilizado para la planificación de atentados y para el reclutamiento y entrenamiento de algunos autores materiales de los mismos. Es de esta forma —señala el informe— como Luis Clemente Faustino Posada Carriles, alias Ignacio Medina, alias Franco Rodríguez Mena, habría reclutado al ciudadano salvadoreño Otto René Rodríguez Llerena, el cual fue autor material de uno de los atentados cometidos en La Habana y detenido en Cuba.


Como se recordará, Posada Carriles fue acusado de ser el autor de la explosión en pleno vuelo sobre Barbados de un avión de pasajeros de Cubana de Aviación en 1976, atentado en el que murieron 73 personas. Posada Carriles fue un agente de la Agencia Central de Inteligencia (por sus siglas en inglés CIA) de los Estados Unidos de América y trabajó con la oposición anticastrista hasta que fue reclutado por la policía de Venezuela. Luego del atentado contra el avión de Cubana de Aviación, huyó caminando tranquilamente de una cárcel venezolana. Posteriormente apareció vinculado a operaciones de apoyo y suministro de armas a la denominada contra nicaragüense, bajo las órdenes del Coronel Oliver North. Se afirma que residió en El Salvador desde una época tan lejana como 1980, y que incluso habría colaborado con los servicios de inteligencia del Gobierno del Presidente José Napoleón Duarte. Se le acusa también de haber organizado la campaña de acciones terroristas contra instalaciones turísticas de La Habana en 1997, a través del cubano-americano Chávez Abarca.


Durante su visita oficial el Relator Especial pidió a “nuestros” mandatarios mayor información sobre los antecedentes y la presencia de Posada Carriles en nuestro país; los propietarios y las circunstancias de adquisición de los tres vehículos que utilizó; las actividades a las que se dedicaba durante el tiempo que residió en territorio salvadoreño; sus vínculos o conexiones empresariales, sociales y políticos; y los bienes inmuebles o muebles que eventualmente poseía. También solicitó información sobre las personas, y su actual situación jurídica, que facilitaron a Posada Carriles la obtención de documentación de identidad falsa y sobre los datos que puede aportar el análisis del movimiento migratorio de esta persona. Según la información que fue entregada para la elaboración de este informe, habría entrado o salido de territorio salvadoreño más de 50 veces entre 1990 y 2000.


La información que el Relator Especial recogió durante su visita a El Salvador se limita principalmente a la supuesta comisión de los delitos de uso de documentos falsos, falsedad ideológica y uso de documento de identidad falso.


Como señalábamos, la visita a la República de Panamá tuvo lugar del 8 al 10 de mayo de 2002. Allí tuvo tiempo de reunirse con los hoy imputados, durante una entrevista realizada en la sede de la Policía Nacional en Ciudad de Panamá. En ésta, Luis Posada Carriles informó al Relator Especial que había viajado a Panamá con la intención de protestar pacíficamente contra la presencia del Presidente Fidel Castro en la décima Cumbre Iberoamericana y brindar apoyo logístico a una supuesta deserción del jefe de los servicios de inteligencia de Cuba, el General Delgado. También “justificó” que todo había sido un engaño montado por los servicios de inteligencia cubanos con el propósito de conducirle a Panamá, hacerle detener, y eventualmente extraditarle a Cuba. Ni él ni sus compañeros habían planeado el asesinato del Presidente Fidel Castro, dijo.


Sin embargo, en sus valoraciones finales, el Relator Especial dice que “hay demasiados cabos sueltos en los datos proporcionados por los funcionarios entrevistados en cada país” y que, además “la información obtenida es insuficiente y requiere de explicación la liberalidad con la que se ha actuado en casos de personas que parecen haber estado comprometidos en actos ilícitos, que sirvieron para que Posada Carriles, por ejemplo, gozara de amplia libertad de movimiento durante los largos años que residió en El Salvador”.


Y continúa determinando: “Por lo que se refiere a las declaraciones de Luis Posada Carriles —y los otros tres imputados— Pedro Ramón Rodríguez, Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez Escobedo, se trata por cierto de testimonios de parte, y el Relator Especial ha cumplido con transcribirlos con la mayor objetividad posible en la memoria descriptiva de la visita. Señala al mismo tiempo que esos testimonios no fueron acompañados de pruebas materiales en las cuales sustentar las afirmaciones expuestas.


En cumplimiento de sus obligaciones el Relator Especial está trabajando en la verificación de los testimonios recibidos y en el cotejo de la documentación que espera recibir de las autoridades panameñas y eventualmente de otros países. No obstante, debe adelantar como primer elemento de análisis que no parece plausible que personas experimentadas en la lucha política y militar contra un gobierno, que es como se identifican los declarantes, se hayan introducido en un país para ayudar a una alta personalidad visitante en su deserción y fuga, sin contar con un plan preconcebido.


En efecto, los declarantes señalan que no tenían un plan previo de secuestro y fuga y que no contaban asimismo con una red y una infraestructura local de apoyo. Esta confesión de conducta ingenua, en la que personas experimentadas, cuyo oficio conspirativo está probado, admiten haber estado en un hotel esperando pasivamente ser avisados para actuar, no parece verosímil, ni es hábil como coartada. Incita más bien a pensar que se está ocultando información y protegiendo a otras personas, o, lo que es peor, a admitir que eran otras las intenciones que les llevaron a instalarse en Panamá en forma coincidente a la décima Cumbre Iberoamericana.


Por lo demás, los declarantes no parecen percibir o distinguir los límites éticos que separan la lucha política y militar contra un régimen, planteamiento que suscriben, de la comisión de delitos contra personalidades políticas que son el centro de su encono. La vehemencia de gestos y expresiones o los antecedentes de hechos conspirativos que no niegan, sino que reinterpretan como parte de un compromiso libertario a favor de su país de origen, pueden llevar a suponer que, no les es ajena la teoría del mal menor, o la del fin (“acabar con la dictadura”) que justifica los medios. Como se sabe, ambas posiciones se traducen en la práctica como conductas que no reparan en la comisión de delitos, que a su juicio no son tales porque supuestamente sirven a una causa justa.


Las visitas del Relator Especial a El Salvador y Panamá han permitido profundizar la investigación sobre actividades denunciadas como mercenarias, en las que el territorio de esos países fue utilizado y algunos de sus nacionales fueron convocados para organizar actividades tipificadas como delitos. Aún en el supuesto de no probarse las denuncias —que implican a personas de origen cubano en la tentativa de delitos graves, como homicidio— la admisión de que su propósito no era ese, sino el apoyo a la deserción y fuga de un alto visitante extranjero, significa igualmente la comisión de varios delitos, penados tanto por las leyes de Panamá como por la ley internacional”.


Desde este nuestro espacio alentamos las investigaciones que el Relator Especial ha venido realizando sobre la posible existencia de redes de mercenarios, que habrían operado desde varios territorios de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, en violación expresa de leyes nacionales e internacionales, con el propósito de interferir en la estabilidad de Gobiernos constitucionales. De ello y del funcionamiento correcto y ajustado a derecho de instituciones como el Organismo de Inteligencia del Estado depende también el equilibrio democrático de nuestro país.

G

 

Comentario


Carta a Ellacuría

 

Recogemos a continuación el texto de la “Carta a Ellacuría”, escrita por el Padre Jon Sobrino con motivo de la celebración del XIII Aniversario del asesinato de los jesuitas de la UCA y sus dos colaboradoras.


Carta a Ellacuría
Querido Ellacu:

Alrededor de los aniversarios nos vienen a la mente muchas cosas, y una de ellas es qué nos han dejado ustedes. En los primeros años se mencionaba, con razón, que su trágica muerte había acelerado los Acuerdos de Paz, y seguimos repitiendo, con mayor razón, que ustedes son un ejemplo a imitar y una fuerza para seguir adelante. En definitiva, ustedes nos recuerdan a Jesús, y ése es su valor permanente.


Pero dicho esto, cada vez más me pregunto, trece años después, qué es lo especifico de ustedes —lo que en verdad nos han dejado para hoy, y que es difícil encontrar en otra parte—, lo que se me va imponiendo es que lo que nos han dejado no se echa de ver tanto en lo que ocurre en “lo exterior”, incluso en las celebraciones, sino en lo que ocurre en “lo escondido”.


Para explicarme, me llamó mucho la atención algo que oí hace poco de un experto mundial en nutrición. “El problema de solucionar el hambre no es científico, ni económico, ni tecnológico. Es un problema ético”. Con esto quería decir, entiendo yo, que nuestro mundo ofrece caminos “exteriores” de solución, pero no penetra en la profundidad de lo humano, personal e institucional, para recorrer eficazmente esos caminos. En palabras sencillas, el problema de nuestro mundo no está tanto en el cómo hacer las cosas —en lo que vamos avanzando—, sino en si queremos hacerlas —en lo que no avanzamos—. Es decir, en si queremos eliminar o no el hambre, aliviar la tragedia del SIDA, frenar las guerras en el Congo o en Irak. Aquí en El Salvador, si queremos o no resolver el problema de la alimentación, la salud, la educación de los pobres.


Indudablemente —y bien lo repetías tú— hay que hacer viable esa voluntad a través del saber, de la política y de la negociación. Pero es evidente que eso sólo no basta. Nunca hemos sabido tanto, ni ha habido tanta información del PNUD, por ejemplo, y no sé si nunca ha habido —relativamente a las posibilidades— tanta inhumanidad. Y es que a las cosas humanas, les falta algo esencial si se dejan sólo a la política y a la ciencia. Y por cierto, algo de eso se escucha cuando dicen que lo que se necesita es “voluntad política”. Yo prefiero hablar simplemente de “voluntad”, pero la intuición —aunque no sé si dice con sinceridad— es certera. Esa “voluntad política” es lo que se cuece en “lo escondido”. Y la gran pregunta es qué la desencadena.


Relacionado con esto, recuerdo que algunas veces comentamos el famoso texto de Pablo a los Romanos: “la cólera de Dios se ha revelado contra los que oprimen la verdad con la injusticia”, donde mentira e injusticia expresan la maldad de este mundo. Pues bien, una de las consecuencias que saca Pablo es que al mentiroso e injusto “se le entenebrece el corazón”, lo más profundo del ser humano queda viciado. Y Pablo concluye que, de ese modo, ya no puede conocer a Dios y que el ser humano es entregado a todo tipo de maldades. Yo pienso que eso se puede decir también de las estructuras de este mundo: si su corazón —lo cultural, ideológico, religioso— está entenebrecido, con gran dificultad van a humanizar y dar vida las estructuras económicas, políticas y militares. De lo que ocurre en “el corazón”, en “lo escondido”, se deducen consecuencias para la carne visible de la historia.


¿Cómo revertir esa calamidad? Ahí entran ustedes. No es fácil encontrar en nuestro mundo gente que llegue al reducto más profundo del ser humano. No lo hacen políticos, los grandes de la economía y las armas, los poderosos de los medios, y extraña que se extrañen de que la gente no confía en ellos, aunque tengan que aprender a vivir con ellos para sobrevivir. Pero sí lo hace Monseñor Romero, y sí lo hacen ustedes. Llegan a lo profundo del corazón, y desde ahí dan luz para ver las cosas como son —un mundo de “piltrafas y desechos humanos”, como tú decías— y para que se nos remuevan las entrañas a misericordia. Dan fuerza para que el corazón de piedra —¡cuánto abunda en nuestro mundo globalizado y democrático!— se convierta en corazón de carne.


Repito, Ellacu, que no se trata de ignorar —y menos tú— saberes científicos y técnicos, praxis sociales y políticas. De lo que se trata es de que ambas cosas tengan corazón para revertir un capitalismo —neoliberalismo, globalización, lo llaman hoy— que, como dice Pérez Esquivel, “nació sin corazón”.


Como contraprueba de lo que he dicho, permíteme hacer una reflexión sobre tu propia herencia intelectual. Has hecho escuela. Se estudia tu filosofía de la realidad histórica y tu teología de la liberación. Pero no veo que se estudien mucho otras cosas tuyas centrales: ”el pueblo crucificado”, la praxis de “bajarlo de la cruz”, la necesidad de “revertir la historia”. Esto no parece interesar. Y nada digamos de algunas de tus últimas frases, ésta por ejemplo que dijiste en Barcelona en enero de 1989: “Desde mi punto de vista —y esto puede ser algo profético y paradójico a la vez— Estados Unidos está mucho peor que América Latina. Porque Estados Unidos tiene una solución, pero en mi opinión, es una mala solución, tanto para ellos como para el mundo en general”.


Puede haber en estas palabras algo de artificio retórico, pero hay una propuesta en ellas para pensar la realidad y encontrar racionalmente el rumbo correcto. Y además, al menos en su primera parte, son muy actuales. Estados Unidos tiene soluciones, ciertamente, y las pone en práctica. No hay más que ver lo que hace en Afganistán, en Irak, en la República Democrática del Congo, en las decisiones de la OTAN, y ahora, de forma menos burda, en la vida cotidiana de nuestros países latinoamericanos. Pero así le va al mundo, y al pueblo estadounidense.


De igual manera quisiera decirte que no muchos analizan lo que dijiste de “la civilización de la pobreza”, con las excepciones de Don Pedro Casaldáliga, González Faus y algunos aquí en la UCA. No basta con replicar que son palabras retóricas, pues bien las sometiste a análisis en tres artículos en tus últimos años. Ni basta con decir –aunque esto no suele explicitarse, supongo que por respeto a tu martirio– que son palabras evangélicas, tomadas de lo religioso, como si religión y evangelio no fuesen también palabras históricas –en lo cual, por cierto, se insiste hoy cuando el pensamiento democrático culpa a la religión de los males del terrorismo. Lo que en verdad ocurre es que esas palabra van, de nuevo, a lo profundo del ser humano, “al corazón”. Cuestionan la ceguera y prepotencia de una civilización de la riqueza, que no humaniza, sino que premia e infla el egoísmo.


Cada vez me convenzo más de que la herencia de ustedes, Ellacu, vive en lo escondido. Allí les aceptan o les rechazan. Para mí, allí iluminan la mente y mueven el corazón a misericordia. Y eso, hoy, muy pocos lo hacen. Con todo, donde mejor llegan al corazón creo yo que es en la gente sencilla, los pobres y excluidos, la mitad del país. No soy quién para juzgar lo que piensan y sienten cuando vienen a la UCA o van a la cripta a celebrar aniversarios. Pero hay cosas que sus rostros hacen inocultables, como el testimonio de doña Julia que publicamos más adelante.


Y la herencia de ustedes se hace muy presente cuando, más allá del jardín de rosas e incluso de la cripta, la gente pobre y sufrida mantiene vivos en sus propias comunidades a sus propios mártires. Ustedes les han llegado al corazón, les han ayudado a perder el miedo y a recobrar valor, y a demostrar públicamente el cariño por los suyos. Por eso el primer artículo de esta Carta a las Iglesias es lo que ha ocurrido en La Quesera 21 años después de la masacre de 1981: los supervivientes han enterrado a sus mártires. Espero que te guste.

Jon

G

 


 


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