ECA, No. 588, octubre de 1997

 

Artículos

 

Presentación:

la necesidad de estudiar la violencia de los noventa

  

La violencia ha llegado a niveles extremadamente serios en El Salvador. Instituciones públicas y privadas han manifestado su preocupación sobre el problema en repetidas ocasiones, pero hasta la fecha no ha habido un estudio serio y propositivo que aborde el problema de manera integral, y eso que este problema no es nuevo. Durante décadas, los salvadoreños han vivido con la violencia y han muerto como producto de ella; se puede decir que el fenómeno actual es la nueva modalidad en un ciclo que comenzó con un carácter político, para luego convertirse en bélico.

 

Sin embargo, El Salvador enfrenta también el problema de cifras ocultas que impide acercarse a una medida adecuada de la magnitud de la problemática. Uno de los hallazgos secundarios del presente estudio es la falta de información sobre el problema de la violencia en la actualidad: no sólo no parecen existir -o al menos no se conocen- estudios sistemáticos que, apoyados en una información cuantitativa suficientemente amplia, ofrezcan una visión global del problema de la violencia en la actualidad; sino que además, en la mayor parte de las instituciones indicadas para recoger cifras no se hallan registros fiables disponibles sobre la prevalencia e incidencia de los actos violentos.

 

A pesar de que en la actualidad no existe prácticamente un salvadoreño que haya vivido un período sostenido sin una epidemia de violencia (sea ésta política, bélica o delincuencial), es muy poco lo que en el país puede encontrarse respecto a las dimensiones de la misma. Una de las razones de la inexistencia de tales estudios estriba en las limitaciones de los registros de violencia que llevan las instituciones gubernamentales responsables de ellos. En su gran mayoría, esos registros son parciales -en el sentido de no recoger más que casos específicos de violencia-, son temporalmente limitados -no van más allá de los últimos tres años- y están faltos de rigor (en muchos casos los datos de una institución sobre un mismo tema pueden variar significativamente sin que sea claro el motivo de la variación). Dificultades adicionales surgen en la consideración de la magnitud de la violencia debido a la omisión de datos importantes para el cálculo de componentes tanto de la medida como de los costos de la violencia.

 

Así, cualquier esfuerzo serio encaminado a explicar el fenómeno de la violencia en El Salvador tiene que partir de una base cuantitativa mínimamente consistente. Lo que se presenta en este número especial de la revista ECA es el resumen --a manera de avance-- de un esfuerzo para entender esta nueva y, probablemente, más aguda expresión de la violencia que se origina de una amplia y ambiciosa investigación sobre la violencia, llevada a cabo por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) con la colaboración del Centro de Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta investigación es parte de un estudio mucho más amplio que fue realizado en otros cinco países más –México, Colombia, Venezuela, Brasil y Perú-, siempre bajo el auspicio del BID y cuyos datos serán presentados en su totalidad en una publicación especial del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la Universidad de Harvard.

 

Los registros que se presentan a continuación constituyen un esfuerzo inicial por ir dando un carácter sistemático a los datos que sobre violencia existen en nuestro país. El trabajo de búsqueda, depuración y cotejo de los registros de las diferentes instituciones no ha sido fácil; ha sido necesario lidiar con limitaciones considerables en la recolección de información estadística, contable y en las investigaciones de campo. Los datos que se presentan a continuación constituyen un primer esfuerzo en orden a lograr una cuantificación rigurosa de la violencia para 1996 y, en algunos casos, para 1995. Los mismos requerirán de ulteriores precisiones ya que este trabajo no busca ser concluyente sino estimulante; en todo caso, éste quiere ser un punto de partida imprescindible para avanzar hacia una comprensión más adecuada de la grave situación de violencia que vive El Salvador en la posguerra.

 

Además, para apoyar esta investigación se realizaron varios estudios concretos. Se efectuó, en primer lugar, un estudio centinela en las salas de emergencia de dos hospitales públicos de San Salvador. Este buscaba establecer las características de los ingresos por violencia intencional que se dan en dichos centros asistenciales. En segundo lugar, se llevó a cabo una encuesta de victimización en el Area Metropolitana de San Salvador; este sondeo recogía información acerca de la ocurrencia de los distintos delitos en un lapso de tiempo. En tercer lugar, junto con la encuesta de victimización se llevó a cabo otro sondeo en San Salvador para conocer los gastos de los hogares en seguridad y atención de los efectos de la violencia. Finalmente, se llevó a cabo un trabajo de procesamiento de los registros de defunción de las alcaldías del Área Metropolitana de San Salvador para los años 1990, 1995 y 1996, con el objeto de establecer la magnitud de las muertes por causas externas en esta ciudad.

 

Así pues, lo que aquí se presenta es un primer acercamiento a la magnitud, costos y los factores posibilitadores de la violencia en El Salvador. Y ése es el orden temático que siguen los artículos que se presentan en este número. En el primero se aborda la dimensión de la violencia salvadoreña -tanto a nivel nacional como metropolitano, cuando esto ha sido posible- y se concentra en los tres últimos años, especialmente en 1996. El segundo capítulo trata sobre los costos del fenómeno para 1995; sin embargo, una limitación que debe quedar establecida desde ya, es que la ausencia de distintos indicadores para un mismo año obligó a construir los estimados sobre varios supuestos obtenidos de otros períodos. El tercer capítulo consiste en un ejercicio teórico por identificar los factores posibilitadores que intervienen en el contexto concreto salvadoreño y que lo diferencia del resto de países de la región. Con todo, sin embargo, esta edición adolece de una omisión: no se presentan aún propuestas de manera concreta como sería el objetivo deseable y el fin último del estudio en cuestión. Esto se debe a que los artículos, por ahora, muestran los hallazgos principales del estudio apenas finalizado; al publicarlos se busca generar un debate público sobre las formas de intervención que enriquezca el posterior trabajo de los investigadores y de la UCA, y que permita presentar de manera más reflexiva, las posibles vías de atención y prevención del problema de la violencia.

 

La investigación salvadoreña es responsabilidad de cuatro investigadores principales y cada artículo presenta los créditos de aquéllos que participaron directamente en la redacción del mismo; sin embargo, la investigación es producto de un amplio equipo de personas pertenecientes tanto al IUDOP como al CIDAI. Quede constancia de que su anonimato es obligado por el carácter resumido de esta presentación en la revista ECA.