AÑO XXIII, No. 524 1-31 DE DICIEMBRE, 2003

NAVIDAD 2003

INDICE

NAVIDAD

ARENAY LA VIOLENCIA

RESPETO Y APOYO PARA LAS PROCURADURIA DE LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS

GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ

EL 16 DE NOVIEMBRE ANTE LA ESCUELA DE LAS AMERICAS

MONUMENTO A LAS VICTIMAS

LA CAMINATA POR LA VIDA

ESCUELAS DE TEOLOGIA PASTORAL

PELIGRO

OBISPOS COMO MONSEÑOR SEGÚN JUAN PABLO II

 

 

Navidad

"San Juan usa también otra palabra de inmenso sabor bíblico y también de filosofía griega: ‘carne’. La carne es el hombre concreto. La carne somos los que estamos aquí, hombres de los cuales se puede ver la marca del tiempo, el niño que comienza a vivir, el joven ya robusto, el hombre viejo que está terminando. La carne va siempre marcada por el tiempo. La carne es la situación concreta del hombre, del hombre en pecado, del hombre angustiado por sus situaciones, del hombre que es patria con una historia que parece que se ha metido en un callejón sin salida. La carne somos todos los que vivimos encarnados. ¡La carne! Esa frágil carne, esa carne que tiene principio y se acaba, que se enferma y muere, que peca, que se hace desgraciada o feliz según su obediencia a Dios. Eso se hizo el Verbo. ¡Se hizo carne!

Es para llorar de alegría y de gratitud saber que ese Dios infinito se hizo carne como yo y habitó entre nosotros. Si Cristo hubiera realizado su encarnación hoy, y hoy en 1978 fuera un hombre de 30 años, estuviera aquí en Catedral y no lo distinguiéramos entre ustedes. Un hombre de 30 años, un campesino de Nazareth, aquí en Catedral, como cualquier campesino de nuestros cantones estuviera el Hijo de Dios hecho carne. ¡En todo semejante a nosotros!" (Homilía del tercer domigno de adviento, 17 de diciembre, 1978)

"El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Se encarnó, se hizo carne. Ya decíamos lo que significa esa palabra en el ambiente bíblico. Se hizo compañero de toda vida humana, se hizo miembro de toda familia, se hizo hijo de cada casa. El es el que puede entrar con todo derecho y sentirse miembro de la familia hasta del más humilde ranchito. Allí está Cristo, lo mismo que en la casa más elegante, si se le da cabida" (Homilia de fin de año, 31 de diciembre, 1978).

"Esta noche no busquemos a Cristo entre las opulencias del mundo, entre las idolatrías de la riqueza, entre los afanes del poder, entre las intrigas de los grandes. Allí no está Dios. Busquemos a Dios con la señal de los ángeles, reclinado en un pesebre, envuelto en los pobres pañales que le pudo hacer una humilde campesina de Nazareth, unas mantillas pobres y un poco de zacate, como descanso de Dios que se ha hecho hombre, del Rey de los siglos que se hace accesible a los hombre como un pobre niño.

Era hora de mirar hoy al Niño Jesús no en las imágenes bonitas de nuestros pesebres. Habría que buscarlo entre los niños desnutridos que se han acostado esta noche sin tener que comer. Entre los pobrecitos vendedores de periódicos que dormirán arropados de diarios allá en los portales. Entre el pobrecito lustrador que tal vez se ha ganado lo necesario para llevar un regalito a su mamá, o, quién sabe, el vendedor de periódicos que no logró vender los periódicos y recibirá una tremenda reprimenda de su padrastro o madrastra. ¡Qué triste es la historia de nuestros niños! Todo eso lo asume Jesús en esta noche" (Homilía de noche buena, 24 de diciembre, 1979).

Monseñor Romero

 

 

ARENA y la violencia electoral

Con titulares sensacionalistas y carentes de objetividad los periódicos del viernes 28 de noviembre informaron sobre los incidentes que ocurrieron en San José Las Flores, Guarjila y Arcatao, en el departamento de Chalatenango. Algunos llegaron a interpretar los hechos como un ataque preparado por el FMLN a la caravana de Elías Antonio Saca. René Figueroa, vicepresidente de Ideología de ARENA, rechazó la violencia efemelenista e instó a las autoridades electorales y policiales a poner fin a las agresiones. "El partido ARENA, dijo, ha sido tolerante y respetuoso y ha manejado una campaña de altura; [mientras que] el FMLN ha sido intolerante, ha agredido a nuestra gente. Suponemos que es ante el descalabro que están enfrentando en las encuestas que vemos a un FMLN desesperado".

Por parte del FMLN la reacción ha sido más cautelosa. Sus líderes hablan también de sus heridos, en parte como defensa ante la avalancha de reproches, y acusan a ARENA de haber ignorado a las autoridades municipales. Eugenio Chicas, responsable de la campaña electoral dijo: "ARENA debe entender que hay muchos municipios gobernados por el FMLN y no puede ignorar la autoridad local. Si piden permiso, se permite que la autoridad se involucre para crear un clima propicio".

Los periodistas que presenciaron los acontecimientos hicieron poco por deslindarse de la versión oficial. Sin pizca de crítica, reportaron que hubo enfrentamientos violentos entre simpatizantes del FMLN y de ARENA, la mayoría de las veces acusando a los primeros de ser sus instigadores y responsables. Sin embargo, la versión de los residentes de esas comunidades da otra visión de los hechos. La conclusión es que no se puede saber con total certeza qué pasó realmente el 27 de noviembre.

Este choque pasará pronto al olvido como un episodio más de la violencia política que suele acompañar a los procesos electorales después de 1992, y no se entiende por qué se ha armado tanto revuelo, pues es normal en el país que grupos de choque de los diferentes partidos se ataquen verbalmente y se líen a golpes. Durante la campaña de las elecciones recién pasadas, murieron algunos activistas del FMLN a manos de simpatizantes de ARENA. Con todo, este enfrentamiento tiene un matiz distinto, comparado con otros de campañas pasadas, que es importante analizar.

En primer lugar, no se trató de una emboscada, ni de un enfrentamiento entre grupos de choque, como suele suceder a menudo. Al parecer, la violencia comenzó con la agresividad verbal de los simpatizantes de ARENA y su decisión de manchar viviendas y plazas de la zona. Además, algunos pobladores se sintieron ofendidos al oírles gritar: "patria sí, comunismo no", "El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán".

Todo esto es ofensivo y desentona con la imagen de cordialidad y construcción de paz de la que suele alardear el partido oficial. Elías Saca, en su visita a territorios que en el pasado fueron teatro de crueles operaciones militares, debería controlar mejor a sus tropas. Unos ciudadanos, conocidos por su resistencia a los grupos que los excluyeron de la riqueza nacional, difícilmente aceptarán que les vengan a decir que serán enterrados por su pasado o su presente rojo.

En este sentido es muy importante no olvidar que las comunidades del nororiente de Chalatenango fueron las principales víctimas de la sangrienta guerra civil. Además, padecieron en carne propia las campañas de tierra arrasada que la Fuerza Armada llevaba a cabo en esa época y los ataques perpetrados por grupos paramilitares. La mayoría de los habitantes de la zona tuvo que huir hacia Honduras, donde vivió en campamentos de refugiados. Muchos de estos pobladores han perdido familiares en circunstancias que la justicia del país aún no se anima a investigar. En este contexto, la prepotencia con que llegó la comitiva de ARENA no facilitó las cosas.

El desprecio con que los dirigentes de ARENA tratan a las víctimas de su guerra anticomunista no sólo ha ocurrido en Chalatenango. En esa misma línea está la tradición de iniciar su campaña electoral en Izalco, el principal pueblo víctima del genocidio de 1932. Cuando se recuerdan las circunstancias en que desaparecieron miles de indios y la pérdida de su identidad en un contexto de guerra étnica y anticomunista, se puede tener la medida del cinismo arenero. Suelen empezar sus campañas justamente en este lugar para recalcar un compromiso adquirido de exter-minio de los adversarios rojos.

La reacción de los pobladores de Chalatenango ante este tipo de agravios no puede entenderse dejando de lado el eslogan de campaña de este partido. Pero, como es su costumbre, los ideólogos areneros, en vez de meditar sobre las verdaderas causas de la violencia desatada, prefirieron olvidar el agravio producido. No se trata, de ningún modo, de hacer la apología de la violencia de los simpatizantes del FMLN. Estos, en otras ocasiones, suelen comportarse con la misma arrogancia y desprecio por sus opositores políticos, pero en este caso no se puede hablar de una emboscada del FMLN, preparada de antemano, como lo han hecho parecer algunos periodistas.

Lo que es urgente es que los máximos dirigentes areneros envíen un mensaje de prudencia a sus militantes y activistas, aunque las circunstancias actuales no son propicias para este cambio. El partido sigue montando su identidad ideológica sobre el lema del "exterminio" de los rojos e interpreta su permanencia en el poder como un aval de los salvadoreños a sus deseos de eliminar a sus contrincantes.

Otro tema que conviene retomar en este contexto es la incapacidad del Tribunal Supremo Electoral para asumir sus responsabilidades institucionales. Es cierto que la institución ha podido evitar el fraude descarado, que era lo más común en las justas electorales previas a la transición, aunque gradualmente. Sin embargo, el tribunal es incapaz de responder a las demandas actuales del sistema político. Los distintos partidos que lo conforman se neutralizan respectivamente y son incapaces de frenar sus propias violaciones al código electoral. Se impone, entonces, la necesidad de replantear una nueva institución que permita, por un lado, seguir avanzando en el tema de la trans-parencia de los resultados de los comicios. Por otro, se necesita una institución que tenga la suficiente independencia para que pueda sancionar a los actores políticos violentos y evitar las violaciones comunes de la normativa electoral.

En conclusión. La violencia electoral es una lacra política en sociedades en que las contra-dicciones y extremismos de los contendientes desbordan los lindes de la institucionalidad. En estas circunstancias, el aniquilamiento del adversario se ve como el recurso político más idóneo. Si se quiere evitar este tipo de enfrentamientos hace falta tanto una toma de conciencia por parte de los actores en conflicto como una intervención decidida de las instituciones encargadas de hacer aplicar las leyes. Y hay que comenzar deslindando responsabilidades para sancionar a los agentes de la violencia.

CIDAI

 

 

Respeto y apoyo para la Procuraduría de la Defensa de los Derechos Humanos

El Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (IDHUCA), a la sociedad salvadoreña y la comunidad internacional EXPRESA lo siguiente:

La institucionalidad estatal nacida o reformada mediante la negociación y los compromisos adquiridos por el gobierno y las fuerzas insurgentes, entre abril de 1990 y enero de 1992, fue concebida como herramienta fundamental para el cabal cumplimiento del Acuerdo de Ginebra que planteó -además del fin de la guerra- tres objetivos: el respeto irrestricto de los derechos humanos, la democratización del país y la reunificación de la sociedad salvadoreña.

No obstante, durante casi 12 años el Organo Ejecutivo ha intentado desnaturalizar o limitar el adecuado funcionamiento de algunos de sus componentes esenciales. El progresivo alejamiento de su concepción original en el caso de la Policía Nacional Civil, el permanente desprecio a la labor de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y las campañas de desprestigio contra la legislación o la aplicación de justicia, cuando no favorecen determinados intereses, son algunos ejemplos. En conjunto, de forma ilegítima y falsa, se ha tratado de hacer creer que la defensa de los derechos humanos es la principal causa de la intolerable situación de violencia, delincuencia e inseguridad que afecta a casi todos los sectores sociales.

Inquietan, sobre todo, actuaciones y declaraciones recientes de funcionarios públicos que han arremetido contra la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, como parte de una campaña tendiente a neutralizarla en la antesala de las elecciones presidenciales. De esa manera intentan evitar que se difunda la verdad sobre la situación de los derechos humanos, para evitar costos políticos en marzo del 2004.

De forma especial, preocupa la intervención directa del Fiscal General de la República en dicha campaña. Entre otros señalamientos, éste inculpó a la titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos por los lamentables hechos ocurridos en el Centro Penal La Esperanza, en diciembre del 2002; pese a que las mismas investigaciones fiscales demostraron que no existía tal responsabilidad, el Fiscal Belisario Artiga la amenazó públicamente con un antejuicio.

Son inadmisibles los esfuerzos del Organo Ejecutivo por legitimar acciones al margen de la Constitución, como el Plan "Mano Dura" y la Ley "Anti Maras", acusando sin fundamento a la Procuradora de defender sólo a "mareros" y delincuentes. La posición de ésta frente a las citadas medidas -verdaderas "cortinas de humo" para ocultar las graves deficiencias del sistema policial y fiscal en la investigación del delito- explica dichas acusaciones temerarias. Declaraciones en el mismo sentido por parte del Fiscal General de la República, pretenden cubrir deficiencias propias y su responsabilidad en materia de impunidad.

Las amenazas contra la Procuradora y otros hechos que en días recientes -coincidiendo con la referida campaña- han afectado su seguridad y la de otras personas cercanas en lo familiar y laboral, se producen de forma grave y creciente en la medida que aquélla ejerce sus facultades constitucionales dentro de las cuales destacan las siguientes: velar por el respeto y la garantía de los derechos humanos, supervisar la actuación de la administración pública frente a las personas, emitir opiniones sobre proyectos de ley que afecten el ejercicio de los derechos humanos, y formular conclusiones y recomendaciones públicas o privadas.

Todo lo anterior ha sido señalado, en diversos informes sobre la situación real del país, por el Secretario General de las Naciones Unidas. También dentro de la misma organización internacional, el Comité de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobó -el martes 30 de julio del presente año- sus observaciones finales sobre El Salvador; el numeral 13 de este documento, dice literalmente:

El Comité expresa su preocupación ante distintos informes relativos a amenazas recibidas por la Procuradora en el ejercicio de sus funciones. En relación con el artículo 2 del Pacto, el Comité insta al Estado parte a que apoye a la Procuraduría, le otorgue todo su respaldo institucional para velar por su independencia, y le proporcione los recursos materiales y humanos necesarios para que pueda ser plenamente operativa. Igualmente, recomienda que el Estado parte adopte las medidas adicionales para garantizar la seguridad de todos los funcionarios de la Procuraduría en el ejercicio de su labor.

Por lo antes expuesto, el IDHUCA:

1. Exige al Estado salvadoreño, en especial al Organo Ejecutivo y la Fiscalía General de la República, respeto y apoyo a la labor de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

2. Llama a las organizaciones sociales a cerrar filas en torno a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, por ser ésta pilar fundamental de la verdadera democratización del país.

3. Exhorta a la sociedad salvadoreña a defender la institucionalidad, fruto del sacrificio de innumerables vidas, en el marco de una campaña electoral que inició mucho antes del período establecido por la Constitución y que ya lanzó peligrosas señales de confrontación violenta.

San Salvador, El Salvador, miércoles 3 de diciembre del 2003.

 

 

 

 

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra Paz

"Cuando todo el mundo estaba en paz". Antiguamente, cuando los monjes se juntaban en el comedor, se recordaba el santo o santa del día. La noche del 24 de diciembre se proclamaba el nacimiento de Jesús y se terminaba con estas solemnes palabras: "cuando todo el mundo estaba en paz".

La frase es bella y evoca las mejores esperanzas de todos los seres humanos de todos los tiempos. Pero además, es muy importante para quienes creen en Jesús. Desde el principio aparece Jesús en relación con nuestro mundo. El mundo real es el lugar de la fe y seguimiento de Jesús. Cielo y tierra, gloria y paz. Eso es lo que une Jesús.

La tentación: "la pax americana". Al terminar el 2003 debemos preguntarnos qué hay de paz en el mundo. En Iraq ha habido insultante despilfarro de recursos, transgresión de las normas internacionales y, sobre todo, barbarie. Un ejemplo: instituciones de derechos humanos acaban de denunciar que, de entre los muertos durante la guerra, alrededor de 1,000 eran civiles no implicados en forma alguna. De ello responsabiliza a Estados Unidos e Inglaterra. Ahora la ocupación desangra todavía más al país, y entre las democracias occidentales capitalistas estalla el vergonzante conflicto de quién y cómo repartirse el botín. La impresionante destrucción que llevó a cabo la coalición produce los beneficios de miles de millones de dólares de la reconstrucción. ¿Ha preguntado alguien a los iraquíes, empobrecidos y destruidos, qué reconstrucción quieren y necesitan?

Otro ejemplo de pax americana, occidental. Estados Unidos subsidia a 25,000 cultivadores de algodón estadounidenses. Eso hace que 10 millones -cifra increíble, pero es la que se aduce- de campesinos de 4 de los países más pobres del mundo vayan a la ruina, después de que la OMC les animase a cultivar algodón. Y en El Salvador continúa la rutina de la pobreza, de la impunidad, de la violencia y de la corrupción... Y la gente sigue marchándose del país para poder sobrevivir.

Esta no es la paz de la que habla el evangelio de Lucas, sino la pax romana, ahora la pax americana. Ante esa "paz" hay una doble tentación. Una es "subirse al carro del imperio" para participar en el botín que genera esa mal llamada paz. La otra es "tirar la toalla", dejar de luchar, renegar -aunque no se habla así- de la esperanza que trae Jesús.

La esperanza. "Shalom". Pero siguen existiendo los que rechazan subirse al carro del imperio y los que no tiran la toalla. Signos de ello, pequeños, pero importantes, aparecen por doquier. En este número de Carta a las Iglesias se puede leer la marcha desde Usulután de campesinos y campesinas para reclamar sus derechos; no les recibieron en casa presidencial, pero una anciana de 75 años dijo que estaba dispuesta a hacer una segunda marcha. Puede leerse también la celebración en La Quesera, donde, 21 años después, familiares de muertos y desaparecidos vencen el miedo y el olvido, y comienzan a recordar y a celebrar. Puede leerse que hay Escuelas de Teología Popular donde la gente, de 900 a 1000 personas, aprenden lo que es la palabra de Dios y se animan a ponerla mejor en práctica. Y todo ello en comunidad. Puede leerse la protesta de 10,000 estadounidenses, hombres y mujeres, religiosos y laicos, ellos y ellas, que protestan ante la Escuela de las Américas y exigen su cierre. Por penetrar en una base de misiles nucleares tres religiosas dominicas fueron condenadas este año a varios meses de cárcel.

Hay, pues, signos de que muchos trabajan no por la pax americana, sino por el shalom: paz, justicia, dignidad, fraternidad de todos los seres humanos con los pobres en el centro. Esa es la paz de Jesús y de Dios, la paz de la que habla el evangelio de Lucas.

Y hay también quienes sueñan y trabajan para que esos signos sean cada vez mayores y más abarcadores. Hace poco le preguntaron a Don Pedro Casaldáliga, cuál le gustaría que fuese su legado. Y contestó:

"Dejar legado" es mucha pretensión. Sueño con que las causas que han motivado mi vida sean asumidas cada vez más: una Iglesia ecuménica, servidora, liberadora; el fin de los varios mundos para que exista un solo mundo humano; la socialización de los bienes mayores de la existencia (tierra, comida, salud, educación, comunicación, libertad...); el diálogo interreligioso y la gran intersolidaridad humana; el Reino de Dios, en fin, ya aquí en la Tierra, preparándonos esperanzadamente para la plenitud en el cielo.

Esas esperanzas mayores son las que nos hacen humanos y las que necesita urgentemente el mundo de hoy. Bueno es el fin de cualquier guerra, la de Iraq o la nuestra; necesaria es la reconstrucción, inevitables son los acomodos -e insultante es la corrupción, el medrar a costa del sufrimiento de guerra y destrucción... Pero sin utopía la paz no da de sí todo lo bueno que puede dar, y no encuentra freno todo lo malo que la suele acompañar. La paz no llega a convertirse en el shalom de Jesús.

Jesús de Nazaret. Todo esto puede y debe pensarse cualquier día de cualquier año. Pero es decisivo recordarlo en navidad. La cueva de Belén dice en directo pobreza, desamparo, abandono, es decir, el horror de la historia. El niño nace indefenso, amenazado desde el principio por los poderosos. Es lo que nos recuerdan los textos de Monseñor Romero que hemos publicado antes.

Pero ese niño, depués, desencadenó una revolución desde abajo, desde los justos como José, desde los creyentes en el Dios de los pobres, como María, y desde los pastores que representan a todos los pobres de este mundo. Desencadenó la revolución de la compasión, de la justicia, de la verdad, del shalom, la revolución en un modo de creer y obedecer a Dios.

Shirin Ebadi, una Nobel de la paz navideña. Es de Irán- uno de los tres países a los que Bush ha anatematiado como "el eje del mal". Es defensora de los derechos humanos, principalmente de las mujeres y los niños en Irán, Ha recibido el nobel de la paz, y en su discurso de aceptación dijo lo siguiente:

"En los dos últimos años, algunos estados (democracias occidentales) violaron principios universales y derechos humanos utilizando los acontecimientos del 11 de septiembre y la guerra contra el terrorismo internacional como pretextos". Y pone como ejemplo "el caso de los cientos de prisioneros encerrados por Estados Unidos en Guantánamo sin la protección prevista por las conveciones internacionales de Ginebra, por la declaración de los Derechos humanos y por los textos de las Naciones Unidas sobre los derechos civiles y políticos.

Y se pregunta. "¿Por qué durante los últimos 35 años decenas de resoluciones de la ONU relativas a la ocupación de los terrritorios palestinos por el Estado de Israel no han sido aplicadas rápidamente? Mientras que en los últimos 12 años, el estado y la población de Iraq han sido objeto de un ataque, un asalto militar, sanciones económicas y, para culminar, una ocupación militar, la primera por recomendación del consejo de seguridad y la segunda a pesar de la oposición del Consejo de Seguridad".

Shirin Ebadi no está interesada en la pax americana, sino en el Salam árabe, igual al Shalom bíblico.

Terminemos. Navidad desencadenó una revoluión de lo humano. La pregunta que Navidad nos hace a todos es si queremos, o no, apuntarnos a esa revolución.

 

El 16 de noviembre ante la Escuela de las Américas

Procesión, oración y arrestos

Cada año se celebra una protesta ante la Escuela de las Américas (conocida ahora como el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Defensa) en conmemoración de la masacre de los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, en la UCA el 16 de noviembre de 1989. La Escuela ha entrenado a miles de militares de América Latina, muchos de los cuales luego han sido torturadores, asesinos y violadores de derechos humanos.

Ese año se hicieron presentes, del 21 al 23 de noviembre, unas 10,000 personas. Participaron en la protesta unos 50 jesuitas, incluyendo a dos superiores provinciales, y cientos de estudiantes en representación de las 28 universidades jesuíticas en los Estados Unidos, y de algunos colegios y parroquias. También había sacerdotes, religiosos y religiosas de muchas otras congregaciones y de otras iglesias cristianas.

La protesta comenzó el domingo 23 con una solemne procesión ante la Escuela. Se mencionaron los nombres de miles de víctimas de la represión militar, a lo que todos respondían "presente". A continuación dos jesuitas norteamericanos, el Padre Benjamín Jiménez, S.J., y el Hermano Michael O´Grady, S.J., y un laico, Gary Ashbeck, saltaron por encima de la pared en la entrada del Fuerte Benning y fueron arrestados por los militares. Otros entraron por otro lado, entre ellos tres sacerdotes católicos norteamericanos: el Padre Bernardo Survil, el Padre José Mulligan, S.J., y el Padre Jerome Zawada, que han trabajado en Centroamérica y Filipinas. Inmediatamente fueron arrestados por la policía militar junto con otros participantes, entre ellos un pastor y teólogo presbiteriano y un laico, ambos solidarios con Nicaragua, y un profesor de historia, no-vidente, quien fue dejado en libertad. En total, fueron arrestados aproximadamente unos 30 manifestantes.

Después de pasar 24 horas en la cárcel, fueron dejados en libertad bajo fianza con la obligación de presentarse ante la corte federal en Columbus, Georgia, en enero de 2004, para el juicio en el que enfrentan una pena máxima de 6 meses de prisión. A continuación, ofrecemos la declaración que hicieron los siete arrestados.

Declaración a propósito de nuestra participación en la protesta en contra de la escuela de las américas

Son muchas y variadas las razones para oponernos al Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, antes conocido como la Escuela de las Américas.

Hoy estamos aquí para rechazar la práctica del ejército de los Estados Unidos, en el pasado, de utilizar manuales de tortura en el entrenamiento de soldados latinoamericanos. Estamos aquí para rechazar el historial de la Escuela de las Américas de entrenar a dictadores, torturadores y otros violadores de derechos humanos. Algunos de sus egresados participaron en el asesinato brutal de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres salvadoreñas en 1989 en San Salvador.

Estos mártires están presentes con nosotros aquí en Columbus (estado de Georgia) en este fin de semana mientras veneramos y honramos en nuestra misa y procesión una reliquia muy significativa que hoy nos acompaña: un poco de la sangre que los mártires derramaron en el pueblo de El Salvador, que fue recogida del jardín en el que fueron masacrados.

Otro caso es el del padre James "Guadalupe" Carney, quien había recibido entrenamiento militar básico aquí en el Fuerte Benning antes de participar en la segunda guerra mundial en Europa como miembro del Cuerpo de Ingenieros. El padre desapareció en Honduras en 1983. Algunas de las tropas hondureñas, acusadas de estar involucradas en su desaparición y tortura, también fueron producto de la Escuela.

Pero no nos preocupan solamente las atrocidades del pasado, y nuestra preocupación va mas allá de incluir o no cursos sobre derechos humanos en el currículo de la Escuela. De hecho, en una visita que el Padre José Mulligan hizo a la Escuela en 1990, algunos instructores le dijeron que habían impartido nociones sobre derechos humanos, pero que los estudiantes de la escuela no lo tomaron en serio, y desafiaron a sus maestros recordándoles ejemplos de atrocidades cometidas por los Estados Unidos, como Hiroshima y Nagasaki entre otras.

Una de nuestras razones principales para exigir que el gobierno de Estados Unidos cierre la Escuela tiene que ver con el reclutamiento de tropas latinoa-mericanas para integrarlas en estrategias y operaciones militares del gobierno de Estados Unidos. La Escuela es un símbolo e instrumento de todo ello, como su propio nombre lo indica. Como parte de esta estrategia, otros países del hemisferio han sido forzados a enviar cuotas de tropas (quizás doscientos soldados de cada una de las naciones) a participar en una ocupación militar, que la administración Bush ha definido como necesaria para la seguridad de Estados Unidos.

¿Necesita el pueblo latinoamericano participar en este tipo de "cooperación en seguridad"? Tropas de Nicaragua, El Salvador, Honduras y República Dominicana se han unido a los soldados de Estados Unidos en Irak, un hecho que consideramos muy triste e irónico. Es especialmente irónico en el caso de Nicaragua y República Dominicana, puesto que ambos países fueron ocupados militarmente por los Estados Unidos durante la primera parte del siglo veinte.

Otra de las razones para el cierre de la Escuela tiene que ver con la naturaleza y propósitos de las fuerzas militares en Latinoamérica. Estas no existen primordialmente para defender a una nación de otra, sino para proteger una distribución desigual e injusta de los recursos en cada país en contra de movimientos que impulsan cambios sociales y políticos. Al equipar y entrenar a las fuerzas armadas de Latinoamérica, el aparato militar estadounidense está fortaleciendo a las élites económicas en sus esfuerzos por reprimir a sindicatos, estudiantes, campesinos y otros sectores que luchan por la justicia. La prioridad más urgente en Latinoamérica NO es el avance de la militarización.

Como cristianos esperamos y luchamos por un mundo de justicia y paz. "Benditos los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados .... Benditos los que buscan la paz, porque serán llamados hijos e hijas de Dios" (Mateo 5).

Este año, evidentemente, la manifestación en contra de la Escuela es una ocasión para expresar nuestra oposición a la invasión y ocupación de Irak, así como al creciente militarismo de Estados Unidos Sentimos mucho la pérdida de los soldados de Estados Unidos que han muerto en Irak, y nuestro corazón está con sus seres queridos. También estamos profundamente entristecidos por el mucho mayor número de muertes iraquíes como resultado de la invasión y ocupación militar. Y también estamos muy preocupados por las tropas latinoamericanas y de otras naciones que se encuentran en Irak.

Apoyamos a estos soldados, pero queremos hacer algo más que orar por ellos y enviar condolencias a sus familias cuando mueren. Y por eso decimos: "salven sus vidas, tráiganlos a casa". Ellos son vistos por muchos como invasores extranjeros en Irak, y parece que matarán más y más civiles inocentes en su persecución de guerrilleros.

A los soldados latinoamericanos y estadounidenses que se están entrenando en el Fuerte Bennett, Bragg y otras instalaciones militares les decimos: por favor reflexionen seriamente sobre las justificaciones que se han dado para la guerra en Irak. ¿Armas de destrucción masiva? ¿Vínculos entre terroristas de Al Qaeda y Saddam Hussein? ¿O tendrá que ver la guerra más con el petróleo y otros recursos naturales en el Medio Oriente, y con lucrativos contratos de construcción adjudicados a corporaciones de Estados Unidos que tienen mucha influencia, y con la privatización de la economía iraquí por parte de compañías norteamericanas? ¿Quieren ustedes arriesgar sus vidas, arriesgarse a dejar solas a su familias, matar a militantes y civiles iraquíes para cumplir con los propósitos de la administración Bush? Si su respuesta es no, les rogamos que consideren solicitar ser considerados objetores de conciencia para no tener que participar en la guerra.

Vernon Baker, quien fue condecorado con la Medalla de Honor por su valor cuando era subteniente en la segunda guerra mundial dijo: "Antes de ir al combate, tenemos que hacernos una pregunta básica: ¿Vale la pena perder la vida de un soldado valioso por esta causa? Cada uno de nuestros soldados tiene seres queridos, y si no puedes contestar sí a la pregunta, entonces no vayas a pelear en esa guerra" (Chicago Tribune, Día del Veterano, Nov. 11, 2003).

Sigamos todos nuestras conciencias siendo fieles a la verdad según se nos revela. Como dijo Jesús: "si viven de acuerdo a lo que les he enseñado, serán mis verdaderos discípulos; entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8, 31-33).

Gary Ashbe, P. José Mulligan, S.J., Hermano Michael O´Grady, S.J., P. Bernardo Survil, P. Jerome Zawada, O.F.M., P. Benjamín Jimenez, Kathy Kelly.

Este año 2003 han sido condenadas a varios meses de cárcel tres religiosas dominicas que en octubre de 2002 penetraron en el recinto de una base de misiles nucleares, en Colorado, para protestar contra la guerra y la posesión de armas nucleares por parte de los Estados Unidos.

 

 

 

 

Monumento a las víctimas

Parte del encargo encomendado a la Comisión de la Verdad para la elaboración de su informe final fue el de formular una serie de recomendaciones que sirvieran para superar las graves violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1980 y 1991. Así la Comisión, al publicar el documento el 15 de marzo de 1993, además de un balance general de la problemática, formuló propuestas muy concretas. Entre estas últimas estaban las conocidas como las "Medidas tendientes a la reconciliación nacional". Dentro de ellas, es necesario recordar que se especificaron las de la reparación moral y material de las víctimas.

La Comisión recomendó específicamente "la construcción de un monumento nacional en San Salvador con los nombres de todas las víctimas del conflicto, identificadas". Además, demandó de las instituciones de gobierno "el reconocimiento de la honorabilidad de las víctimas y de los graves delitos de los que fueron las víctimas". Finalmente recomendó "el establecimiento de un feriado nacional recordatorio de las víctimas del conflicto y de afirmación de la reconciliación nacional". ¿Qué queda de todo esto a casi once años de publicado el informe?

La respuesta la obtuvimos el pasado 6 de diciembre, cuando en el Parque Cuscatlán, en San Salvador, se inauguró el Monumento a la Memoria y la Verdad. Por fin existe ya en nuestro país un lugar para la memoria, para el recuerdo de aquellas y aquellos que desaparecieron o fueron asesinados durante la época más oscura de la reciente historia de nuestro país. Las mujeres, hombres, niñas y niños de todos los sectores sociales y de todos los lugares del país están ahora allí, han salido de la mente y el corazón de sus familiares, y también están sobre una pared de mármol fuerte de 89 metros de largo con 36 placas de granito negro de las cuales 11 placas aún están vacías para poner nuevos nombres de víctimas. Ahora nadie puede ya ultrajar su recuerdo queriendo pasar, sin leer, la página del horror. Allí se pueden leer 24,965 nombres de civiles desaparecidos o asesinados entre 1970 y 1991.

Pero en nuestro país, no podía ser de otra forma: la deuda moral contraída con los miles de víctimas inocentes la tuvieron que pagar las propias víctimas de tanto sufrimiento. Esto quiere decir que el gobierno no hizo nada por cumplir con su responsabilidad; tampoco la dirigencia de la antigua guerrilla. Ha sido la sociedad civil organizada y las propias víctimas las que han mantenido firmemente este compromiso con la dignidad para alcanzar la tan ansiada paz con justicia. Por fin existe ahora un lugar adonde enflorar a tantas víctimas y en donde sus familiares pueden honrar la memoria de las mismas y mantener vivo su recuerdo.

El gobierno, por su parte, sigue sin cumplir las tres recomendaciones a las que hacíamos referencia al inicio. Más aún, al acto de inauguración del monumento a las víctimas no acudió ningún representante de los tres órganos del Estado. De ahí que el acto conmemorativo tuvo un doble significado: el recuerdo de las víctimas, con la inauguración de este santuario de la memoria, y la denuncia pública por parte de sus familiares que, junto a las miles de personas asistentes, siguen insistiendo en recordar para que la historia no se repita.

De los acuerdos de paz se desprenden dos grandes lecciones. Por una parte, que la tolerancia y la renuncia a la violencia facilitan la solución de los conflictos. Y, por otra, que, tras lo ocurrido en estos once años -en el marco de los intentos para lograr el cumplimiento de aquéllos y las maniobras por evitarlo- sigue existiendo la tentación de la mentira y la trampa , y lo fácil que es caer en esa tentación.

Difícilmente podemos hablar de una paz en proceso de consolidación. Más apropiado es hablar de una paz inconsistente, acechada por los enormes peligros de la violencia vigente y la inseguridad, la injusticia económica y social, el deterioro ambiental y una institucionalidad nada confiable, pues se inclina cada vez más hacia el autoritarismo y no atacar en serio la impunidad.

Los graves hechos de violencia y las violaciones de los derechos humanos que ocurrieron en el país durante casi veinte años no pueden ocultarse, ni sus víctimas deben ser maltratadas, ahora por la impunidad de los victimarios. Es necesario señalar a los responsables -independientemente de su signo político, y éstos deben enfrentar la justicia, reconozcan o no su culpa. A partir de ahí sí se pueden buscar fórmulas para el perdón individual o colectivo, en un sano proceso encaminado a "cerrar las heridas". No no hay duda de que han quedado -y muy profundas- en las víctimas, y no en los victimarios.

Detegámonos a pensar y recordar a las víctimas de la violencia política y del conflicto armado. Respetémoslas. Luchemos por su recuerdo. Y acudamos a visitar su monumento en el Parque Cuscatlán.

La comunidad "Bartimeo" en La Quesera

Como en cualquier otro mes del año, en diciembre se recuerdan muchos mártires y se celebra su aniversario. El día 2, las cuatro religiosas norteamericanas: Ita, Maura, Dorothy y Jean, 1980. El 10, Toño, Usulután 1989 El 11, los innumerables mártires del Mozote, 1981., El 16, Marco Antonio Gómez, Zacamil, 1980, y José Agustín Martínez, La Fosa, San Salvador 1980. El 27, Felipe Cornejo, San Antonio Abad, 1981...Y muchos otros más.

Ahora queremos recordar especialmente la masacre de la Quesera, 25 de octubre de 1981 -de la que hablamos en el anterior número- con más de 250 víctimas mortales. La comunidad de "sobrevivientes", inspirándose en la curación del ciego Bartimeo se ha puesto el nombre de "Bartimeo" como comunidad de sobrevivientes. Ya no están silenciosos, solos, sin ánimo, sino que han superado el miedo y han empezado a hablar. Esto es lo que dijeron en una reunión de comunidad. En una entrevista contaron sus sufrimientos y esperanzas.

¿Qué impacto tuvo esta masacre en sus vidas?

No es fácil recordar el dolor y el sufrimiento. Muchas lágrimas nos rodaron al contar pero por lo menos tuvimos ya el valor de expresarlos. No es fácil narrar las angustias, los traumas, el sufrimiento de uno. Contar cómo corrimos angustiosos, cómo protegimos nuestros niños y niñas, cómo nos escondimos, cómo quedamos en hormigueros, cómo nos enteramos de los familiares asesinados, cómo 22 personas quedaron mutiladas por un cañonazo, cómo el catequista que avisó a la gente que tenían que seguir caminand fue alcanzado por una bala, cómo nos quemaron las humildes casas, cómo nos enredamos y caímos en raíces de árboles, cómo nos escondimos en bejucos y arbustos, cómo balsas se dieron vuelta en el río Lempa cuando nos queríamos escapar y cómo nos disparaban desde el aire y desde la orilla, cómo nuestros seres queridos se ahogaron huyendo, cómo nos tuvimos que meter en las plantas de "pan caliente", cómo ya no teníamos comida ni bebida y nuestros niños querían llorar y eso significaba la muerte, cómo después, encontrándonos con la situación de tantos muertos, en desesperación tomamos todavía una iglesia para denunciar, cómo buscamos desaparecidos y hallamos cadáveres, cómo ya no sabíamos adónde ir porque ya no habían casas ni lugares seguros para nosotros, cómo teníamos que callar porque contar el sufrimiento podía ocasionar acusación y muerte.

Hablamos llorando y lloramos hablando. Pero hablamos y lloramos. Cada uno y cada una comprendimos todo con las lágrimas rodando. Más de 20 años estuvieron oprimidos estos sufrimientos en nuestro pecho. Nuestra comunidad ahora es el lugar donde podemos soltar lo que sabemos. Sabemos la verdad. La hemos vivido. Todo lo que dicen otros que no han sufrido son mentirosos, son del diablo. Nosotros sabemos la verdad. Y ya no queremos callar, ahora queremos dar soltura a nuestras lágrimas.

¿Cómo llegaron a formar este grupo?

Fue un encuentro cristiano. Una de nosotros por fin, oyendo mencionar el sufrimiento de otras masacres y del sufrimiento de Jesús, levantó la voz y reclamó incorporar el sufrimiento de la masacre de La Quesera. El sacerdote ni sabía, y prometió con las hermanas recaudar datos. Fue así que nos empezamos a juntar y que invitamos a otros sobrevivientes. Fue así que ya juntamos más de 250 nombres de asesinados y asesinadas que ni son la mitad. Nunca sabremos los nombres de tantos y tantas y los diferentes lugares de la zona. Muchos sobrevivientes ya no viven en la zona. Nosotros y nosotras ahora nos juntamos, compartiendo el dolor y el sufrimiento acumulado. Tenemos el apoyo de la investigación de Tutela Legal, de la Comisión de los derechos humanos, de la organización Pro-búsqueda, de la Iglesia. Nosotros hablamos la verdad sobre la humanidad.

¿Ha cambiado ahora algo en sus vidas?

Tenemos consuelo mutuo. Tenemos el recuerdo en común. Y tenemos sobre todo el acuerdo común. Porque no es sólo un recuerdo. Nuestras lágrimas hablan de acuerdo. Nuestro acuerdo es dar a conocer la verdad, exigir reconocimiento sobre lo injusto de estas vidas justas. Dar cristiana sepultura a los restos de nuestros queridos mártires. Por eso la homilía del 25 de octubre nos hizo aceptar el nombre de "Bartimeo". Este ciego, mendigo, al borde del camino había recibido toda la vida limosna, pero, encontrando a Jesús, no pidió limosna, sabía muy bien lo que quería: quería ver. Así, nosotros toda la vida hemos recibido consuelo, consolación, pero ahora queremos reconocimiento de la verdad, justicia para nuestros queridos familiares. Sabemos lo que queremos para que no vuelva a suceder aquí ni en Irak ni en Afganistán, en Africa... Aunque parece imposible, todavía recordamos la cruz de Jesús y la sembramos en la Quesera. Y estamos seguros que la Iglesia seguirá acompañando la Verdad".

¡Que reunión! ¡Qué reflexión! La queríamos compartir con ustedes. Es la memoria sobreviviente.

"Este monumento es para recordar que esto no debe volver a suceder y que los familiares de las víctimas tienen derecho a la verdad y a la justicia". María Julia Hernández, de la oficina de Tutela Legal del Arzobispado.

"Es parte de la reparación moral que debe este pueblo a estas personas y es necesario para no olvidarlos y reconocer su sacrificio". Mirna Perla, Magistrada de la CSJ y viuda de Herbert Anaya Sanabria, asesinado en 1987, Director de la Comisión de Derechos humanos no Gubernamental.

"Hoy tengo un lugar donde venir a verlo. Este muro significa mucho para mí y para otros familiares de desaparecidos y asesinados". Lucía Ramírez, de 48 años, esposa de Carlos Cruz, desaparecido en Usulután en 1981.

"Ahora podemos dignificar la memoria de ellos y traérles flores". Comenta Guadalupe Mejía, septuagenaria, mientras busca el nombre de su esposo Justo Mejía, quien fue asesinado en Chalatenango en 1977.

 

 

 

La caminata por la vida

Carlos Ayala

El profetismo de las comunidades del Bajo Lempa. Del 1 al 4 de diciembre miembros de las comunidades del Bajo Lempa de Tecoluca (San Vicente) y Jiquilisco (Usulután), realizaron una caminata desde San Marcos Lempa hasta la Catedral Metropolitana. Unos 300 hombres y mujeres -entre ellos algunos ancianos y ancianas de 75 y 80 años- caminaron más de 90 kilómetros para hacer sentir su voz y exigir la finalización de las obras de infraestructura de protección en el Bajo Lempa, la escrituración de sus tierras, el incremento del presupuesto nacional para las alcaldías y el rechazo a la firma de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos. La no atención a esas demandas pone en peligro su vida.

Veamos por qué. Desde 1998, cuando las comunidades experi-mentaron el desastre del Mitch, se presionó al gobierno para que construyera obras de protección en el Bajo Lempa. Este las inició pero las dejó inconclu-sas, aún faltan más de 9 kilómetros, lo que sig-nifica que aún persisten altos niveles de riesgo. Por otra parte, a raíz de los acuerdos de paz a estas comunidades se les entregaron tierras del ISTA para que se integraran a la vida social y productiva del país. Pero, después de 11 años muchas familias aún no han podido legalizar sus propiedades, lo que las mantiene en la incertidumbre e inseguridad jurídica de sus parcelas. En lo que respecta a su carencia de servicios básicos, ésta se debe en buena medida a la escasez de recursos en sus respectivos gobiernos municipales. Finalmente, los Tratados de Libre Comercio, en cuanto protegen los intereses de los grandes productores, son vistos como una amenaza más para la vida de estas comunidades. Este es, a vuelapluma, el contexto de la caminata por la vida.

"Es preciso defender lo mínimo que es el máximo don de Dios: la vida". Esta fue una de las convicciones de nuestro pastor mártir Monseñor Romero, asumida hoy por las comunidades del Bajo Lempa. Así lo expresaron durante el programa de Ysuca "La Buena Noticia", realizado con los caminantes en Zacatecoluca.

"Las personas que vamos caminando somos personas que hemos sufrido por mucho tiempo, hemos sido excluidas por el sistema, hemos resistido muchas situaciones adversas, fuimos víctimas de los salarios injustos en los cañales y cafetales, vivimos como despla-zados durante la guerra, experimentamos el exilio y luego fuimos repatriados. Pero todo eso no nos hace perder la esperanza en la vida. Por eso hemos hecho esta caminata por la vida y creemos de que Jesús, Nuestro Señor, está con noso-tros, animándonos a luchar por la vida y contra la muerte".

"Algunos no entienden el sentido de esta cami-nata y ésos son los poderosos. Y no entien-den porque su Dios no es el Dios de los pobres, sino el dios del dinero. Los pobres podemos considerarnos los hijos e hijas predilectas del Dios de la vida, porque nuestro corazón lo único que tiene es la esperanza en un mañana con justicia. Caminamos para exigir nuestras demandas porque éstas son justas y deben ser escuchadas por el gobierno. Nuestra causa es por la defensa de la vida, de la vida de los pobres que somos mayoría".

"Yo me he unido a este grupo porque su caminata es una acto de amor, de valentía, de fe, de vida. Ojalá que los poderosos oigan la voz de estas comunidades, la voz de los pobres que son los predilectos de Dios. Los pobres hacen un llamado este día a los ricos y poderosos a que se convierta a la causa de la vida y la justicia.".

"Hoy se ha cumplido lo que pedía el padre Ellacuría: "Que el pueblo exija que se le resuelva su problema de injusticia". La no finalización de las obras de infraestructura, la no escrituración de las tierras, la falta de recursos en nuestros municipios y los efectos negativos que puedan traer los Tratados de Libre Comercio, son problemas de injusticia que se deben resolver".

"Vengo caminando para defender la vida de la comunidad, de mi familia y mi propia vida. Pedimos la pronta escrituración de nuestras tierras porque sin la legalización sentimos la amenaza del despojo. Queremos más recursos para las alcaldías de las poblaciones pobres, de lo contrario seguiremos teniendo malos caminos, pésimos servicios municipales y pocas oportunidades para cambiar nuestra pobreza. Nos oponemos a la firma del Tratado de Libre Comercio porque así como se están negociando las cosas los que trabajamos en el campo seremos los más perjudicados".

Carta a Monseñor Romero. "Aquellos que ponen su esperanza en el Señor, renuevan sus fuerzas" (Is 40, 31). Esto es lo que pudimos presenciar el día en que los caminantes llegaron a la cripta de Catedral Metropolitana, donde se encuentran los restos de Monseñor Romero. En una carta dirigida con mucho afecto al Arzobispo mártir expresan la renovación de sus fuerzas para seguir luchando por la vida. Estos son algunos de los fragmentos de la carta:

"Muy querido Monseñor Romero, aquí estamos en su cripta, su pueblo vivo. Estamos tomando su micrófono como lo deseaba usted cuando dijo: ‘cada uno de ustedes debe ser un micrófono de Dios’. Somos los sin voz, los pobres del Bajo Lempa para quienes siempre habló usted y a quienes enseñó a hablar. Usted curó a los mudos Monseñor. Hemos caminado desde Bajo Lempa para decir nuestra verdad (...) La hemos querido decir en su cripta, porque aquí nos sentimos acogidos. Es la verdad de las víctimas. Esa verdad usted la decía en su cátedra y en la YSAX. Nosotros la decimos en nuestra radio de mártires (...) Cuatro días hemos caminado por las calles

con nuestro medio de comunicación y con su foto. A pesar de nuestro cansancio nos alegramos de estar junto a usted, nuestro San Romero de América. La fuerza que nos anima es la fuerza de la causa de Jesús, que fue también su causa: la vida para los pobres".

Al final los caminantes por la vida no fueron escuchados por el presidente de la república. Más bien, se tomaron medidas de seguridad para que no avanzaran hacia casa presidencial. Los medios grandes de comunicación tampoco quisieron oír ni ver lo demandado por los pobres del Bajo Lempa. Sin embargo, su voz fue escuchada con atención por muchos hombres y mujeres que se fueron uniendo a lo largo de los cuatro días de caminata. No nos cabe duda de que el Dios de Jesús de Nazaret, de Monseñor Romero, es el que más atento está a dichos clamores. Y eso lo sabe muy bien la gente, por eso antes de ir hacia casa presidencial fueron a la cripta de catedral. Por eso una anciana de 75 años decía que al terminar esta caminata estaba lista para hacer una segunda. "Debemos ser incansables en la lucha por la vida, así fue Monseñor Romero".

 

 

 

Escuelas de Teología Pastoral

"Ante el imperialismo otro mundo es posible"

Como todos los años, el sábado 22 de noviembre, las Escuelas de Teología Popular (ETP) nos encontramos en el Auditorium Ignacio Ellacuría.

La fecha es para honrar a los seis jesuitas y dos trabajadoras que nos fueron arrebatados en el marco de una ofensiva insurgente frente a una política militar de los sectores dominantes salvadoreños. Fueron militares entrenados en la Escuela de Las Américas de Estados Unidos los que ejecutaron materialmente ese crimen.

El lugar es para recordar a Ignacio Ellacuría, rector, teólogo y filósofo, ahora también mártir, quien desde este auditorium nos enseñó a conocer y analizar la realidad nacional. Era "nuestra primera cátedra", decía. Después, bien dijo nuestro Obispo Claretiano del Brasil Monseñor Casaldáliga que, con su martirio, él y sus compañeros impartieron su mejor enseñanza "desde sus cátedras fosas.

Ese es el sentido de juntarnos entre 500 y 600 personas de las ETP cada año en este lugar simbólico: animarnos a continuar sus huellas con palabra de ciencia y profecía para esta misión cristiana tan esperanzadamente propuesta de cara al futuro por Ellacuría: intentar "revertir la historia" en dirección de los pobres y oprimidos.

* * *

Este año nos organizamos en 12 equipos locales con participación de los coordinadores de las comunidades. En los equipos están también presentes representantes elegidos de los grupos participantes y los profesores y profesoras, sean presbíteros, religiosos y religiosas, laicos y laicas. Cada persona es parte viva de este esfuerzo eclesial para la misión. El proyecto ETP acoge a unas 900 personas actualmente y hay en ellas agentes pastorales (con una mayoría significativa de mujeres), responsables del trabajo pastoral desde su propia vocación desde hace muchos años.

Los encuentros anuales son para compartir reflexión teológica y camino pastoral en común. Llevamos encontrándonos en cinco ocasiones, los grupos van cambiando pero no su entusiasmo. El sábado 22 de Noviembre vinieron las ETP de las Vicarías Mons. Romero en Ilopango, Rivera Damas en Jiquilisco, Luis Chávez y González en Mejicanos, Inmaculada Concepción en Zaragoza, Mons. Valladares en Ateos, Vicaría 5 en San Luis Talpa, ETP Santa Tecla en Colegio Santa Inés, Zacatecoluca en Parroquia El Calvario, Plan del Pino en Ciudad Delgado, Nahuizalco en Sonsonate, Comunidad Familia Nueva en el Instituto Emiliani S.S. y la ETP Diocesana en Upatoro, Chalatenango.

El tema a reflexionar fue "el reto profético frente al imperio" ¿Por qué este tema? Algunos, como nos dijo el Padre Cardenal, creen que el tema ha pasado de moda. Nosotros no. Tenemos memoria. En El Salvador hemos aprendido a diferenciar el amor que nos une con el pueblo norteamericano solidario con nuestros sufrimientos de la política exterior de su gobierno que financió diariamente la guerra en nuestro país. No hemos olvidado que la Escuela de las América en Fort Benning, ha sido irresponsable con la historia de nuestros pueblos, sembrando terror, muerte, silencio y mentira. Sus miembros de los batallones de reacción inmediata, entrenados allí, son quienes asesinaron nuestra gente en el Mozote, el Sumpul y en la UCA.

Por eso, y ante la conciencia de no aceptar el "no va más de la historia". como diría Ellacuría, creemos que es responsabilidad cristiana informarnos de las nuevas acciones de intervención estadounidense en Centroamérica, conocer los planes globalizadores que traerán más miseria y dependencia al futuro de nuestros hijos e hijas. Creemos que si algún cristiano cree que eso no nos compete como gente de fe no ha entendido lo que la Iglesia en sus obispos afirmó en Puebla: se nos ha llamado a ser como Iglesia "una escuela de forjadores de historia que empuje a nuestros pueblos hacia el Reino e Dios" (Puebla nn. 274 y 279).

* * *

El primer tema nos lo impartió Carlos Ayala, teólogo laico y director de la YSUCA: "Los imperialismos y los profetas bíblicos", con los sub temas: en tiempos de prosperidad, en tiempos de exilio y la tradición profética en Jesús. El segundo tema fue impartido por el jesuita economista Javier Ibisate "El imperialismo y profetismo actual en nuestra región", con los subtemas: políticas imperialistas en el pasado en nuestra región, políticas imperialistas actuales en los planes USA para la región antes y después de sus atentados, y crisis actual del modelo imperialista. El tercer tema lo impartió Jon Sobrino, director del Centro Mons. Romero: "Necesidad de respuestas cristianas desde la teología de la liberación aquí y ahora", con los subtemas: en la economía solidaria, en política participativa, en una Iglesia reinocéntrica, en la cultura, resistiendo desde la memoria).

Después de las conferencias nos reunimos en otras aulas como Escuelas para reflexionar en los subtemas sobre las actitudes y compromisos proféticos que cada tema nos motiva a vivir. Tuvimos la presencia animadora en cada aula de estudiantes de Teología de la UCA, que son también profesores de las Escuelas, para animar los debates y concretar la síntesis de lo compartido. Contamos con un equipo de estudiantes de comunicaciones en servicio social para el trabajo de digitación de la síntesis que fue presentado al plenario de la tarde y se enviará a todas las Escuelas este mismo Diciembre como una ofrenda más en nuestras festivas clausuras.

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Un mural cada año invita a simbolizar la realidad. Este año, en un gran mural, nos acompañaron los rostros de los mártires jesuitas, de Ghandi, Martin Luther King y Mons. Romero. Desde la cruz martirial denunciaban la idolatría del poder del mundo contemporáneo, el cual se agrieta pero aún no cae. No obstante, de todas partes vienen gentes a El Salvador, la UCA, al Centro Monseñor Romero, no para rendirle culto, sino para recordar y celebrar la mesa compartida, la utopía del banquete del Reino, anunciado por Jesús. Allí, el espíritu inclusivo, fraterno, digno y justo serán la última palabra sobre nuestra historia y se cumplirá nuestra esperanza. Ahora seguimos caminando para hacer posible un mundo sin idolatría y sin imperio.

"La Iglesia debería ser la escuela donde se eduquen hombres capaces de hacer historia, para impulsar eficazmente con Cristo la historia de nuestros pueblos hacia el Reino…

Para que América Latina sea capaz de convertir sus dolores en crecimiento hacia una sociedad verdaderamente participada y fraternal, necesita educar hombres capaces de forjar la historia según la "praxis" de Jesús, entendida como la hemos precisado a partir de la teología bíblica de la historia".

Puebla nn. 274, 279

 

 

Peligro

Eduardo Galeano

El poder come miedo. Sin los demonios que crea, perdería sus fuentes de justificación, impunidad y fortuna. Sus satanes -Bin Laden, Saddam Hussein o los próximos que aparezcan- trabajan, en realidad, como gallinas de los huevos de oro: ponen miedo. ¿Qué conviene enviarles? ¿Verdugos que los ejecuten o médicos que los cuiden? El miedo distrae y desvía la atención. Si no fuera por los servicios que presta, lo evidente quedaría en evidencia: en realidad, el poder se mira al espejo y nos asusta contando lo que vio. Peligro, peligro, grita el peligroso.

El patriotismo es un privilegio de los que mandan. Cuando lo ejercen los mandados, ¿se reduce a mero terrorismo? ¿Son terroristas y nada más que eso, pongamos por caso, los actos de desesperación suicida de los palestinos desalojados de su país y los ataques de la resistencia nacional contra las fuerzas extranjeras que ocupan Irak?

El mundo patas arriba nombra al revés. El poder, enmascarado, niega el sentido común. Si así no fuera, ¿podría caber alguna sombra de duda de que el actual gobierno de Israel practica el terrorismo, el terrorismo de Estado, y difunde la locura? A medida que ese gobierno devora más y más tierras y más humillaciones inflige al pueblo palestino, más respuesta criminales genera. Y esos atentados, que matan inocentes, le sirven de pretexto para matar muchos más inocentes y para cometer cuantas atrocidades se le ocurran.

Si algún resto de sentido común quedara en el mundo, resultaría increíble que Ariel Sharon pueda hacer lo que está haciendo con absoluta impunidad, como si fuera la cosa más normal: invade y acribilla territorios ajenos; alza un muro que deja chico al de Berlín, de triste memoria, para blindar lo que usurpa; anuncia públicamente que asesinará a Yasser Arafat, un jefe de Estado democráticamente elegido por su pueblo; y bombardea Siria, a sabiendas de que Estados Unidos vetará, como de costumbre, cualquier condenación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Ocurre que en este mundo los países y las personas se cotizan en la bolsa, y su valor depende de la geografía del poder.

¿Cuántos inocentes volaron en pedazos, sin comerla ni beberla, en la última guerra de Irak? Los vencedores no han tenido tiempo para contar a sus víctimas, civiles que existían y ya no existen, porque han estado ocupados buscando las armas de destrucción masiva que no existían ni existen.

No hay, pues, cifras oficiales. Los cálculos oficiosos más serios han contado, sin embargo, no menos de 7.700 muertos civiles, muchos de ellos niños, mujeres y viejos. ¿Cuánto valen esas vidas? En proporción a la población, la cantidad de iraquíes destripados equivale a 94 mil estadounidenses. ¿Qué hubiera pasado si el país invasor hubiera sido el país invadido? Las víctimas estadounidenses de semejante carnicería seguirían siendo el tema perpetuo de los medios de comunicación masiva. Las víctimas iraquíes no merecen, en cambio, nada más que silencio.

De sobra se sabe que el robo fue el único móvil de esta matanza, cometida con premeditación y alevosía. Pero los asesinos en serie siguen diciendo que hicieron lo que hicieron en defensa propia, y no están presos ni arrepentidos. El crimen paga: desde las cumbres del poder, ellos amenazan al mundo con nuevas hazañas, mintiendo peligros, inventando enemigos, sembrando el pánico.

El presidente Bush adora citar el Apocalipsis, pero más práctico sería que citara los noticieros, que son más actuales y dicen más o menos lo mismo.

Aquel espeluznante texto bíblico, una profecía contada en tiempo pasado, era más bien exagerado y se equivocaba en las cifras, pero hay que reconocer que las noticias del mundo de hoy se le parecen bastante. Decía el Apocalipsis: "Junto al gran río Éufrates (...) fue exterminada la tercera parte de los hombres por el fuego, el humo y el azufre". Y también decía: "La tercera parte de la tierra quedó abrasada, la tercera parte de los árboles quedó abrasada, toda hierba verde quedó abrasada (...). Pereció la tercera parte de las criaturas que tienen vida en el mar (...). Mucha gente murió por las aguas de los ríos, que se habían vuelto amargas (...)".

El autor, san Juan o quien haya sido, atribuía estas catástrofes a la ira divina. El nunca había oído hablar de las bombas inteligentes, ni del dióxido de carbono, ni de la lluvia ácida, ni de los pesticidas químicos, ni de la basura radiactiva. Y no podía imaginar que la sociedad de consumo y la tecnología de la devastación serían más temibles que la cólera de Dios.

Bombas contra la gente, bombas contra la naturaleza. ¿Y las bombas de dinero? ¿Qué sería de este modelo de mundo enemigo del mundo sin sus guerras financieras?

En más de medio siglo de existencia, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han exterminado una cantidad de gente infinitamente mayor que todas las organizaciones terroristas que en el mundo son o han sido. Ellas han contribuido, de muy poderosa manera, a hacer el mundo tal cual es. Ahora este mundo, que hierve de indignación, asusta a sus autores.

"El Banco Mundial, apóstol de la privatización, sufre una crisis de fe", comenta el diario The Wall Street Journal. En un informe reciente, el banco descubre que la privatización de los servicios públicos, que sus funcionarios han impuesto y siguen imponiendo a los países débiles, no es exactamente un maná del cielo, sobre todo para los pobres abandonados a su suerte. Alarmado por las consecuencias de sus actos, el banco dice, ahora, que habría que consultar a los pobres y que los pobres "tendrían que supervisar las inversiones privadas", aunque no explica cómo podrían realizar esta tareíta. Y los pobres también preocupan al Fondo Monetario, que se ha pasado la vida estrangulándolos: "Es preciso disminuir las desigualdades sociales", concluye el director del Fondo, Horst Köehler, después de meditar el asunto.

Los pobres no saben cómo agradecer tanta gentileza.

Estos organismos, que ejercen la dictadura financiera en el orden democrático, de democráticos no tienen nada: en el FMI, cinco países deciden todo; en el BM, siete. Los demás ni pinchan ni cortan.

Tampoco es democrática la dictadura comercial. En la Organización Mundial de Comercio nunca se vota, aunque el voto está previsto en los estatutos. La organización colonial del planeta correría peligro si los países pobres, que suman la abrumadora mayoría, pudieran votar. Ellos están convidados al banquete, para ser comidos.

La dignidad nacional es una actividad no rentable condenada a desaparecer, como la propiedad pública, en el mundo subdesarrollado. Pero cuando las dignidades se juntan, otro gallo canta. Eso ocurrió en Cancún, recientemente, en la reunión de la OMC: los países despreciados, los mentidos, se unieron en un frente común, por primera vez después de muchos años de soledad y de miedo. Y naufragó la reunión, convocada, como de costumbre, para que la mayoría ejerciera su derecho de obediencia.

Está ocurriendo por todas partes: resulta que el poder no es tan poderoso como dice que es.

Bien lo sabía Alicia, la del País de las Maravillas:

"-¡Que le corten la cabeza! -chilló la reina, con toda la fuerza de sus pulmones, pero nadie hizo el menor movimiento.

-¿Quién les va a hacer caso? -dijo Alicia-. ¡Si no son más que un mazo de barajas!".

Brecha de Uruguay

10 de Octubre de 2003

 

 

Obispos como Monseñor según Juan Pablo II

"Hoy más que ayer, la guerra de los poderosos contra los débiles ha abierto profundas divisiones entre ricos y pobres. ¡Los pobres son legión! En el seno de un sistema económico injusto, con disonancias estructurales muy fuertes, la situación de los marginados se agrava de día en día. En la actualidad hay hambre en muchas partes de la tierra, mientras en otras hay opulencia. Las víctimas de estas dramáticas desigualdades son sobre todo los pobres, los jóvenes, los refugiados. En muchos lugares, también la mujer es envilecida en su dignidad de persona, víctima de una cultura hedonista y materialista.

Ante estas situaciones de injusticia, y muchas veces sumidos en ellas, que abren inevitablemente la puerta a conflictos y a la muerte, el Obispo es defensor de los derechos del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios...

¿Cómo callarse frente al drama persistente del hambre y la pobreza extrema en una época en la cual la humanidad posee como nunca los medios para un reparto equitativo? No podemos dejar de expresar nuestra solidaridad con la masa de refugiados e inmigrantes…

Los estragos del paludismo, la expansión del sida, el analfabetismo, la falta de porvenir para tantos niños y jóvenes abandonados en la calle, la explotación de mujeres, la pornografía, la intolerancia, la instru-mentalización inaceptable de la religión para fines violentos, el tráfico de droga y el comercio de las armas..."

Muchos ven en estas palabras del papa en la Pastores gregis un retrato de Monseñor Romero. Y algunos también ven en ellas un presagio de que su canonización está más cerca XXV Aniversario de su martirio. Quizás en el 2005.