Antecedentes
La inspiración Cristiana
Qué son las Escuelas de Teología Pastoral
Duración de la escuela
Objetivos de la ETP
Rasgos del proceso formativo
Ubicación y fechas de inicio
Plan de estudio ETP

Rasgos del proceso formativo

 

5. Rasgos de la mística

 
1. Perspectiva de la teología de la liberación, cuyas claves centrales son el seguimiento de Jesús y su causa, el reino de Dios.

“Ahora estamos trabajando esta obra de la Iglesia haciendo el reino de Dios. Fuera de la Iglesia también todo ser humano que lucha por la justicia, todo ser humano que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios; y puede ser que no sea ni cristiano. La Iglesia no abarca todo el reino de Dios. El reino de Dios está más afuera de la frontera de la Iglesia, y por lo tanto, la Iglesia aprecia todo aquello que sintoniza con su lucha por implantar el reino de Dios. Una Iglesia que trabaja pura, incontaminada, eso no sería Iglesia al servicio de los seres humanos” (Homilía, 3 de febrero de 1978, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

2. Educación popular. Apostamos por un proceso crítico, propositivo, alternativo y liberador.

“Pero por otra parte es también verdad que precisamente en ese proceso de tomar postura ante la realidad sociopolítica tal cual es, la misma fe se ha ido profundizando, el mismo evangelio ha ido mostrando su riqueza […] El mundo de los pobres nos enseña que la liberación llegará no solo cuando los pobres sean puros destinatarios de los beneficios del gobierno o de la misma Iglesia, sino actores y protagonistas ellos mismos de su lucha y de su liberación, desenmascarando así la raíz última de falsos paternalismos aún eclesiales” (Discurso, Lovaina, 2 de febrero de 1980, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

3. Respeto a los procesos de madurez humana y pastoral de las personas y los grupos.

“Esto es lo lamentable entre nosotros: que hemos acostumbrado a nuestro pueblo a recibir los sacramentos sin conciencia. El domingo pasado ⎯y yo tengo que lamentarlo también⎯ aquella muchedumbre de gente que traía niños a confirmar, eran más de dos mil niños, y por puro milagro no se asfixió nadie. Alguien comentaba como que era el día del juicio. Se regó la noticia de que ya no se iba a confirmar más. Lo que he dicho es que no vamos a confirmar niños chiquitos que no se den cuenta. Vamos a esperar niños que ya, siquiera de ocho años para arriba, puedan tener uso de razón y saber un poquito a la medida de su alcance, pero con conciencia, puedan recibir el don del Espíritu Santo. Y lo que digo de la confirmación también lo digo del bautismo en que a través de sus padres y padrinos se ha de garantizar su formación en la fe” (Homilía, 3 de diciembre de 1978, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

“¡Este don mesiánico que pocos lo comprenden! Y por eso tenemos un pueblo de bautizados, pero sin conciencia de ese compromiso tan serio, de esa dignidad tan alta que nos dio Dios aquel día que nacimos como nueva criatura en la pila bautismal” (Homilía, 14 de enero de 1979, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

“Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia defensora de los derechos de Dios, de la ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación” (Homilía, 23 de marzo de 1980, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).


4. Formación fundamentada teológica y pastoralmente, mostrando la relación y la diferencia entre el sentido bíblico teológico y canónico.

“Predicar y propiciar la urgencia de cambios estructurales profundos en lo político y social del país es otra contribución de la misión pastoral de la Iglesia. Porque cree sinceramente que sin tales cambios, quedan siempre las raíces estructurales de todo nuestro malestar y que la liberación integral de los salvadoreños y salvadoreñas, además de su conversión personal, exige un profundo cambio de nuestro sistema social, político y económico. El mismo gobierno lo ha reconocido y proclamado muchas veces y es también la exigencia perenne de los grupos políticos, legalizados o no. Naturalmente la perspectiva de la Iglesia es siempre desde su identidad evangélica y de acuerdo con los documentos del magisterio universal y continental” (Cuarta carta pastoral, Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).


5. Profetismo. Esperanza comunicada en nuestra realidad desde esta corriente bíblico teológica, enriquecida por la enseñanza profética de la Iglesia universal y local.

“La Iglesia pues, traicionaría su mismo amor a Dios y su fidelidad al evangelio si dejara de ser voz de los que no tienen voz, animadora de todo anhelo justo de liberación, orientadora, potenciadora y humanizadora de toda lucha legítima por conseguir una sociedad más justa que prepare el camino al verdadero reino de Dios en la historia.

“Esto exige a la Iglesia una mayor inserción entre los pobres, con quienes debe solidarizarse hasta en sus riesgos y en su destino de persecución, dispuesta a dar el máximo testimonio de amor por defender y promover a quienes Jesús amó con preferencia.

“Esta preferencia, repito, no significa una discriminación injusta de clases, sino una invitación a todos, sin distinción de clases, a aceptar y asumir la causa de los pobres como si estuviesen aceptando y asumiendo su propia causa, la causa misma de Cristo, ‘Todo lo que hiciereis a uno de estos mis hermanos/as por humildes que sean a mí me lo hicisteis’” (Cuarta carta pastoral, Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).


6. Sentido cristiano de la herencia martirial.

“Gracias a este mensaje que dejó el P. Grande en Aguilares, allá también está marcada la Iglesia con ese sello de autenticidad. Si a mí me persiguieron, dijo Jesús, también a vosotros os perseguirán. Yo quiero decirles a las comunidades de Aguilares y a todas las comunidades que en este momento están acompañando esta peregrinación de fe, de esperanza y de amor: ¡No tengan miedo! La persecución es una nota característica de la autenticidad de la Iglesia. Una Iglesia que no sufre persecución, sino que está disfrutando de los privilegios y apoyos de las cosas de la tierra, esa Iglesia ¡que tenga miedo! No es la verdadera Iglesia de Jesucristo. Esto no quiere decir que sea normal esa vida de martirio y sufrimiento, de miedo y de persecución. Sino que debe significar el espíritu Cristiano. No estar con la Iglesia únicamente cuando las cosas andan bien, sino seguir a Jesucristo con el entusiasmo de aquel apóstol que decía: ‘si es necesario muramos con Él’” (Homilías, 11 de febrero de 1979, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

7. Formación inclusiva de las causas que buscan la liberación de las víctimas de toda opresión. Hacer crecer la conciencia de género como construcción social, donde la fe también puede aportar forma y contenido de opresión o liberación.

“Este ideal recoge todas las dimensiones de la realidad humana, sin excluir ninguna, ni reducir la fe a la mera promoción de lo social y lo político. Sin embargo, debemos hoy recalcar la dimensión social e histórica de esa liberación, tal como lo pide Puebla. El evangelio nos debe enseñar que ante las realidades que vivimos, no se puede hoy, en América Latina, amar de veras al hermano, a la hermana, y por lo tanto a Dios, sin comprometerse a nivel personal, y en muchos casos a nivel de estructuras con el servicio y la promoción de los grupos humanos y de los estratos sociales más desposeídos y humillados, con todas las consecuencias que se siguen en el plano de esas realidades temporales” (Cuarta carta pastoral, Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).


8. Formación contextualizada a la situación de las personas.

“Terminemos pues como hemos empezado, diciendo que en los pobres, en el pueblo que sufre, hay una gran esperanza y por eso la Iglesia, en nombre de Jesucristo, quiere arrancar todo lo sucio que pueda haber en ese pueblo. Véanlo así, mi esfuerzo de denuncia no tiene otro afán que querer decir: queremos un pueblo santo, queremos una política que de veras camine en el bienestar de nuestro pueblo y de nuestros pobres. Y así podemos repetir hoy con Jesucristo: ¡bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos..!” (Homilías, 17 de febrero de 1980, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).


9. Formación actualizada con conciencia de la conflictividad, que provoca el nuevo modelo teológico y eclesiológico.

“En Puebla se dijo esta hermosa definición de Iglesia: ‘la iglesia escuela de forjadores de historia’. ¡Qué hermoso fuera que todos nosotros fuéramos forjadores de nuestra propia historia! Para mí hermanos, no hay satisfacción más profunda que esta convicción que yo trato de comunicarles a ustedes y hacerla más honda en mí: que en la medida en que seamos Iglesia, es decir, cristianos verdaderos, encarnadores del evangelio, en esa medida seremos el ciudadano oportuno, el salvadoreño y la salvadoreña que se necesita en esta hora” (17 de noviembre de1979, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).

10. Nuestra metodología, desde la perspectiva de la teología de la liberación, es el ver, el juzgar y el actuar.

“Enseñar las verdades del evangelio e iluminar con ellas nuestras realidades para acomodarlas a la verdad de Dios y no a los amañamientos de los seres humanos resulta el servicio más importante de nuestra Iglesia al país. De ahí la importancia de que no solo los agentes de pastoral, sino todos los que tienen influencia sobre la sociedad y la familia conozcan bien e irradien en su ambiente la luz de esta verdad” Cuarta carta pastoral, Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país, La voz de los sin voz, UCA Editores, 1980).