Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

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"Éramos una gran familia"


El padre Ellacuría era una persona que me daba mucha tranquilidad y calma. Ver la manera de actuar y la forma de ser del padre ante lo que estaba sucediendo en el país en aquella época me hacía sentir protegida. Por muy problemática que estuviera la situación, nunca dejamos de trabajar, y nosotros no sentíamos temor de venir. Sentíamos que éramos una gran familia y que estábamos seguros dentro de la Universidad. Hubo una vez que un grupo de la guerrilla vino a tomarse el Edificio de Administración Central. Cerraron y nos dejaron a todos adentro. Hasta las siete de la noche dejaron salir a las mujeres. Y los padres jesuitas se tuvieron que quedar aquí, hasta los tendieron en el suelo. A pesar de esas cosas ellos nunca tuvieron miedo, y esa entereza nos la transmitían a todos los empleados. Yo nunca faltaba a trabajar. Bueno, la única vez que falté fue cuando mataron a los padres. Ese día nos habían dado libre, porque estaba muy peligroso. Recuerdo que yo pasé por aquí porque iba en bus para Sonsonate y vi que en el portón principal estaba Lito Ibarra [actual director de Redes de Información] y unas gentes de la prensa queriendo pasar. Cuando llegué a Sonsonate, mi mamá me dijo, llorando y bien asustada, que habían matado a todos los de la UCA y que según ella yo estaba aquí [en la Universidad]. Ahora prefiero recordarlos a ellos como fueron; no quiero recordar lo feo que sucedió. Por ejemplo, el padre Martín-Baró venía donde Milagro [auxiliar de Registro Académico] y le decía: “Mily, vengo a que me cortés el pelo porque ya no lo aguanto”, y se sentaba a que le recortaran el pelo, siempre muy jovial y amable. El padre Lopito, así le decíamos a Joaquín López y López, nos venía a dejar tiquetes de rifas para Fe y Alegría, para que nosotros se los vendiéramos y él nos daba ganancia. El padre Amando López era todo un gentleman, andaba siempre con su puro. Cuando sentíamos el olor al puro, ya sabíamos que él venía para acá. Y así tengo guardado en mi memoria algo especial de cada uno de ellos.

Elvira Cristales, trabaja desde 1974 en Registro Académico.